Allá por 2020, los británicos The 1975 lanzaron "Notes on a conditional form", disco que
dejó a los fans de la banda medio fríos. Ahora, dos años después y una pandemia de
por medio, el ambiente se caldea, y de qué manera, gracias al fantástico "Being funny
in a foreign language".
De primeras, puede parecer este un disco… extraño. Pero es que The 1975 son así: una
banda extraña, inclasificable, única en su especie. Su sonido es un estado de ánimo en
sí mismo, una mezcla de diversión, melancolía, tristeza y euforia. Es conducir de noche
mientras la lluvia te golpetea en el cristal y es pegar botes en un concierto abrazando a
tus amigos, con una cerveza en la mano.
Escrito por Matty Healy y George Daniel (voz principal y batería, respectivamente), el
disco nació bajo una premisa: utilizar solamente instrumentos musicales reales, nada de
ordenadores. Tal y como afirmó Matty en The New York Times hace unos meses: "Era
“Toca y grábalo”. Instrumentos reales. Siempre puedes encontrar algo en un ordenador
que haga el trabajo. (…) Ahora sabes que cualquier chaval puede hacer algo en su
habitación que suene increíble. Lo que no puedes es haber estado en una banda durante
20 años, ser grandes músicos, entrar a una habitación y tener esa libertad”.
Y de esta libertad, y de este amor por la música más allá del autotune, nace este trabajo, que se inicia con una una especie de "canción-intro" (por llamarla de alguna
manera), extraña, que te hace enarcar una ceja, aunque no sabes si para bien o para
mal. Y donde, dentro de una crítica incisiva a esta era obsesionada con aparentar, con
las redes sociales y con el sueño americano, encuentras una demoledora frase: "I’m
sorry if you’re living and you’re seventeen".
El que escucha no sabe muy bien, tras este inicio, qué esperar a continuación pero llega
ya un puro trallazo "marca The 1975" total en forma de la oda al amor romántico "Happiness", canción que hace honor a su título, divertida, energizante y perfecta para
corear y bailar en los conciertos, en la línea de sus ya míticas "It’s not living (If it’s not
with you)" y "The Sound". "Happiness" y su estribillo "My, my, my" son un clásico
instantáneo. Además, su toque jazzy la hace muy interesante.
Seguimos el tono festivo con "Looking for somebody (to love)" y el fan está ya muy
contento porque todo lo que está escuchando es The 1975 en estado puro. The 1975 en
estado puro porque te ponen a bailar gracias a una música alegre y disfrutona y, a la vez,
estás coreando una letra sarcástica y crítica, en este caso, con la “masculinidad tóxica”.
Y The 1975 en estado puro también es "Part of the band", una de esas rarezas que solo
hace este grupo y que te dejan un poco "¿ein?" pero que, en algunas ocasiones como
en esta, te sorprendes volviendo a reproducirla porque tiene algo que te gusta, que te
atrapa.
El viaje sigue con una de las ya favoritas de los fans, "Oh Caroline". Una canción que al
principio te gusta, es bonita, sí. Es simpática. Después, vas enganchándote y la
reproduces otra vez. Y luego otra y, cuando te quieres dar cuenta, deseas que haya una
Caroline en tu vida a la que cantarle este tema en mitad de la calle (o, al menos, enviarle
el enlace de Spotify por Whatsapp).
Y viene otro plato fuerte. Sí, el quinto disco de la banda británica está llenito de platos
fuertes. "I’m in love with you" es un luminoso tema que te da ganas de vivir. Con un
precioso videoclip, la canción reúne esa mezcla que tan maravillosamente
bien hacen estos chicos: mucho romanticismo, mucho sentido del humor y mucho ritmo.
Tras toda esta euforia, bajoncito. Y no porque sea una parte de temas más reposados, o
tranquilos, o tristes. No. Viene un bajoncito porque "All I need to hear", "Wintering" y "Human too" sí, son canciones calmadas pero el bajón no viene de ahí, sino de que no
están a la altura de lo que llevábamos hasta ahora. Probablemente que las tres estén
seguidas en el tracklist tampoco les hace un favor. No están mal, pero resultan las típicas pistas que te saltan en una "Chill afternoon list" en Spotify, las escuchas en piloto automático y ni te fijas en quién estaba detrás de eso.
Menos mal que llega la, para mí, una de las obras cumbre de todo lo que han hecho The
1975 en sus once años de carrera. "About you" es magia. Te transporta lejos, a un mundo
que solo existe cuando escuchas esta canción. Te sumerges en ella y te vas
durante cinco minutos y medio a otro sitio, en el cual no estabas antes. La magia viene de la letra, la magia viene de la música, la magia viene de los arreglos y
la magia viene de la intervención de (la para mí hasta ahora desconocida) Carly Holt, con
una preciosa y breve parte que sube la canción a la exosfera. Absolutamente
maravillosa.
El espectáculo se cierra con "When we are together", la cual podría encuadrar dentro
del grupito de las "Chill afternoon list" antes mencionadas. Está bien, es un final
tranquilo y agradable pero no a la altura de auténticas joyitas como otras que nos ha
traído este disco.
"Being Funny in a Foreign Language" es un disco especial. Es un disco que a los fans de la banda nos confirma
la esperanza de que, sí, The 1975 han vuelto y por la puerta grande. Pero no solo nos da
esperanzas a nosotros sino también a cualquier amante de la música en general porque,
en un mundo repleto de bandas clónicas, llegan estos chicos y te dan cosas que nunca
jamás habías escuchado. Nos traen un sonido que, antes de ellos, no existía. Y pocas
bandas pueden decir eso.