Isabel López & Miguel López: “Viaje A Caledonia”


Por: Txema Mañeru 

Cuando vi la preciosa portada de este libro en un escaparate con la imagen de un Van Morrison hippy, joven y salvaje ya sabía que me iba a encantar. Más aún al ver la firma de Isabel López y Miguel López en la portada. Del veterano Miguel ya disfruté a tope con su estupendo “The Last Waltz. Imposible Vivir Así’, en esta misma editorial , sobre The Band. También tiene en esta editorial “El Poder De Las Preguntas” que no he tenido aún el gusto de leer. Isabel tiene otra biografía sobre Tom Waits y acaba de participar en el libro “100 Años en la Carretera, Homenaje a Jack Kerouac” que lleva también la firma de Miguel López. Por cierto, si te pasas por www.silexediciones.com, te recomendamos otras dos joyas muy recientes y que han estado entre los mejores libros musicales del año pasado. Te hablamos de “Viva El Rollo! Una Crónica de Rock & Rollo en la España de 1975”, a cargo del batería de Gabinete Caligari, Edi Clavo y de las 800 páginas de “Frank Zappa (1940 – 1993) con la firma del músico Román García Albertos (Caballero Reynaldo & The Grand Kazoo, Los Marañones).

Pero ahora es el momento de viajar hasta Caledonia con el mejor y más joven Van Morrison. En la foto de portada, de las sesiones del disco “Saint Dominic’s Preview”, Van está tocando la guitarra acústica en las escaleras de una iglesia. Isabel y Miguel López entrelazan la biografía musical y la vital que narra el viaje musical del más grande músico irlandés de todos los tiempos. Lo hacen de manera cronológica y está todo muy bien adornado por montones de fotografías en blanco y negro y también muchas en color entre las que figuran muchos de los discos que jalonan su interminable discografía. 

25 capítulos que finalizan con un apasionante “¿Dónde Se Han Ido Todos Los Rebeldes?” con algunas frases que no nos podemos resistir a reproducir. “El mapa que conduce a ese tesoro se lo dibuja cada cual. Van Morrison aporta su glosario personal y universal: curación, música, amor, exilio, agua, radio o el nombre de las calles de su infancia… al principio no fue el verbo, sino la música. Y convierte la música también en palabras, en un extraño dialecto que utiliza irónicamente el silencio como columna vertebral, al que insufla un sentido propio e intransferible que cada cual debe interpretar en su soledad más desgarradora: la soledad de la vida y de la muerte, _Van Morrison llega más lejos que nadie en su misión de transformar la voz en el idioma, incomprensible y revelador, de un país imaginario hacia el que viaja sin descanso: Caledonia”.

¡Pero la grandeza de la obra de Van no reside tan solo en la ingente amplitud de la misma! La verdad es que en este aspecto, soy de los que creen que en el nuevo milenio (y especialmente en la última década) se pudiera haber ahorrado algunos discos o haber facturado algunos con la mitad de duración de la que han tenido. Pero así es el huraño genio irlandés… genio… y figura.

Para mí nunca superó, ni lo hará, la grandeza de su debut “oficial” con el sublime “Astral Weeks”, pero tiene al menos una docena de trabajos más que andan muy cerca de su clase y categoría. Además, con la sabia combinación y variedad de su soul irlandés con folk, blues, jazz, música celta, rhythm and blues y hasta skiffle como en sus últimos pasos. Isabel y Miguel aún creen que Van puede hacer su mejor disco o su mejor canción, pero en eso sí que son casi los únicos. Eso sí, no será por no intentarlo una y otra vez. Creo que lleva más de una docena de discos o por ahí tan solo en los últimos siete u ocho años. Y el libro llega hasta a hablar del reciente “Latest Record Project Volume 1” que debe hacer el disco número 42 en estudio. ¡Voy a volver a escuchar “Astral Weeks”, “Into The Music”, “Veedom Fleece” o “Irish Heartbeat” como he hecho leyendo esta apasionante biografía!