Por: David Marsé
La melodía y la distorsión. La crudeza y la delicadeza. El dúo Alondra Galopa es una formación que encuentra en la dicotomía su tesoro inspiracional. Con un pie en la electricidad de las fornidas guitarras de Juan A. Salinas y otro en la melódica y dulce voz de Mónica Navarro, su nuevo homónimo disco vuelve a dibujar un paisaje donde los áridos terrenos instrumentales son atravesados con calmadas interpretaciones. A veces intrigantes, otras impulsivas y siempre abrazadas por la melancolía, estas nuevas canciones son el reflejo de un proyecto tan particular como interesante, por ello nos ponemos en contacto con su parte femenina para conocerlo y descubrirlo en profundidad.
Han pasado cinco años desde vuestro anterior disco, ¿es un tiempo consecuencia de la consabida pandemia o esa demora es el resultado de una mayor elaboración en su contenido
Mónica Navarro: Evidentemente la pandemia supuso un parón grande en nuestros planes, como para todo el mundo, imagino, pero la verdad, es que se mezcló también con cuestiones personales y familiares, que al final, nos hicieron posponerlo todo hasta que se ha podido.
Sois un dúo compuesto por dos personas provenientes de escenas muy diferentes, ¿Alondra Galopa es el resultado de un punto medio común donde os encontráis o la unión de dos personalidades musicales casi opuestas?
Mónica Navarro: Al principio seguramente llegábamos a ese punto medio común, quizás porque musicalmente nos conocíamos menos, pero ahora, que nos entendemos bastante bien, unimos nuestras propuestas en una sola.
Electricidad y melodía, post punk denso y pop, ¿Alondra Galopa se nutre principalmente de elementos opuestos?
Mónica Navarro: Totalmente, además, nos gustan los contrastes, y creo que es evidente en todos nuestros discos, con temas que pasan de la oscuridad a la luz en cualquier momento. Un hecho que es el reflejo también del tipo de música que escuchamos en el día a día, lo mismo podemos ir a Fugazi que Belle & Sebastian, Idles, Sonic Youth, Beak, Yo la tengo o por otro lado Deerhunter, Perfume Genius, Real Estate o Sufjan Stevens…
¿En la escritura de las canciones, hay roles claramente asignados? ¿Cada uno de vosotros representa una de esas dos corrientes que alimenta el proyecto?
Mónica Navarro: Normalmente Juan Antonio hace todas las guitarras, las rítmicas y melodías iniciales, y a partir de ahí, en su cabeza ya se van dibujando el bajo y la batería. Las letras, melodías de voz y teclados suelen correr a mi cargo, aunque no siempre, muchas letras están hechas entre los dos, o bien por uno u otro.
Para componer, siempre partís de un aspecto instrumental o a veces es la propia voz, una melodía cantada, la que puede originar una canción?
Mónica Navarro: Casi siempre solemos partir de una base rítmica de guitarra, y a partir de ahí, hacemos la melodía de la voz y las letras. En ciertas ocasiones han surgido de alguna improvisación grabada de la que ha podido nacer alguna melodía que hemos usado.
Tengo la sensación que este es el disco en el que plasmáis esa faceta eléctrica de manera más contundente y cruda, ¿eso es algo que se plantea antes de iniciar el proceso de composición?
Mónica Navarro: Que va, llegamos de manera natural, no tenemos una idea preconcebida de cómo queremos que sea este disco o el otro, o los temas en concreto, siempre nacen de la sensación que nos aporta cada momento. Conforme iban saliendo las demos de los temas, nos pedían algo más de "gain" en las guitarras y a raíz de esto cohesionamos la producción con un sonido concreto.
Tu voz es fundamental en este proyecto, sobre todo porque no solo se trata de cantar acompañado de una presencia sonora, sino que se modula y moldea según la canción lo demande, adoptando el rol casi de un instrumento más...
Mónica Navarro: La versatilidad en mi voz me permite jugar con las melodías en cada tema, pasando del grave al agudo según la canción lo requiera, pero comportándose, como un instrumento, más que como voz principal, empastando con los demás instrumentos. En esta producción cantaba las canciones en varias tomas octavando arriba y abajo para llegar a donde queríamos.
“Despiértame” es la canción más oscura y cruda del repertorio donde no está presente ese contrapunto más melódico, ¿desde el primer momento tuvisteis claro que debía adoptar esa forma?
Mónica Navarro: Realmente con este tema estuvo claro desde el principio, no encajaba el contrapunto pop por ningún lado y tampoco quisimos dárselo, se fue creando así de forma natural. Incluso en la última revisión que hicimos del tema, se le añadió unas guitarras extra que lo hacen aún más inquietante. Probablemente por eso la voz principal en este caso es la masculina, creando un pack completo de graves y oscuridad junto al sintetizador, bajo y guitarra.
Los textos tienen en común su faceta realista pero abierta a su interpretación y un sentimiento de desamparo y de incertidumbre, ¿el propio sentido musical del proyecto propicia ese tipo de textos?
Mónica Navarro: De eso se trata, aunque estén escritas desde una vivencia o sensaciones personales, las letras deben estar abiertas a interpretación y por supuesto, que cada persona que lo escuche lo puedo llevar a su terreno. En cuanto a la hora de concebirlas, si el tema está más o menos cerrado, la letra se intenta adaptar a la canción para completar el sentido del tema, pero en general, solemos tratarlas de forma individual.
Ese sentimiento que late en el disco, ¿es resultado de las sensaciones producidas por la época que estamos pasando o responden a una reflexión más universal…
Mónica Navarro: La situación que vivimos durante la pandemia creo que fue algo abrumador para todo el mundo y creó una sensación de incertidumbre y desasosiego generalizados. Sin embargo, nuestros temas se alejaron un poco de ese sentimiento, porque a nivel personal, pasaron cosa en nuestras vidas que influyeron mucho más en nosotros a la hora de componer.
Además de este EP tenéis pensado sacar otro más adelante que se juntarán para dar forma a un disco completo, ¿desde el primer momento tuvisteis en la mano las composiciones para un disco largo que decidisteis partir en dos o fue al revés ese proceso?
Mónica Navarro: No, desde el principio íbamos a sacar un Ep, pero todavía había temas y bocetos por terminar y decidimos que podíamos hacer un segundo que sacaríamos algo después, para después juntarlos y editarlos en vinilo.
Entiendo que ambos discos (cortos) tendrán una identidad identificativa, que posibiliten escucharlos en solitario, pero al mismo tiempo capaz de construir juntos una idea común que dé forma a un álbum...
Mónica Navarro: Efectivamente, aunque serán dos trabajos diferentes, seguirán una línea común, de tal forma que se puedan escuchar por separado pero al unirlos, formen un solo álbum. La producción, mezcla y masterización está planeada para que se haga con las mismas manos y esperamos que el próximo EP no sea una reiteración de lo anterior, si no que por el contrario sea un complemento perfecto.
De hecho cerráis el disco con un “tema” de aspecto casero donde solo se oye una acústica, ¿es solo un cebo advirtiendo que habrá una continuación o nos ofrece alguna pista del sonido que tendrá?
Mónica Navarro: Como su “título” indica con unos puntos suspensivos. Se deja la puerta abierta al siguiente Ep. En realidad es una melodía de veinte segundos. Y puede que la desarrollemos de alguna manera para Alondra Galopa EP2. Pronto lo sabremos...