Por: Aritz Sertucha
A veces, puede suceder que el trayecto que hay desde casa hasta el colegio de tus hijas, apurado, acelerado y por qué no decirlo, algo hostil, en una hora en la que todas las hormigas tenemos prisa para llegar a donde sea, te depara alguna agradable sorpresa. Pasa algo que te devuelve a la realidad, tal y como es, porque a uno le gusta pensar que ese paisaje casi violento, en el que se transforma la carretera según a que horas, no refleja la vida que uno lleva o que le gusta llevar.
Eso me sucedió cuando mi hija mayor me pidió que subiera el volumen de la radio, pues empezaba a sonar una canción que le gustaba mucho. Me temí lo peor, ya que el desfase generacional, a veces, hace que salten las alarmas (vestigios reptilianos), pero pasó algo realmente agradable. Sonaba “As it Was”, el primer single del nuevo trabajo de Harry Styles, y me quedé muy gratamente sorprendido, tanto, que nada más llegar a casa, no dudé un segundo en buscar y escuchar el resto de este disco, estrenado el 20 de mayo.
"Harry´s House" es un magnífico disco de pop, grabado y producido de manera muy inteligente. Evidentemente, en él se nota la mano de una gran discográfica, que busca un objetivo concreto, una producción que le resta personalidad a unas canciones, que tal vez, con una fórmula menos orientada a vender, sonarían a grandes clásicos del pop. Sin embargo no es una producción excesivamente pomposa ni efectista, algo que es de agradecer a la hora de querer ir un poco más allá al escuchar las canciones.
Harry Styles es un artista pop fino y elegante, su trayectoria lo certifica, y con este trabajo creo que asienta, con un inicio de madurez todo lo cosechado durante estos años, desde sus inicios en One Direcction. Pero además se dejan ver en sus composiciones otras influencias, como el rock de los años setenta y el folk tratado por artistas como David Crosby (y me refiero aquí, a la faceta musical del artista. Lamentablemente, es en las letras donde Styles no llega a ser un compositor especialmente brillante, aunque si logra mantener cierta dignidad, algo bueno, tal y como están las cosas en el mundo del pop, actualmente). El disco comienza con “Music For a Sushi Restaurant”, un tema divertido, con coros atrayentes y una instrumentación que te abre la puerta a todo lo que vendrá después, pop con claras influencias de los ochenta. “Late Night Talking” y “Grapejuice” continúan por esta misma línea. La primera con una letra más cuidada, con más intención y la siguiente, algo más desenfadada.
El disco prosigue con el bombazo “As It Was”, una acertada presentación del disco, el tema que me atrajo a escuchar el resto. La voz en falsete de Stlyes y cierta tendencia al R&B navegan por esta colección de canciones hasta que llega “Little Freak”, y “Matilda”, donde la composición roza ya el folk, incluso la temática es algo más introvertida, más seria, pero sin salirse demasiado de la senda que debe seguirse, por mandato. Después de "Cinema", tema más vacío que el resto, quizás el momento más flojo del disco, viene “Daydreaming”, otro de los grandes momentos del álbum (el orden de las canciones está también bastante bien pensado). Todo continúa sin demasiadas sorpresas, ofreciendo a un cantante que se mantiene sobrio en su papel, sin arriesgar demasiado, cierto, pero sin desmerecer en ninguno de los temas. “Boyfriends” es el último momento reseñable de esta colección de trece temas, que termina, desafortunadamente, con una errática canción, “Love Of My Life”, que no cumple con la dinámica del resto.
En definitiva, "Harry´s House" es un muy buen disco de pop, con canciones pegadizas, sonidos ochenteros, que no son parodia ni nostalgia de aquella época, temas con cierta intención de mensaje. Tiene, para mí, una gran virtud: es una colección de historias con un nexo en común. Alivia encontrase algo así en el mundo actual de los singles, del rápido consumo . Cuando la industria exige la producción de música de usar y tirar, se agradece encontrarse con algo que quiere trasmitir algo más. Con sus aciertos y sus fallos (quizás en futuros trabajos encontremos a un Styles que ha pulido su forma de escribir) estas trece canciones son elegantes y están realizadas con inteligencia, puedes sumergirte en ellas y disfrutarlas, incluso ir más allá de lo evidente, algo que en el mundo de “Motomami” debe ser reconocido y aplaudido.