El formato acústico con el que se está moviendo más allá de deslucir su magnífico trabajo, hace que las canciones de corte fronterizo, de canalleo y mala vida, suenen mucho más auténticas, con un precioso trabajo vocal, con cuidadas armonías y coros que engrandecen, aún más, unos temas que precisamente por sencillos, son difíciles. Además, el repertorio elegido por la banda fue un acierto absoluto, algo que mantuvo el directo bien arriba en todo momento.
La sala Chat Noir, una vez más se convierte en un lugar donde un concierto se convierte en una reunión familiar, y una banda como esta ayuda mucho a que se cree un ambiente mágico del que no quieres salir. La sala sigue apostando por la música en directo contra viento y marea, atreviéndome a decir que, en cuanto a programación, se está convirtiendo en el referente en toda Extremadura.
La música de Santero y los Muchachos tiene algo muy personal que la hace diferente, y en directo, si no los has escuchado nunca, es donde sin duda van a ganarte. Estilo, buen hacer, la pizca justa de gamberrismo y la seriedad precisa del que trabaja duro. Si te enteras de que Santero y Los Muchachos pasan por tu ciudad, no lo dudes, ve a verlos, porque es una experiencia realmente maravillosa.