Entrevista: Arancha Moreno


“Quique es muy honesto, comprometido y extremadamente generoso” 

Por: Javier González 

En un país donde la música es considerada cultura solo por una parte marginal de la sociedad es sumamente importante que contemos con figuras periodísticas como Arancha Moreno. Para muchos de los que la conocimos desde la distancia, compartiendo educados saludos en conciertos que se celebraban en pequeñas salas, es un honor ver su evolución y saber con certeza que las publicaciones que hoy dirige con éxito, serán parte fundamental de la hemeroteca del pop-rock estatal dentro de unos años. 

Pero como decimos, Arancha no descuida el presente, un presente ajetreado que la tiene tras la dirección de las publicaciones de Efe Eme y Cuadernos Efe Eme, labores que complementa con su faceta de escritora. Con ella han compartido confesiones mitos como Coque Malla, José Ignacio Lapido e Iván Ferreiro. Su última “víctima” ha sido Quique González al que interroga al milímetro para acabar de dar vida a un conjunto de páginas intensas que nos brindan el complemento ideal para acabar de conocer más a fondo a uno de nuestros héroes más respetados. 

Contactamos con Arancha, quien en pocas semanas, concretamente el 23 de Noviembre, estará presentando su libro en la Fnac, como siempre, nos recibe con cercanía y tacto. Demostrando una vez más que su amor por la música es su principal motor creativo. Con su magnífica compañía os dejamos. 

¿Qué tal va todo, Arancha? ¿Cómo estás afrontando desde el sector musical la salida de la crisis del Covid y la llegada de una nueva y terrible etapa de incertidumbre con esta nueva crisis que ha venido para quedarse? 

Arancha: Llevamos dos años aprendiendo a vivir de otra forma, y sin duda las reglas del juego, de la vida y de la música han cambiado tras la pandemia. Este sector, el de la música, siempre ha caminado bastante por el filo de la navaja, así que está más acostumbrado a la incertidumbre que otros muchos gremios, a vivir sin red de seguridad. Aun así, la sacudida ha sido brutal y vamos a tardar mucho en salir del bache. La prensa musical también, porque a las batallas normales de ofrecer buenos contenidos y atraer lectores hay que sumarle la crisis económica y la propia del sector. Tiempos muy difíciles. 

Vuelves a vestirte de actualidad gracias a la publicación meses atrás de “Quique González: Conversaciones”. ¿Es cosa nuestra o le estás cogiendo el gusto al tema de escribir libros enciclopédicos sobre la vida y milagros de nuestros artistas más potentes? 

Arancha: (Risas) No tengo intención de escribir libros enciclopédicos, más bien son monográficos. Los dos primeros, “Iván Ferreiro. 30 canciones para el tiempo y la distancia” (Efe Eme, 2017) y “Coque Malla. Sueños, gigantes y astronautas” (Efe Eme, 2019), son un par de biografías atípicas tejidas a partir de sus canciones, que ejercen de hilo conductor para contar su historia musical, y los dos últimos, “Conversaciones con José Ignacio Lapido” (Efe Eme, 2021) y “Quique González: conversaciones” (Efe Eme, 2022), son el resultado de unos encuentros muy especiales: dos viajes a sus respectivas ciudades de residencia, Granada y Cantabria, en los que nos juntamos a charlar y reflexionar sobre el camino recorrido. 

¿Cómo surgió la posibilidad de tener este acercamiento tan personal a Quique? 

Arancha: Discográficamente, conozco a Quique desde hace veinte años, y personalmente desde 2005, cuando le entrevisté por el disco La noche americana para la revista Popes80. Siempre me he sentido muy cerca de sus canciones, están ligadas a muchas escenas de mi propia vida, así que escribir un libro sobre él era un ajuste de cuentas que tenía conmigo misma. Durante todos estos años, además, se ha creado un clima de complicidad muy bonito, Quique siempre ha sido muy generoso en todas nuestras charlas y el año pasado me decidí a dar el paso de proponerle escribir este libro. Fue después de que él prologase mis conversaciones con Lapido, que le gustaron mucho. Me dijo que lo pensaría. Unos meses después, en un viaje a Cantabria, quedamos para comer y me dijo que sí, que íbamos adelante. 

¿Qué destacarías de Quique González en las distancias más cortas? 

Arancha: Quique es muy honesto, un tipo comprometido y extremadamente generoso. Cuando se quita la coraza, descubres a un tipo sensible y con sentido del humor. Me gusta descubrir que algunas de sus frases se parecen mucho a sus versos, que autor y obra encajan, que hay mucho trabajo pero no hay pose. Y sabe escuchar, cosa que parece obvia pero que mucha gente no sabe hacer. 

Has conocido su casa y su entorno, a su familia más directa y el maravilloso lugar en que vive. ¿Crees que todo eso se vuelca en sus canciones? 

Arancha: Siempre ha escrito desde las entrañas, así que todo lo que le rodea forma parte de sus canciones: su familia, sus amigos, su casa, Cantabria, Madrid… He notado un cambio en su narrativa con el paso de los discos; últimamente se nutre más de paisajes y sensaciones, y disfruta creando un clima al oyente, a veces creando una tensión propia de las novelas negras que tanto le gustan. Porque eso, lo que lee, lo que ve y lo que escucha también está en sus letras. Y, cómo no, también ha escrito mucho sobre el propio oficio de componer canciones. 

Por curiosidad personal, de entre toda su discografía. ¿Qué etapa o disco eliges como el más importante en tu opinión? 

Arancha: Voy a quedarme con dos. Uno es “Salitre 48” (2001), el disco en el que se lo jugó todo, por el que peleó y resistió hasta que consiguió que viese la luz después de años esperando su oportunidad. Un disco de canciones aparentemente pequeñas, acústicas, emocionales, fundamentales de su repertorio. El otro es “Me matas si me necesitas” (2016), un álbum en el que refleja todo el camino recorrido, su aprendizaje y el sello inconfundible de sus canciones, emocional desde un punto de vista más maduro, incluso más doliente. Un poco como el hermano mayor de “Salitre”. 

Me ha gustado ver ese lado visceral de Quique, su forma de luchar contra las injusticias,  hacerlo también contra ciertos canallas de la industria, su forma de cuidar a su equipo profesional y esos pequeños “Ajustes de Cuentas” que de vez en cuando lleva a cabo. ¿Qué opinión te merece esa faceta tan personal suya? 

Arancha: Creo que a veces ha podido ser un lastre, una batalla agotadora que ha podido ir en su contra, incluso, pero que también le ha convertido en un tipo luchador, trabajador, tesonero hasta la médula. Me parece que con el tiempo se ha quedado con lo mejor de ambos tipos, del justiciero y del luchador. 

De entre todos los momentos vividos en la elaboración del conjunto de charlas. ¿Con cuál te quedas? 

Arancha: Para hacer este libro viajé dos veces a Cantabria, una en julio y otra en septiembre. Fueron varios días de juntarnos a hablar, comer, seguir charlando después de la sobremesa… un tiempo que nos sirvió para acercarnos más, para conectar también a nivel familiar. Me quedo con la sensación tan hermosa de ver cómo nos abrió las puertas de su casa, cómo nos cuidó en todo momento. En cuanto a las charlas en sí, valoro mucho lo sincero que fue, sin censurar nada a toro pasado. Creo que se abrió en canal hablando de muchas cosas: de su relación con su madre, de sus idas y venidas con compañeros de profesión, de la paternidad, de la crisis creativa que vivió hace unos años… y agradezco mucho que lo hiciera así. 

Quique confiesa que está ante el final de una etapa vital. ¿Cuál crees que será el siguiente paso? ¿Cómo crees que se reflejará en sus canciones? 

Arancha: Es prácticamente imposible saberlo. Habría que preguntarle a alguna tarotista, como aquella a la que “rescató” una noche, en su barrio, una escena un tanto surrealista que relata también en el libro. No le veo dando volantazos estilísticos, pero sí escribiendo en cada momento desde el lugar vital en el que está. El año que viene cumple cincuenta años y veinticinco de carrera discográfica, y creo que ese doble balance va a influir en sus próximas canciones. Aunque por ahora solo he escuchado una que compuso el año pasado, una bellísima canción sobre la paternidad. 

Has editado libros con Iván Ferreiro, Coque Malla, Lapido y Quique González. ¿De entre todos con cuál te quedas y por qué? 

Arancha: A cada uno de esos libros le he dedicado prácticamente un año de mi vida, mucho trabajo y mucho cariño, así que me es imposible quedarme con uno. Te diré con lo que me quedo de cada uno: con el vértigo al que me arrastró el de Iván, que fue apasionante y laborioso; con la actitud de ave fénix de Coque, que renació de sus cenizas hasta dar con su mejor versión; con la ética de la resistencia y el universo creativo de Lapido, y con la honestidad y la orfebrería con la que compone Quique. 

Personalmente imagino que este último será especial, se gestó a la vez que estabas gestando a tu propio hijo. ¿Es así? 

Arancha: Sí. Empecé a trabajar en el libro de Quique a las pocas semanas de quedarme embarazada, y lo terminé cuando mi hijo tenía solo cuatro meses. En alguna de nuestras charlas en Cantabria notaba las patadas de Diego, como pidiendo paso para venir al mundo. Recordarlo me pone la piel de gallina. Eres madre, directora de Efe Eme, trabajas duro en la edición de Cuadernos Efe Eme. 

Por favor, ¿puedes decirle a la gente lo complicado que es hablar de música mientras se intenta llevar adelante una vida repleta de compromisos y obligaciones? 

Arancha: Me temo que no es fácil compaginar vida laboral y familiar, ni en la música ni en el periodismo ni en ningún otro trabajo. Lo consigo gracias al apoyo de mi familia, la verdad. Tengo unos padres maravillosos, un hijo que no da demasiada guerra y habito con bastante naturalidad en la twilight zone, esa extraña dimensión en la que nos movemos los que dormimos y nos despertamos cada rato. Una nueva lectura para una vieja canción: los padres primerizos somos “conserjes de noche”. Los días que fallan las fuerzas, las canciones son una cafeína prodigiosa, y mi mayor refugio. 

¿Cuál será la siguiente novedad que llegará a nuestras manos en formato libro? 

Arancha: Aún no lo sé, solo sé que seguiré escribiendo desde el mismo lugar: desde la emoción y la honestidad. 

Vamos a ir terminando. ¿Cuéntanos con qué bandas y solistas del panorama español andas flipando últimamente? 

Arancha: Con Alberto & García, Travis Birds, Nadia Álvarez, Germán Salto… músicos a los que llevo escuchando menos tiempo y con los que estoy disfrutando mucho.