Por: Javier González
Fotografías: Ricardo Roncero
El segundo disco en solitario de Fino Oyonarte se llama “Arrecife” y es una delicia. Tan sencillo de decir y tan complicado de conseguir. Pues bien, Fino lo ha vuelto a hacer. Ha mirado a sus adentros, al hombre que es hoy en día, a su alrededor y también por el retrovisor al ejemplo dejado en vida por su madre y padre, una de esas parejas eternas, de las que parece que ya no quedan, para facturar un trabajo sobrecogedor, donde la pura emoción se torna costumbre en once hermosas composiciones que desde ya se postulan para aparecer en las listas de lo mejor del año de la música estatal.
Semanas atrás pudimos sentarnos junto al almeriense por espacio de media hora larga para desgranar estas canciones. Ante nosotros un tipo que es pura afabilidad, satisfecho con el trabajo realizado y con unas inmensas ganas por continuar haciendo lo que más le gusta. Tocar, escribir canciones y seguir avanzando en una trayectoria inmaculada.
Os dejamos en compañía de uno de los mejores artistas que tenemos en nuestra música contemporánea. Maestro y amigo, Fino Oyonarte.
¿Cómo estás, Fino? ¿Qué tal va todo?
Fino: Estoy contento y emocionado de haber conseguido grabar un segundo disco y estar presentándolo. Se ha tardado mucho en hacer porque la pandemia estuvo de por medio. Me da alegría que “Arrecife” haya visto la luz y la gente esté conociendo sus canciones. Es un motivo de felicidad.
Vuelves a la carga con este “Arrecife” bajo el brazo, tras la buena acogida que tuvo por parte de la crítica tu debut, “Sueños y Tormentas”. ¿Podemos hablar de un segundo round dentro de un mismo combate?
Fino: Es verdad que son canciones con una temática similar, sigo escarbando por dentro de mí, todavía hay cosas que rascar. Comparten una sensación de introspección y de búsqueda de la forma de expresarme. Decir las cosas de una forma personal. Sigo en esa línea. Son canciones que estaban escritas a un sesenta por ciento cuando vio la luz el anterior trabajo, las dejé de lado porque Los Enemigos nos metimos a saco con “Bestieza” y necesitaba dedicación absoluta. Personalmente cuando me implico en algo lo hago en el cien por cien y más si se trata de Los Enemigos. No podía compaginar embarcarme en otra aventura paralela. Menos tres o cuatro canciones, entre ellas las dos que abren el disco que son más positivas, las escribí en plena pandemia. Parece que quería hacer ver que había que seguir adelante, haciendo lo que nos gusta. También hay dos canciones que dediqué a mis padres que se fueron en el transcurso de estos años a modo de homenaje a todo lo que me transmitieron.
¿Cómo de complicado es mirar al interior de uno mismo y plasmarlo en canciones? ¿Da miedo desnudarse tanto?
Fino: Al principio me daba vértigo y pudor. Al darme cuenta que la mejor forma de expresar lo que siento es esta, pensé que porqué me iba a condicionar o no la forma de decirlo. Hablo de lo que conozco. Hay cosas que necesito sacar de mí. Todavía tengo que aprender mucho a la hora de escribir de gente tan grande como Josele o el tristemente desaparecido Rafael Berrio. Necesitaba hacerlo de una forma honesta, sencilla y sincera. No quería nada críptico. Quería hablar de lo que sé y de lo que me pasa, emociones que tenemos todos y cosas que nos suceden casi a diario. En el primer disco no sabía si iba a ser capaz de cantarlas, luego vas tomando distancia y vas viendo que las canciones son parte de un personaje. Toman su forma y la gente se hace participe de las mismas por lo que ves, que son emociones compartidas entre todos.
¿Sientes que el paso del tiempo es una constante en estas canciones que flota entre brumas como eje vertebrador?
Fino: Hay una búsqueda de cómo he llegado hasta aquí, lo que quiero hacer, cómo hacerlo. También hay mensajes sobre no perder la ilusión. Me siento afortunado de hacer lo que hago y hacerlo con ilusión. Hablo del paso del tiempo, sí, pero también del amor, del echar de menos a alguien. Habla sobre la creatividad, pero no solo a nivel musical. A todos los niveles. Al hacer cosas vas a tener una satisfacción emocional solo por hacerlas. Habla de aceptarte como eres. A veces no sabes si vas buscando alguien como tú en el día a día. Se habla también de hacer las cosas por vocación y porque te ilusionan. No hay un condicionamiento de cubrir el expediente, hago música porque me sale del corazón, luego veremos qué tal funciona. Hay canciones que parecen que tienen el título opuesto. “Espejo” es como hablar del paso del tiempo, me sucedió una mañana al mirarme, entendí que el tipo del reflejo y yo nos teníamos que llevar bien juntos.
Qué chulada ver a un tipo que ya peina calvas, cantarle al amor de la forma en que tú lo haces aquí en “A tu Lado” y “Tan Lejos”, más si cabe en un mundo con tantos divorcios como este.
Fino: Es un juego acerca de las relaciones, además parte de la estrofa la canta Cris. Habla del amor y la amistad dentro de la pareja. Es una canción que surge por una frase de un amigo mío de infancia, al darle vueltas parece que es una frase que viene de la biblia, la dice Judas: “por qué me has elegido a mí”. Creo que son cosas interesantes para hablar en una canción, pero como todo, puede tener diferentes lecturas.
“Tempestad” desprende un tono crepuscular con una letra a mitad de camino entre la desolación y el realismo más crudo. ¿De verdad sientes que ha llegado el momento de vivir el momento?
Fino: Es la eterna pregunta. Siempre hablamos de vivir el momento, pero nos achacamos no vivirlo como deberíamos. Ya lo decía Rafael Berrio en “Simulacro”, siempre se espera a que pasen otras cosas. La felicidad son detalles tan pequeños como ver un concierto, tomar una cerveza o ver a un amigo. No es una sensación estable o constante. Son momentos fugaces. Hay mucha ansiedad en estos tiempos. Esta canción tiene un título muy tremendo, pero realmente es positiva. Lo importante no es perder o ganar, lo importante es vivir el momento y disfrutarlo con la gente que te quiere.
“Amor” es una pieza dedicada a tu madre que salvando la distancia me recuerda a “Amor de Madre” de Gabinete Caligari.
Fino: Qué curioso. Toqué en un grupo que se llamaba Amor de Madre en Almería, éramos muy pop, muy Orange Juice. Está dedicada a mi madre como bien dices. Mis padres estuvieron setenta años juntos, ya en el anterior disco había imágenes de su relación. Fallecieron durante este año pasado, fue todo muy rápido. Tuvieron una vida muy plena. Mi madre es una mujer que transmitió su simpatía. Había que tener este homenaje en este disco. Es una forma de tenerlos cerca y a la vez pasar página. Recordarles de una manera muy personal.
“La vida es un sueño” es un cierra delicado y precioso, dedicado en este caso a tu padre.
Fino: Cuando bajaba a verles en los últimos años me di cuenta que eran los últimos momentos que nos tocaba compartir. Recuerdo que me iba a tomar algo con él. Le hacía entrevistas con un cuaderno, preguntándole quiénes eran sus amigos, qué hacía en el cole de niño y qué hacía con mi madre. Esa frase la decía él acerca de mi madre cuando ella ya no estaba. Había tenido mucha suerte de haber estado con una persona y ser tan feliz queriéndose tanto. Así surgió esa canción. Son imágenes muy personales, pero se transmite la cercanía con alguien que quieres. Para mí es una canción muy importante.
En “Besteza”, el último disco de Los Enemigos, aportaste “Océano”, ahora te decantas por “Arrecife”, a la que añades otros títulos relacionados con el mar como “Embarcadero” y “Naufragar”. ¿Está echando Fino Oyonarte más que nunca su Almería natal?
Fino: No había caído. Es posible. Me vine de Almería en el año 1985. Hay muchas referencias al agua, hay mucho de simbólico. Iba mucho a zonas marítimas de pequeño y de adolescente a estar de juerga. Es una especie de homenaje a la costa de Almería y los momentos que he vivido allí. Esa es una canción en la que participa Joaquín Pascual. Es un tipo hablando de sus cosas entre riscos. Reflexiono sobre la vida y lo que hago, acerca de si es algo que me llena plenamente. Son elementos fugaces tanto interiores como exteriores a nivel de imágenes.
Hay muchos nombres interesantes que colaboran, pero sobresale en la producción el de César Verdú.
Fino: César se vino a vivir cerca de mí al comenzar el confinamiento. Al darme cuenta que con Los Enemigos no íbamos a poder hacer nada de conciertos, me puse a leer, escribir y dibujar. Intentaba expresarme de alguna manera. Al pasar el tiempo pensé que era momento de recuperar las canciones que tenía para un segundo disco. Tener a César a mi lado ha sido un puntazo. Nos veíamos de vez en cuando. Estoy acostumbrado a hacer discos de forma más rápida, puesto que en este caso nos juntábamos a tirones, de vez en cuando. Nos fuimos a Valencia y grabamos las bases y después hubo más tandas de grabación. En su momento lo vi como tortura, ahora lo veo de forma distinta. Me sorprende que las canciones no hayan perdido vigencia y que me sigan gustando. A veces como músico estás deseando abandonarlas. Es como cuando tienes un hijo y ya deseas que se vaya de casa. (Risas)
Fino: Raúl y yo no nos conocemos personalmente, es curioso. Me llamó a raíz del homenaje a Rafael Berrio para participar y le dije que encantado. Llevaba tocando “Simulacro” algún tiempo en directo. De hecho, al tocar en Donosti, Rafa vino a verme, ya estaba preparando “Niño Futuro”, fue algo muy emocionante. Cuando tocó aquí en Madrid, solo con guitarra y piano fue una pasada. Me iba a tocar solo por ahí y me llevaba su disco. La música de Rafa me ha tocado mucho. Le comenté a Raúl si quería hacer algo en el álbum y ha colaborado en algunas canciones. Hay otras muchas colaboraciones en el disco, grandes músicos que me han brindado una experiencia maravillosa. Joaquín Pascual también me ha implicado en otra aventura como es la producción del nuevo disco de Surfin´ Bichos, pasamos un buen rato juntos. Ayudé un poco a grabar el disco y producirlo.
Sabemos que tienes mucha música en la cabeza, pero de entre el Fino rockero descarnado con Los Enemigos, el intimista o el productor de bandas con Los Planetas o Lagartija Nick y ahora Surfin´ Bichos. ¿Con cuál te quedas?
Fino: Es complicado. Me quedo con todas, lógicamente. Ahora tengo más interés en desarrollar mi carrera en solitario. Lo que no quita que en Los Enemigos me dejo la piel. Es mi vida y mi aprendizaje. Todo lo que hemos hecho es enorme. El agradecimiento de la gente durante todos estos años. Tocar seis discos antiguos como hemos hecho últimamente ha sido muy bueno. Disfruto mucho tocando canciones como “John Wayne” y “Septiembre”, las he tocado miles de veces, pero no las hago mecánicamente. Quizás ahora me interese algo más por una cuestión de tiempo hacer canciones para mi proyecto y para Los Enemigos, donde tengo mi aportación artística. Los Enemigos somos un ente en que todos participamos de alguna manera como una gran familia. Es difícil responder a esa pregunta. Haber hecho lo de Surfin´ ha sido muy interesante y me he volcado. A ver qué opina la gente.
De entre todos los discos en que has participado, ¿cuál es el número uno de tu clasificación?
Fino: Es difícil, hay discos que tienen un momento muy puntual en el tiempo. “Súper 8” de Los Planetas para mí es importante, lo hice a la vez que estábamos grabando “Tras el último no va nadie”. No dormía, salí de esa espiral de casualidad. Esos dos discos son importantes. Si imagino cosas muy puntuales, a veces tengo sensaciones de las vivencias que van unidas al disco. No solo me centro en los resultados comerciales. “Gas” o “La Vida Mata” son recuerdos muy potentes. A mí me hizo mucha ilusión hacer los álbumes de Clovis, luego fue decepcionante que no hubiera respuesta y muy duro sacar adelante las cosas. Sacar un trabajo y que solo puedas hacer acústicos. He tocado delante de dos y de miles personas. Me acuerdo más del concierto para dos. Si te enfrentas a eso sin naufragar, no te retiras. Ojalá pueda tocar este trabajo como suenan las canciones, pero si no, lo haré en acústico y con piano. Estos discos en solitario están en mi lista muy arriba. Ahora mismo son, junto a “Bestieza”, con los que me siento muy identificado. Son canciones muy distintas si comparas todas, unos tocando con toda la banda, disfrutando y dando saltos como un chaval, otros más reposados. Tocar con Los Enemigos es un chute de energía muy potente.
¿Qué planes de gira planteas para “Arrecife”?
Fino: Empezamos a tocar en Murcia el día 10, presenté las canciones en formato solo con guitara acústica. Me gustaría montar banda y hacer conciertos. Todo está abierto, pero la realidad es la realidad. Sé cómo están las cosas y no voy a hacer una locura. Si tienes dos pinchazos lo notas demasiado. Quiero tocar, salir a la carretera y tocar mis canciones. No había hecho cosas así nunca antes de sacar discos en solitario. Encima me estoy autoeditando, con la cantidad de tiempo que te quita todo eso. Menos mal que me ayudan desde Emerge, pero todo esto te quita tiempo que te separa de la parte creativa. Es lo que hay. También eres dueño de tu propio trabajo y no está en manos de otras personas que no te hacen caso si no generas. Nadie va a cuidarlo más que yo.