Entrevista: Raúl Bernal y Gema Amiama (Homenaje a Rafael Berrio)


Rafael Berrio es un maestro” 

Por: Javier González 
Fotografía directo: La máquina de huesos
Fotografía Erentxun: Iñaki Pemán

Pocos artistas pueden presumir de una obra capaz de retumbar con estruendo y engrandecerse a cada escucha. Rafael Berrio era el escogido para tan inmensa fortuna. Uno de los escasos mitos que hemos disfrutado de forma consciente en nuestro mundo contemporáneo. Un día, casi sin darnos cuenta, compartimos espacio y tiempo con un talento magno, mayúsculo e innegable. Un héroe bohemio para quien el éxito radicaba en ser fiel a las canciones, pulirlas y mimarlas al extremo para que desplegaran sus alas camino del cielo. Era un artesano. 

Rafael Berrio nos dejó un día en plena pandemia, casi sin hacer ruido, como solía acostumbrar. Aquel día fue jodido. El sabor amargo inundó las bocas y corazones de quienes le conocieron y también de aquellos que siguieron su obra. Nos dejó en el plano físico, no así en el emocional, pues nos legó en testamento sus letras y una obra impoluta, guardada como un santo grial en manos de un puñado de compañeros, amigos y acólitos lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta que en él había una forma de hacer tan especial como única. 

Uno de aquellos fieles era Raúl Bernal, cuya labor hercúlea desembocó en un homenaje que hoy tenemos entre manos: “La Vida que Amo. Un Homenaje a Rafael Berrio”. Una celebración de la vida y obra de Rafa, donde algunos de los solistas y bandas de mejor gusto del panorama estatal se acercan con sumo tacto a unas cuantas de las magníficas canciones de Berrio. 

Semanas antes de la edición de “La Vida que Amo” tuvimos el honor de hablar largo y tendido con el propio Raúl, posibilitador de esta fiesta, y con Gema Amiama, pareja de Rafael, para conocer más de cerca un proyecto lleno de belleza, cariño y justicia poética de la de verdad, en el marco de una charla donde reímos y casi lloramos, pero sobre todo tuvimos el inmenso placer de descubrir muchos detalles de la grabación y de la forma de trabajar y de ser de un tipo que se ha convertido en alguien muy importante en nuestras vidas. Va por ti, Rafa

¿En qué momento y de qué forma surgió la idea de hacer un homenaje a Rafael? 

Raúl: Al poco de la noticia del fallecimiento de Rafa varios compañeros músicos, cercanos a su persona y obra, simplemente nos llamamos por teléfono para consolarnos unos a otros. Recordamos lo que significaba y significan las canciones de Rafa. También fue un momento de rabia, de decir: “qué pena que en este país no se reconozca a quien ha dejado un legado tan grande”. 

¿Qué ideas manejaste para elaborarlo? 

Raúl: En un principio planteé hacer unas cuantas canciones, algo pequeño y colgarlo para rendir un sentido homenaje a Rafael, pero aquello se fue haciendo cada vez más grande. Hablé con Santi Campos, quería participar porque le encantaba la idea, a partir de ahí pasamos la idea a otra gente. Se lo comenté a Diego Vasallo, Diego lo hizo con Mikel. Apareció Fino y también Miren. La cosa se fue haciendo más grande, sin saber cómo íbamos a hacerlo ni a sacarlo, ya que no había nada. 

Imagino que hacer algo debe ser realmente difícil. ¿Cómo se encajan tantas piezas en el mismo molde? 

Raúl: Todo el mundo se prestó y quiso hacerlo sin ningún tipo de condición. Es la moraleja de todo esto. Todavía queda gente que saca discos por amor a las canciones. La gente quería mucho a Rafa, para ellos y ellas, sus canciones son muy importantes. Gema y yo entramos en contacto porque quería tener su beneplácito. Que lo sacara Warner ha sido cosa de última hora, apareció David Bonilla y gracias a él, empezamos a mover el asunto. Para mí ha sido un proceso largo, de mucho trabajo, pero muy gratificante, hay mucho respeto por las canciones, se han respetado por encima de todo. Nadie ha cobrado absolutamente nada. Ha sido con todo el corazón y cariño del mundo. 

¿De qué forma se formalizó el reparto de temas que ha dado finalmente vida al disco? 

Raúl: La obra de Rafa es inabarcable, no hay una canción mala. Además, cantar a Rafa, no es nada fácil, tenía su propia métrica y su forma de cantar tan particular. Hay pocos artistas que mantengan esa forma que Dylan tenía en las canciones de contar y cantar. Rafa lo tenía en su estilo propio. Es muy difícil cantarle. No ha habido nunca una dictadura sobre qué coger. Es un homenaje a su obra, cada uno escoge la canción que ha querido. Diego y Mikel han cogido canciones anteriores a su etapa en solitario. Seguramente habrán vivido esa etapa más de cerca. Era difícil pisarnos. 

El proyecto nace en un momento de escasa movilidad a nivel nacional. ¿De qué manera ha afectado esto a la grabación? 

Raúl: El proceso de grabación ha sido a distancia. Piensa que el disco en realidad se empezó a trabajar hace dos años, cuando no se podía viajar entre provincias. Formamos una banda base en Granada que formamos Dani Gominsky, Antonio Lomas y yo. Nos juntamos en el estudio y trabajamos a partir de maquetas hechas en casa que le pasé a los artistas. En cuanto tuvimos el “ok” de todos y todas nos metimos en el estudio y lo hicimos. Salvo Fino, Quique González, Toni Brunet, Jairo Martín y Cristina Plaza que lo hicieron entre el estudio y casa, el resto se centralizó en Granada. Se mandó el audio y cada uno grabó como pudo, luego se han intercambiado audios, con retoques de mezclas y demás. No había otra forma. 

Confieso que no soy amante de los discos homenaje, porque más allá de las buenas intenciones, suelen resultarme carentes de unidad, algo que aquí no sucede. ¿Cómo se ha conseguido un sonido tan identitario? 

Raúl: Para mí era importante. Personalmente no me gustan los discos homenaje, son como recortes de muchas cosas. En este disco lo importante eran las canciones y no nosotros. De hecho, la portada del disco es una foto de Tomás Canet donde solo aparece Rafa, no aparece el nombre de nadie. Nosotros no podemos estar a su altura, lo importante es su obra. Las canciones que no se grabaron en el mismo sitio, se mezclaron en el mismo sitio. Era una premisa con Carlos Díaz que ha masterizado y mezclado todo. Se ha buscado utilizar los mismos efectos. La idea era escuchar el disco y ver a Rafa, no a nosotros. 

“Este trabajo es una forma de defender nuestra profesión y la artesanía que encierra” 

De entre tantas frases que definen lo que era Rafael Berrio y de tantas que se enmarcan dentro de sus canciones. ¿Por qué motivo “La Vida que Amo”? ¿Ha sido la elección de título algo muy complicado? 

Raúl: No ha sido complicado. Ha sido bastante sencilla, sinceramente. No lo llevamos a debate porque éramos veintitantas personas y hubiera sido imposible. “La Vida que Amo” define bien la filosofía de Rafa. Para nosotros el disco es una celebración y creo que para él, lo poco o mucho que le conocía, hubiera disfrutado de esa celebración. Me imagino una gran fiesta, festejándolo mucho y varios días. Es una forma de reivindicar la obra de Rafa y decir que su obra sigue vigente. También es defender nuestra profesión y la artesanía que encierra. Rafa es un maestro. Y todos al escuchar la primera canción de “Niño Futuro” nos sentimos reflejados en lo que contaba, cuánto tiempo de lucha y qué duro es todo, pero queremos esto. Nos encanta esta vida y lucharemos hasta el final como hizo él. 

Rafa era un bohemio y un culterano, Rafa era hijo de Gil de Biedma y de Baroja, Rafa era arisco al mal llamado éxito y dueño de sus destinos, Rafa era Dylan y Lou Reed. La pregunta que me apetece haceros es la siguiente. ¿Cómo era Rafa? 

Gema: Rafa era muchas cosas. Muy grande. Una persona… puedo decir tantas cosas… Amable, inteligente, con gran sentido del humor e histriónico. También podía ser matador, tenía una vena punk que podía salir en un momento dado con rapidez y dejar fulminado a cualquiera en una frase. Pocas veces le vi hacerlo, pero alguna ocurrió. También había en su figura algo muy cándido, amable y acogedor. El arte lo llevaba a muchos terrenos, hasta para hacer un guiso. Me daba la sensación de ser un mago. Con cuatro cosas te hacía un plato maravilloso. Y eso que no era un cocinillas. Es un ejemplo tonto el que te cuento, pero era como un mago que del sombrero sacaba un menú. 

¿Tenía esa facilidad que comentas también a la hora de escribir sus canciones? 

Gema: A Rafa le llevaba escribir muchos paseos y vueltas. Mucho afinar, afinar y afinar. Podía ser que una letra viniera por inspiración, pero había mucho trabajo por medio. 

Gema, tú que compartiste tantos días con él. ¿Cómo era un día en la vida de Rafael Berrio? 

Gema: Rafa podía tener aspectos muy opuestos. Había una parte muy rutinaria. Nunca madrugaba, no le gustaba nada. Se tomaba la mañana muy pausadamente, se bebía su té de media mañana con solemnidad. Cogía el puro, le daba unas caladas y luego lo apagaba para volverlo a guardar. Se ponía a mirar por la ventana. Así era él empezando muy tranquilo el día. Cuando estábamos juntos, había una rutina de horarios de comer, a él le gustaba comer a la misma hora, cosa que a mí me daba más igual. La tarde la pasaba con sus cosas. Eso sí, a partir de las ocho y media cambiaba el mundo, tenía la necesidad de salir a tomar un vino, cerveza o zurito. Rafa nunca fue de tener una cuadrilla, lo hubiera aborrecido absolutamente. Tenía muchos amigos, ir por la calle con él era pararse continuamente, desde que no está no me junto con nadie (risas). Es un decir exagerado. El mundo de la noche le encantaba, en el día a día no es que estuviera de fiesta, pero podía ocurrir si surgía. Nunca se acostaba pronto. En un día normal no se acostaba antes de la una y media de la madrugada. Si hablamos de un extra por ir a ver un concierto, ir a los bares, juntarnos o no con gente, lo hacía mucho más tarde. A su manera era trabajador, bajaba al local de ensayo y a su estudio durante horas. Hay una parte de cosas en que no he estado porque soy una persona muy ocupada por lo que no te puedo contar, pero siempre andaba con sus cosas. También era muy manitas con el bricolaje, era increíble cómo podía solucionar las cosas de mantenimiento de casa con mucho ingenio. Se le ocurrían cosas y se ponía a hacerlas. Siempre ha sido muy bohemio y sencillo, nunca ha sido de dilapidar el dinero, tampoco lo tenía, pues vivía al día. Era muy austero. Él era pintor, en su momento su modo de vivir era a través de la pintura de brocha gorda. Era su modus vivendi. De la música no se puede vivir según y quién. 

Habéis debido disfrutar tanto juntos que da cierta envidia imaginarlo… ¿Cuánto de bien te lo pasabas con él? 

Gema: Me lo pasaba muy bien. Tenía mucho humor y luego sus gestos, sus maneras de decir. Su lenguaje exquisito, nunca le escuché decir palabrotas. Tenía una cosa muy buena que era que no se casaba ni con todo ni con todos. Tenía formas de salir que no eran convencionales. Te decía cosas que te dejaba cuadrado. 

De entre todas las canciones que aparecen en esta obra, ¿cuál es vuestra favorita y por qué motivo? 

Raúl: No te sabría decir. Me gusta mucho el disco. Creo que es muy puro. Se nota el respeto y hay muchas canciones con enfoque diferente. La gente las ha llevado a su terreno de forma sutil y bonita. Se han hecho versiones, se han cambiado cosas, pero se ha respetado la letra. Hemos cambiado alguna transición y acorde para que hubiera luces diferentes. He ido teniendo favoritas a lo largo del proceso. “La Vida que Amo” de Santi Campos es emocionante y está muy bien cantada. La que canta Mikel me parece que está cantada y tocada increíble. Solo con lo que mando de voz y guitarra era un torbellino. Me encanta las revisiones de Chencho Fernández y la de Quique que es fascinante. La de Fino porque ha hecho un trabajo increíble. 

La canción que hace Fino, “Simulacro”, me recuerda tanto a “Océano”, la única canción que canta en “Bestieza”, el último disco de Los Enemigos. 

Raúl: Fino se la ha llevado a su terreno muy bien, ha trabajo con la métrica muy bien. Ha sido atrevido. Se ve a Fino… Sé que es la típica respuesta, pero no me puedo quedar con ninguna. Escucho el disco y voy una tras otra y se me ponen los pelos de punta. 

No pasa nada Raúl, menos mal que tenemos a Gema que ahora se va a mojar y nos va a confesar cuál es su favorita. (Risas) 

Gema: He vivido un proceso muy particular a la hora de ponerme a escuchar las canciones desde que Raúl me las mandó meses atrás. La primera que escuché fue la suya y me costaba abrir el audio. Decía, “ay dios mío”. No era por desconfiar de las figuras que han participado, personalmente solo conozco a cuatro. Era el hecho de escuchar en otras voces lo que había hecho Rafa, para mí iba a ser chocante. Escuché “La Vida Pende de un Hilo” y me rompí. Es que está cantada de un modo, con ese tempo, gravedad e intimidad. Tuve que parar. Hay muchas y me está pasando que con las escuchas van cogiendo cada una su personalidad, una vez salvada la comparación con el autor original que encima es mi pareja. La de Diego también me emocionó, la energía de la de Mikel. Según qué canción se escoja va llevando a otras. “Amanece” que la canta Miren no es una canción tan grande y Miren hace una declamación brutal. A ver cómo te lo tomas. Ella lo hace muy bien. Todos lo hacen muy bien. Me ha gustado conocer todo el proceso de grabación del disco que ha comentado Raúl para darle ese sentido de unidad. Se ha hilado muy fino. Ha quedado un disco bonito y sincero. También debo decir que no te creas que puedo escucharlas demasiado. El disco lo escuché a trozos. Hacerlo es estar todo el día en un charco de lágrimas y no puede ser. Anoche me mandaban de madrugada el vídeo de Diego Vasallo cantando la canción dedicada a Rafa de su último disco. Hay tantos motivos por los que tendría que estar con la emoción arriba que no se puede. También me ocurre con las canciones de Rafa. 

¿Creéis que habrá opción de vivir una noche en directo con estos artistas interpretando estas canciones? 

Gema: Qué bonito sería. 

Raúl: Eso siempre ha estado en el aire. Sería genial. A mí me han llegado pequeñas propuestas, cosas muy por encima, pero es muy difícil. Estaríamos encantados de hacerlo, pero claro, entiendo que es complicado. Sería maravilloso. Me encantaría hacerlo en un teatro pequeñito, de forma humilde. Si se hace, tendríamos que estar todos y todas. Si alguna vez alguien lo quiere plasmar, sería genial, estaríamos encantados. 

¿Creéis que este es el homenaje definitivo a la figura de Rafael Berrio? 

Raúl: No lo sé, no te puedo decir. En todos los aspectos, no solo en la figura de Rafa, creo que las cosas está bien que tengan un final. Todo lo que se alarga hace que se degraden los motivos originales. Hablo de todo en general en la vida. Creo que está bien que se haya hecho un disco homenaje, obviamente podría haber entrado más gente, pero es cierto que los que están, están con cariño y amor. Para mí eso es lo importante en el homenaje. No hay nadie a quien le de igual la obra de Rafa, nadie ha querido que su canción fuera single y todos hemos remado a favor de obra, con el nombre de Rafa de primeras. Si conseguimos dar otra vida a la obra de Rafa será genial, es darle más visibilidad. Nosotros hemos sentido que teníamos que hacerlo. Puede abrirse una puerta para que se investigue al artista y acercarse a su obra. En su momento no era fácil encontrar la obra de Rafa, no era sencillo toparse con ella. Si esto sirve para que se abra más un poco más de tiempo será fabuloso. Son un puñado de puertas abiertas para que entre más gente. Es un motivo para que la obra dure más.

“Muchos periodistas musicales no sabían quién era Rafael Berrio” 

Ojalá sea así… su obra crece a cada escucha y en cada frase. En Francia, sería un Dios, y aquí muchos periodistas del postureo ni le conocían. 

Raúl: Esto sirve para que haya “periodistas musicales” que no conocen la obra de Rafa, se dejen caer en ella. Muchos no saben ni sabían quién era. Era así. Para nosotros que se ocupe un espacio en ciertos medios donde se hable de Rafa es justicia poética y una lección. No queremos dar lecciones, pero es cierto que es la gran joya que ha dado la música en este país, muchos la tuvieron en la mano y no prestaron atención. Su obra es insuperable. Es un compositor de los que aparecen cada setenta años. ¿Por qué en los medios donde se podía haber hecho algo, no se ha hecho nada? Ahí aparecemos los compañeros y compañeras del gremio. Volvemos a repetir que lo dejaron pasar. Algunos no han dado cabida a Rafa, siendo el mejor, cuando era parte de su trabajo como profesionales del periodismo. Ya veis que me pongo algo violento con este tema.

¿Queda algo de material inédito de Rafa? 

Gema: Puede haber alguna letra en el cancionero sin letra, tenía cosas escritas. Todavía no he escarbado a fondo. Él con el Ep quiso cerrar todo. Quiso sacar cinco, pero solo pudo grabar tres, las otras dos están en el cancionero, en un momento dado pueden hacerse canciones. Esas dos canciones quedaron fuera por un problema con la cuerda vocal. En el Ep su voz está tomada del local de ensayo y logró sacar la voz, no pensando que serían las tomas para el disco. Hay grandeza en haber logrado llegar ahí, rescatar de la grabadora y llevarlo al estudio. Habría que mirar. De momento voy paso a paso. Ahora toca el turno del disco homenaje. De verdad, Raúl, cuando hablas y hablas de Rafa y su obra, me conmocionas. Me parece de tal generosidad, honradez y humildad. Es conmovedor. Hablas desde una mirada a lo que importa en la vida de los músicos. Has sabido entender muy bien el espíritu de Rafa y de las canciones. Es bonito lo que dices. 

Raúl: Por eso somos músicos. Nos gusta la obra y admiramos a quien la hace. Es importante en nuestra vida. Haber tenido a un compositor tan de cerca, haber compartido cosas con él. Es lo máximo. Nos ha regalado su obra y nosotros crecemos gracias a él. Nos queda respetar al autor. 

Su legado es su gran regalo algo que será eternos y que siempre nos emocionará. 

Raúl: Es algo impresionante, digno de ser guardado en la Biblioteca Nacional. 

Gema: Rafael Uceda dice que su obra tendría que estudiarse en las universidades. Según él, Rafa es el Cervantes de la música en castellano. No voy a cuestionarlo para nada. Me hace gracia que lo plantee así. Hay un chico que ha hecho una pequeña tesis después del fin de carrera sobre las letras de Rafa. Es curioso como cada uno homenajea a Rafa a su manera. No todos los homenajes están dichos ni son del mundo de la música. Hay muchas iniciativas que inspiran su obra. Somos conscientes que las cosas tienen su caducidad y que pierden su fuerza con el tiempo, sería extraño que fuera de otra manera, pero creo que el legado de Rafa seguirá creciendo con los años.