"Cada nuevo trabajo es un lienzo en blanco donde volcar todas nuestras inquietudes".
Por: David Marsé
La banda alicantina Malditería nos ha hecho esperar para darle continuación a su disco debut, "Zozobra", pero al mismo tiempo ha sido una satisfacción comprobar que su nuevo trabajo, "Contratos de viernes noche", más allá de seguir tendiendo lazos con ese género llamado rock urbano, extiende sus alas para, a través de potentes melodías, conquistar otros espacios referenciales, haciendo de su entorno creativo un lugar mucho más rico. La misma situación que podemos encontrar tanto en el propio sonido de la banda, mucho mejor perfilado, como en unos textos que navegan en los siempre turbulentos mares del origen de la inspiración, su relación con el sr humano y con el negocio musical. Nos ponemos en contacto con la banda para adentrarnos juntos en este completo y complejo álbum.
El segundo disco para una banda siempre supone un reto, ya sea el de consolidarse o
lo contrario, ¿en vuestro caso ha habido un proceso de creación o una manera de
acercaros a él de una forma muy diferente al primero?
Malditería: La verdad es que la forma de afrontar la creación sí que ha variado un poco respecto a
la del anterior, pero no de forma intencionada. Gran parte de las canciones que forman
este trabajo están escritas en la época Covid, si partimos de ahí, ya estamos ante una
situación anómala que nos tocó vivir a todos.
A la hora de realizar la grabación también quisimos hacer un encierro voluntario en el estudio y atacar todas las
composiciones con total disposición, sin la distracción de estímulos externos. El otro
factor importante en este proceso creativo ha sido la complicidad y experiencia
generada durante estos años de diferencia entre nuestro primer trabajo y el segundo.
Ese es un factor que quería resaltar, el hecho de componer los temas todos reunidos reunidos todos juntos en el estudio casero de uno de vosotros, ¿qué tal ha sido esa experiencia?
Malditería: Más que la composición del disco como tal, lo que sí hemos llevado de forma conjunta ha sido la preproducción de este, es decir, hemos arreglado y finalizado todos los temas juntos en el estudio. Por supuesto realizar este ejercicio ha sido una experiencia totalmente enriquecedora, ya que en nuestro caso, hemos encontrado la manera de trabajar con todas las energías y opiniones que han convivido en un espacio tan reducido, es por esto que el disco tiene un carácter más homogéneo y mucho más sólido.
Musicalmente es un disco que, partiendo de las premisas del “Zozobra”, ligado a ese
rock urbano, extiende sus influencias y su sonido, demostrando que esa etiqueta que
elegisteis para definiros, “rock and roll maldito”, parece conllevar en su propia
naturaleza ser moldeada y estar en constante evolución…
Malditería: Creo que es un disco en el que hemos buscado más nuestra personalidad y como comentas,
no nos importa evolucionar, no somos de esas bandas a las que les gusta crear desde
su zona de confort, todo lo contrario, cada nuevo trabajo es un lienzo en blanco donde
volcar todas nuestras inquietudes vitales y musicales.
Personalmente creo que el mayor cambio que ha habido en vuestro estilo para este
disco es que habéis dado mucha mayor presencia a las melodías, lo que os permite
jugar con ritmos más dinámicos y al mismo tiempo orientaros hasta un rock más clásico
y versátil. No sé si estáis de acuerdo...
Malditería: Desde luego que las melodías si que se han cuidado mucho más pero no ha sido lo
único, las armonías también se han trabajado en profundidad, al igual que los coros.
De hecho uno de mis temas favoritos es el que cierra el álbum, “Cuenta atrás”, que
además de su ímpetu e intensidad parece moverse por esquemas cercanos al blues,
¿es un género que también os influye?
Malditería: Lo que ocurre en Malditeria es que cada uno de los miembros viene de diferentes
ámbitos musicales, entonces es fácil encontrar trazas de diversos géneros, en este
caso el blues nos toca de forma directa por Raúl, ya que es una de sus principales
influencia, aunque también existe esa conexión con este género por parte de Arturo y
Nando.
Una diversidad en la manera de afrontar el rock que tiene como invitado a otro
heterodoxo del punk, como “Pela”, ¿es precisamente ese aspecto suyo el que os llamó
la atención para pedir su colaboración en “Derrapando al cementerio”?
Malditería: La verdad es que si hay algún género en el que todos coincidimos y del que todos
venimos es el Punk en castellano, y si a eso le sumas grandes dosis de Rock and Roll,
actitud y personalidad, obtienes como resultado a "Pela", nosotros solo metimos los
datos en la calculadora y ella hizo el resto.
Ese ADN del punk-rock
directo y crudo representado en temas como “Arde”...
Malditería: Como te comentaba el punk es algo que nos une de forma innegable, todos
hemos tocado en bandas de ese incluso incluso en alguna hemos coincidido antes algunos
miembros, es imposible que este género no quede en nuestro ADN musical ya que nos
ha marcado y lo sigue haciendo.
Las letras en el disco son más reflexivas, introspectivas y por momentos crípticas, ¿la
evolución de la banda también ha derivado en ese ámbito?
Malditería: Creo que en esto el momento que nos tocó vivir ha tenido mucho que ver, como
decía anteriormente, la gran parte de las canciones están compuestas en la
época Covid, por lo tanto ahí se encuentra uno de los pilares fundamentales a la hora
de analizar las canciones.
Decía la filósofa María Zambrano que hay que escribir de todo aquello que no se
puede decir, ¿sentís que este disco ha sido una inmersión en los más íntimo y oculto
de vuestras sensaciones e ideas?
Malditería: Desde luego que nuestra forma de componer se basa principalmente en una total
inmersión a las profundidades de nosotros mismos, solemos hacer este recorrido
porque supongo que entre otras cosas es una forma terapéutica de interactuar con el
mundo, y por que creemos que también tenemos algo que contar.
En el disco parece haber toda una reflexión común tejida entorno al concepto de la
creación, de la inspiración, y su relación con la vida y su difícil encaje muchas veces
con el mercado y la promoción, ¿surgió primero la idea y en función de ella hicisteis las
canciones o fueron éstas las que os llevaron a construir ese concepto?
Malditería: En este caso esa reflexión es posterior a la creación de las canciones, es algo
complicado de explicar pero a grandes rasgos es el hilo conductor interno de la obra,
escrito desde un punto de vista externo y reposado, después de escuchar el disco de
forma completa al cabo de unos días.
Picasso decía que la inspiración mejor que te coja trabajando, ¿el hecho de haber
reflexionado sobre esas ideas (la inspiración, las musas..) en el disco os ha ayudado a
llegar a conclusiones o nuevas formulaciones respecto al origen y naturaleza de ese
“algo” tan especial llamado “inspiración”?
Malditería: “Algo que Ofrecer” es un tema en el que creo que se llega a algunas conclusiones sobre
la inspiración, pero lo cierto es que es un fenómeno que se escapa del raciocinio
humano. Como bien decía Picasso mejor que nos pille trabajando, porque nunca sabemos
cuándo puede aparecer.
En canciones como “Sombras chinas” o el tema homónimo miráis con recelo a todo
aquello que rodea al mundo del arte, su parte más comercial, de marketing… ¿a veces
tenéis la sensación de que todo el envoltorio que rodea al arte puede llegar a matarlo o
desvirtuarlo?
Malditería: Creemos que es un arma de doble filo, hay casos en los que todo esto puede
acompañar a la obra de un artista, pero en otra mayoría de veces esto del “marketing
musical” parece un aro por el que tienen que pasar todos los artistas sin excepción y en
el que algunos en concreto no nos sentimos demasiado cómodos. Hablo de redes
sociales y toda esta parafernalia que se monta alrededor de una imagen. El envoltorio
puede ser un aliciente pero lo realmente importante está detrás de él.
La imagen de portada resulta muy llamativa, donde parecen darse cita -como la
imagen de Talia, representación clásica de las musas- en forma de jeroglífico las ideas
que plasmáis en el disco...
Malditería: Es una imagen muy impactante que trata de mostrar visualmente todos los conceptos
que esconde cada una de las canciones. Por eso la representación de las musas, el
coche ardiendo, etc. Preferimos que el oyente investigue y le de su propio significado a
todo lo que envuelve el disco.
En “Puede ser” ponéis en tela de juicio los supuestos avances en nuestra forma de
entender la vida que han propiciado los aparatos tecnológicos. En un momento como el
actual donde todo va tan deprisa y se escucha música mientras se hace gimnasia o se
va en el metro, ¿supone este disco, tan trabajado a todos los niveles, una
reivindicación del formato y el modo de escuchar que conlleva un álbum a la vieja
usanza?
Malditería: A día de hoy cualquier músico que se aventure a sacar un disco en formato físico ya
está haciendo una reivindicación en la forma de consumo de la música. Como bien
dices la música y todo en general parece hecho para usar y tirar, a nosotros esta
filosofía no nos gusta y hemos preferido cuidar cada detalle de este disco, sus
canciones son fáciles de digerir pero están repletas de matices, es por eso que el
oyente va a descubrir nuevas cosas a medida que vaya repasando el CD. No se si es
una reivindicación pero es nuestra manera de hacer las cosas.