Por: Txema Mañeru
Más de 50 años tiene este mítico LP. Quizás no sea tan famoso como el “Brothers & Sisters” o el genial directo que sacó este mismo sello hace un par de meses en vinilo doble con portada "gatefold" y sendos vinilos de 180 gramos. Sin embargo, yo creo que es uno de sus trabajos más grandes y por eso nos llega ahora con esta merecida gran presentación y edición. Los seguidores de la banda de Jacksonville son tan impenitentes como las de otros coetáneos llamados Grateful Dead. Ambos han sido de las experiencias más especiales que se han podido vivir en directo. Limitar a los Allman al rock sureño o al fenómeno de las jam bands es perdernos gran parte de sus esencias. Blues y country, más algunas gotas de jazz pueden saborearse tanto en su buena discografía como, sobre todo, en sus impresionantes muestras en vivo.
"Idlewild South" fue su esperado segundo disco. Ya por aquel entonces, Eric Clapton había recurrido a Duane Allman para hacer sus diabluras con la guitarra en su disco con Derek & The Dominoes, "Layla And Other Assorted Love Songs". El nombre de este trabajo viene de una remota cabaña en la que ensayaban y se montaban sus jolgorios. El álbum está brillantemente remasterizado y así gozamos con el inicio espectacular de la contagiosa "Revival". Gran arranque instrumental marca de la casa y luego esas voces y ambientes hippies de primera. Duane se sale con la slide en "Don’t Keep Me Wanderin’", con guapos aires southern rock. Además tenemos éxitos como la popular y mil veces versionada "Midnight Rider" y su acústico country-folk. Una joya que han versionado con desigual, pero bastante, acierto, Bob Seger, Joe Cocker, Willie Nelson o Waylon Jennings, entre bastantes más. Le sigue el tema más largo del disco, y el más popular. "In Memory of Elizabeth Reed'", otro fijo en sus fulgurantes conciertos y uno de sus mejores instrumentales con versiones que han llegado a sobrepasar la media hora de duración.
La cara B comienza con su buena versión del "Hoochie Coochie Man", de Muddy Waters, pero compuesta por el gran Willie Dixon. Luego llegaba el estupendo y emocionante lento "Please Call Home", con sentida voz y finísimos punteos. Quizás no sea tan famosa, pero es una de mis indiscutibles favoritas. El colosal final para el disco original es con "Leave My Blues At Home" y esos dobles punteos expansivos entre Duane y Dickey Betts. Ambos últimos cortes compuestos por un Greg que canta muy bien y que se sale con su órgano, además de estar más que bien en ocasiones con su piano. ¡Que no solo de las dobles guitarras y baterías vivían los Allman!
Para el prestigioso crítico Bruce Eder es su mejor disco de estudio, aunque la fama haya ido más encaminada hacia el “Brothers & Sisters”, pero más por cuestiones extra musicales.
¡Ojalá que la gente de Elemental Music / Distrijazz nos siga trayendo toda la discografía de los Allman en vinilo virgen de 180 gramos (en ediciones de coleccionista limitadas a 1.000 copias) y que sigan sacando más joyas del rock’n’roll, soul, blues y psicodelia de los años 60 y 70!