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Por: Txema Mañeru
En su día fue bautizado como el heredero británico de Jimi Hendrix, llegando a triunfar hasta comercialmente con unos Procol Harum con los que hizo sus discos clave. También estuvo en la mejor banda de Jack Bruce tras la separación de Cream. Nada de eso parece importarle demasiado, no obstante, no toca temas de dicha banda en sus conciertos y procura recurrir mayormente a sus últimos trabajos porque son con los que se siente más a gusto. De hecho, como no puede estar tocando todo lo que quisiera en directo a sus 77 años, ya tiene entre manos otros disco que puede entregar antes de finalizar el año o a comienzos del próximo porque tiene suficientes canciones con calidad para ello.
Al igual que las tiene este destacado "No More Worlds To Conquer" (Provogue / Top Artist) que te invitamos a escuchar con tranquilidad. Slow-rock, blues arrastrado y hard-rock a tempo lento con algún destello casi progresivo. Todo eso te puedes encontrar en un disco que arranca con un claro single como "Ball Of Fire", tema inspirado al ver un documental sobre Gary Cooper. Pegadizo estribillo y un ritmo y una instrumentación geniales con la única pega de que Richard Watts está más flojo que en otros momentos con la voz. Sigue con un excelente lento que no es otro que el tema titular, "No More Worlds To Conquer", en el que nos engaña con su título pues no está todavía dispuesto a detenerse. Leve ritmo funk para una delicada "Deadly Kiss" con excelentes punteos y, ahora sí, con una buena voz en falsete. "Birdsong" es un espectacular lento de blues crepuscular, algo que repite en "Wither On The Vine", con ecos a Hendrix, pero también al mejor Mark Knopfler. En "Waiting For The Rain To Fall" suena a versión del slow-rock sofisticado de los mejores Steely Dan o Chris Rea.
No va a rehusar a realizar unas las letras que contienen quejas ante los impresentables políticos que nos gobiernan en temas como "Cloud Across The Sun" o en otro gran single y videoclip titulado "The Razor's Edge"."‘Fire To Ashes" es otro espectacular lento con base blues en la que su guitarra destacando sobremanera pero bien apoyada en el órgano de Paddy Milner. Finaliza estupendamente con el acogedor "I Will Always Be Your Shelter", en cuyas guitarras poder refugiarnos.
Slow Rock & Blues cargado de genialidad y con alta emoción en muchos momentos. Trower sigue involucrado hasta la médula y por eso hasta se encarga del llamativo art-work del trabajo. Sin inventar nada nuevo, pero haciendo lo suyo con calidad y entrega, puede llegar a los amantes de estos estilos musicales inmortales y atemporales.
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