Por: Javier González
Solo dos años han hecho falta para que Depresión Sonora se haya convertido en uno de los proyectos con más presente y futuro de nuestra música. Un par de EPs iniciales, “Depresión Sonora” e “Historias Tristes para Dormir Bien”, consiguieron que cada una de sus canciones superaran las ciento de miles reproducciones en plataformas, cortes complementados hace apenas unas semanas con su primer larga duración, “El Arte de Morir Muy Despacio”, otra estupenda colección de composiciones de claro regusto postpunk capaces de conectar con un público joven identificado con la temática existencial que se aborda en estos notables once temas.
Contactamos telefónicamente con Marcos Crespo, cabeza pensante que se esconde detrás de Depresión Sonora, con objeto de conocer más de cerca los secretos de este debut, responde directo y a degüello ante cada pregunta, demostrando que su talento va mucho más allá de lo puramente musical. Savia nueva para nuestra música, repleta de talento. Con todos ustedes, Depresión Sonora.
¿Qué tal vas, Marcos?
Marcos: Muy buena pregunta, todo el mundo te pregunta sobre lo que haces, no sobre cómo estás. Me pilláis de gira, como más me gusta, con el disco recién sacado y tocando.
Tal y como comentas hace apenas unos días vio la luz “El Arte de Morir Despacio”, un auténtico discazo. ¿Cómo te sientes ante la maravillosa acogida que está teniendo?
Marcos: Me alegro que te parezca así. Estoy encantado, ha sido mucho curro, pero siempre he querido grabar un disco y este es el primero. Ha sido mucho trabajo, mimo y mucho pensar las cosas. He quedado contento y si le gusta a la gente estaré muy agradecido.
Anteriormente en apenas dos años, habías editado dos Eps que tuvieron una repercusión mayúscula, “Depresión Sonora” e “Historias Tristes para Dormir Bien”. ¿Qué sentiste al ver la forma en que fue recibido tu proyecto?
Marcos: Fue surrealista todo. Es algo que hice genuinamente en mi casa, me apetecía hacer música y lo subí a internet sin más, todo ello en mitad de la pandemia. Estaba en mi cuarto viendo como cada vez subían más los números de escuchas en el ordenador. Fue surrealista todo. Cuando salimos decidí tomármelo en serio y fiché por un sello hasta hoy.
Poco más de dos años y un total de 22 canciones. ¿Eres consciente que estás demostrando un enorme torrente creativo?
Marcos: No sé, parece que sí. Lo veo desde otra perspectiva, hago música, a la gente le gusta y simplemente disfruto de ello.
El título es bastante poético, “El Arte de Morir Despacio”, ¿de dónde surge una forma tan bella de llamar a este puñado de canciones?
Marcos: Es una frase que aparece en la canción “Donde están mis Amigos”. El título fue lo primero que se me ocurrió, estaba un día en la ducha y me vino sin más. Me gustaba como concepto y a raíz de ahí he ido escribiendo las canciones y tirando de todo.
No había sospechado la influencia del rock progresivo y conceptual.
Marcos: Me ha encantado siempre el rock psicodélico y progresivo. No son referencias que aparezcan, pero a nivel conceptual sí que hay un concepto que tiene peso.
El disco aparece dividido en tres actos, a la manera de una obra de teatro con presentación, nudo y desenlace. ¿A qué se debe esa forma de hacer?
Marcos: Me gustaba hacerlo en estructura clásica de introducción, nudo y desenlace. Es una forma potente de contar una historia y todo el mundo tiene asimilada cómo funciona una historia.
A lo largo de las canciones hay mucho pop de guitarras sinuosas y ambientaciones que se contraponen con letras duras y un tono de voz decididamente áspero, crudo.
Marcos: Lo veo muy guay. Me ha gustado hacer canciones rápidas con melodías mayores, muy melancólicas y nostálgicas, pero dando un mensaje mucho más profundo de fondo. La voz acompaña mucho porque me gusta narrar y contar cosas, mucho más que centrarme en la melodía.
Parece que The Smiths, The Cure y Durruti Column son influencias claras. Vivan los ochenta.
Marcos: No especialmente, no creaas. Obviamente me gusta toda esa música y son referencias, pero estoy más ligado a una forma de hacer música más lo-fi, basado en una forma de hacer composiciones con un sonido oscuro y apagado.
Algunas de aquellas bandas hablaban de un tiempo de reconversión, las políticas de Thatcher, siendo reflejo de los años ochenta, pienso que tú traes aquello hasta la inquietud de nuestros días para la sociedad… ¿Piensas que junto al amor es la temática fundamental del álbum?
Marcos: Lo es, totalmente. El amor es un tema claro, es un tema que rodea mi vida por completo, pero sobre todo a nivel introspectivo y personal de preguntarse cosas. También muestra distintas etapas vitales que va pasando uno. Es un trabajo que va girando a través de todo un mensaje personal que está influenciado por el contexto en que vivimos.
Uno de los cortes fundamentales es “Dos Adolescentes y su Primer amor”, una composición totalmente narrativa.
Marcos: Es una historia muy personal que muestra la idea de un primer amor en que todo es tan idílico, pero que acaba y todo se vuelve amargo. Es una transición entre la primera y segunda parte del disco.
Al escuchar “Voy a Explotar”, me he dado cuenta de la referencia a Kortatu.
Marcos: La frase “Mierda de Ciudad” viene de Kortatu totalmente. Ahora no los escucho tanto, pero los he quemado una barbaridad durante una etapa. En otras canciones hay más referencias a Cicatriz y Elektroduendes, también están Ilegales que son otros de mis grupos favoritos.
Estás dando en el clavo con algunas de las referencias…
Marcos: Creo que nos vamos a llevar bien si nos conocemos personalmente. (Risas)
“Como todo el mundo” es una fotografía tuya, donde vienes a decir: “me voy de casa y quiero ser artista”.
Marcos: Esa canción la usé para cerrar el disco. Quería matar el ego y el hablar de uno mismo. Es una forma de decir que no soy especial, soy como todo el mundo. Es una forma de abandonar la oscuridad.
Estás grabando para Sonido Muchacho, uno de nuestros sellos más interesantes repleto de talento joven.
Marcos: Hay más sellos que están trabajando bien, pero Sonido Muchacho es de los independientes más interesantes. Humo Internacional y Helsinki tienen también cosas interesantes. Nunca hubiera pensado que hubiera tantas bandas de cariz oscuro, creo que es un nicho no cubierto en los últimos años y ahora la gente se identifica con esos sonidos. De unos años ahora esa clase de propuesta está menos vacía.
Me ha gustado mucho el video “Donde Están mis Amigos”, es una forma de ver como se divierten las nuevas generaciones.
Marcos: Ahora ha habido un resurgimiento del movimiento club, la música electrónica y techno oscuro. La gente está muy puesto en eso.
Me ha recordado al libro “Bakalao: Historia oral de la música de Baile en Valencia”, donde se muestra una realidad de aquello muy distinta de lo que se encargó de hacer el extinto Canal Plus.
Marcos: Me parece interesante esa movida. He usado muchos recortes de fiestas de los noventa en video que tengo colgados por la red. Daré una lectura al libro que comentas.
¿En qué punto del camino está Depresión Sonora? ¿Es un proyecto que actualmente da para vivir?
Marcos: En parte sí y en parte no. Podría malvivir de él. Ahora estoy haciendo más cosas a la vez. En este momento andamos montando la gira, por ejemplo, Madrid lo tengo reservado y sacaré la fecha más adelante. Tengo ganas de presentar el disco completo con visuales y luces. Ahora nos vamos por todo Latinoamérica y tengo muchas ganas de hacerlo. Allí funcionamos muy bien.