Por: Javier González
Las voces de otro tiempo recorren cada palmo de las canciones de Dani Llamas, quien tras un buen puñado de años surcando territorios sonoros anglos, decidió mirar a su tierra y a su gente para entregarnos hace un par de temporadas un trabajo repleto de belleza como “La Verdad”, sorprendiendo a propios y extraños por temática y emoción, cuya continuación natural llega ahora bajo el título de “A Fuego”, en el que partiendo de doce palos flamencos rockerizados reivindica lo cercano y popular.
Nos sentamos a hablar con Dani en el marco de una conversación ágil, amena y franca, donde descubrimos a un tipo que gana mucho en las distancias cortas. Divertido, crítico, militante y combativo. Un rojo de los pies a la cabeza como Dios manda, cuya patria es el pueblo y cuyo reino pasa por una guitarra perfectamente afinada con la que poder echarse un sinfín de cantes.
¿Cómo estás Dani?
Dani: Es una pregunta trampa… La verdad es que estoy bien. Estoy contento, por fin ha salido el disco y tengo ganas de que la gente lo escuche. Me siento mayor en el buen sentido de la palabra.
Editas “A Fuego” casi dos años después de un trabajo como “La Verdad”, un álbum que te resituó en el panorama nacional. ¿Qué significó un trabajo como aquel de reafirmación y de mirar muy dentro?
Dani: Lo que pasó es que realmente hubo un punto de inflexión en mi vida. Tuve una especie de desafección con la música cuando llevaba muchos años con la guitarra dando vueltas. Me derrumbé y tenía que reconectar con otras formas de hacer música. Quería intentar hacer algo distinto y un poco más honesto todavía, sin aparentar ser nadie que no era, ya tenía un bagaje haciendo un tipo de música muy concreto, pero escucho mucho flamenco, me he ido metiendo a fondo porque me ha ido gustando más y más. Me planteé coger letras de flamenco y acoplarlas a otras sonoridades, ese es el germen de toda la historia, haciendo un cambio de idioma, que también es algo que resulta difícil encontrar como es tu voz en otro idioma. Necesitaba mandar todo al carajo, me daba igual si no le gustaba a nadie. Fue una especie de revelación. Hice el disco en dos semanas, súper loco todo. Vomité todo. Después, a posteriori, vi que había salido bien. Hay un camino para seguir. A partir de ahí, comencé a pensar en “A Fuego”.
¿Sientes que “A Fuego” es la continuación natural de ese camino?
Dani: Seguro. Al final es un sonido que representa lo que soy de verdad. Un tío que lleva tocando hardcore, punk, rock, power-pop muchos años, pero que de repente en lo que le apasiona bucear es en las músicas de raíz de Andalucía, sobre todo en el flamenco. A partir de ahí se mezclan dos mundos, pero creo que todo sigue sonando a mí. Es un poco mi rollo. Hay un camino en el que me apetece indagar, aunque no sé dónde me llevará. No sé dónde voy a ir, pero seguiré esta senda.
Es un disco que tiene mucho que desentrañar sobre todo a nivel de textos. Hay una voz popular protagonista y a la vez un sentimiento flamenco y coplero, un género flipante que es el sentir de una generación muy anterior a la nuestra que tuvo que lidiar con muchas cosas. ¿No sé si tienes esa percepción?
Dani: Fíjate creo que en las letras de la copla y el flamenco está la resistencia de la gente que ha tenido que estar callada durante cuarenta años. Es un subterfugio de grandes rojeras. Metían historias que no tenían nada que ver con los ganadores de la guerra. Si se estudian se ve que hay salsa en las letras. perfectamente representan a una España de una época no tan gloriosa. Jugar con lo popular debería ser nuestra obligación como creadores. En la música de hoy en día está lo que creemos que es música popular que es lo masivo, es lo que marca el logaritmo. Y luego está lo popular de verdad, que quizás está en peligro de extinción, porque la gente no conecta con sus raíces. Vivimos de espaldas al lugar donde venimos. Yo me he dado cuenta tarde, soy el último en llegar, siempre he tirado para lo anglosajón. Mirar las raíces sin complejos y con cierta admiración hacia el lugar de donde venimos es bonito.
Entiendo lo que dices, querer a la España real y no a la pulsera con la bandera de España, algo en lo que pienso que muchas personas de diversas ideología estamos de acuerdo.
Dani: Sí, muchas veces lo que nos asusta de España es eso… hay una gran ola de reconquistar lo verdaderamente español. Nos estamos metiendo en camisas de once varas con la conversación. Soy miembro del Partido Comunista de España y en su día conocí a Paquita, una militante de Izquierda Unida, que salió en la Sexta Noche hablando de las pensiones, dando caña a los políticos. Ella vivió toda la época anterior a la guerra civil, era de los viejos comunistas. Recuerdo que ella decía la palabra España, que parece que en la izquierda es tabú, pero para ella era un honor. Hacía mención a un país moderno, un ejemplo. Le molaba el concepto de pueblo español. Nuestra generación piensa en la “españaza” chunga de la pulserita. Hay que reconectar con el pueblo español y con la gente trabajadora. Creo que es donde debemos llegar.
“El flamenco es un manantial del que puede beber cualquier género para hacer canciones”
En cada canción explicas, al menos en plataformas, el palo en que se basa en cada tema, es algo que me ha parecido muy interesante, puesto que soy de los que piensa que géneros como el flamenco o el jazz son tan amplios que a veces uno no sabe por dónde empezar a introducirse.
Dani: Creo que es algo necesario…Este disco iba a ser un Ep, pero nos vimos en el ajo y creímos que daba para un largo. Se grabó en dos tandas. Lo guay del disco es que está basado en doce palos flamencos. Lo hice así a drede. Pensaba en gente que no controlaba del flamenco. Es una ventanita que te sirve para entrar en un mundo que puede parecer muy rocoso, difícil y vasto, creo que es una buena ayuda. También me curré una lista donde hago referencia a las canciones originales. Con este disco quiero probar que el flamenco no es folclore, no es una música tradicional muerta que se desentierra una vez al año con ropas regionales. Es un manantial del que puede beber cualquier género para hacer canciones. En mi caso las emparento con el rock, pero en el de Rocío Márquez y Bronquio puede ser más tirado a la electrónica. Es un género que puede servir para hacer música actual. Es lo que me he propuesto y he tirado del hilo. Igual los puristas me cuelgan en Jerez al escucharlo, pero me da un poco igual.
Hablamos de ciertas constantes que se repiten y una de ellas es que te vuelve a acompañar The New Raemon en “Ya no Siento los Golpes”. ¿Se ha convertido en un bastón y apoyo para ti a todas luces?
Dani: Tengo un contrato firmado para que esté en mis discos (Risas). Es uno de mis mejores amigos. Cuando estamos grabando nos vamos mandando lo que hacemos. Hay mucho respeto y admiración. Es uno de los que más me ha empujado a cantar en castellano. Cuando hice “La Verdad” me dijo que quería entrar y en este caso ocurrió igual. A mí me gusta mucho que participe en los discos. En este le he conseguido aflamencar.
En “Produce Monstruos” cantas algo así como que “nos faltan tantas cosas por lograr”, una realidad dolorosa, una más de tantas que cantas en el disco.
Dani: Eres de los que tiene querencia por el siglo XX, yo también. Es una petenera, por lo que obligatoriamente tiene que ser triste. Es de los palos más tristes. Viene de la tradición hebrea, de canticos de sinagoga, también hay cantes así en México. Es un canto de ida y vuelta. Son palos tristes. Me gusta reflexionar como colectivo, cantar a la perdida de derechos. Creo que las luchas son un continuo, aunque no soy trotskista (risas). Es algo permanente, hay que revisarse. Cuanto menos conscientes seamos de que hay que estar en guardia, peor nos irá.
“En las letras de la copla y el flamenco está la resistencia de la gente que ha tenido que estar callada durante cuarenta años”
“Entre la Maleza” me ha recordado por momentos al “Asturias” de Víctor Manuel, aunque en tu caso esconda una bonita canción de amor.
Dani: Me flipa. Muchas veces pasa con mis canciones que a veces les recuerda a los años sesenta y setenta. Me pone que me digas eso. Si te recuerda, de puta madre.
“Que Lleva al Río” es un alegato en favor de la memoria.
Dani: En ese sentido estoy hablando como pueblo andaluz y español, me da lo mismo, es indistinto. A veces la historia se contrae y otras se diluye. A veces nos juntamos como colectivos y otras no. Podemos hablar de la sociedad española en general. A veces somos pueblo y otras veces, no.
Hay otro bombazo que es el “Romance de Juan García”, un tema de Menese, un caso peculiar de nuestra música.
Dani: Es una versión de Menese, un martinete que es un palo vocal sin guitarra… la he pasado por el tamiz del Nick Cave de los últimos discos, con drones y todo. Las letras de Menese en aquella época eran de Francisco Moreno Galván, también camarada. Estoy metiendo cuñas a cada rato. Van a pensar: ¡Vaya rojerío!. El tipo escribía muy buenas letras. La pregunta es cómo coño la coló en la censura del año 1969, además la editó un sello grande. Consiguió burlar la censura hablando de un fusilamniento del 36.
Dani Llamas eres conocido por otros proyectos como G.A.S. Drummers y The Ships, varias pieles distintas. ¿En cuál te has sentido más cómodo? ¿Seguirá la mutación en un futuro?
Dani: Se me han muerto dos loros y tres tortugas desde que empecé (Risas). Ahora mismo… qué te voy a decir… me siento más cómodo como Dani Llamas. Me ha costado mucho trabajo. No se llega hasta que no se llega. No hay que forzar. Me encuentro muy cómodo. Se me haría muy difícil escribir en inglés otra vez. Puedo hacer canciones pop, me saldrían como churros en inglés, pero ya no me llena. Ya lo he hecho. Me siento más cómodo recorriendo un camino distinto y nuevo. La mutación podrá continuar.
Te vimos en el pasado Alhambra Monkey Week, participando en el homenaje que se organizó por el cincuenta aniversario del “Mediterráneo” de Serrat. ¿Qué sentiste al vivir aquella noche mágica?
Dani: Estaba cagado. Nunca he estado tan cagado en mi vida. Me da mucho respeto Serrat. Mi padre no era muy melómano, pero sí que tenía los discos de Serrat, imagino que por el tema de sus letras que eran más protesta. Me daba respeto por mi padre. Había un nivel muy alto y estaba fuera de mi registro porque Serrat tiene la voz más grave. Cagarse, mola. Te crees que vas sobrado y te tienes que poner las pilas. Al terminar de cantar me fui al camerino y me quedé tirado. Después, salieron a hacerse la foto final y no salí, estaba tirado en el sofá.
Está siendo un año complicado para cerrar giras, imagino que en tu caso no habrá sido una excepción.
Dani: Estoy hasta la polla de esto. No soy un tipo que toque en festivales, eso es otro rollo que no va con mi propuesta. La peña va a ponerse fina y a que el bombo vaya a negras todo el rato. Lo mío es otro rollo. Esto es para tocar en salas y teatros. Una cosa que mola es que estrenamos el disco con un espectáculo en plan artistas con vídeos en la bienal de Sevilla. Es algo muy heavy. Arrancamos en Septiembre y tenemos cosas programadas hasta Diciembre.
Estaremos pendientes de tus movimientos.
Gracias por tu tiempo, Dani. Ha sido un gusto charlar contigo. Después de esto nos cerrarán la web, pero insisto, ha sido un gusto estar con un rojo como Dios manda (Risas).
Dani: Gracias a vosotros (Más Risas).