Por: Txema Mañeru
Danilo Pérez es un grandísimo músico y pianista, al mismo tiempo que un activista político digno de múltiples elogios. Además, ha ayudado en la formación de importantes músicos de todo el mundo desde el Berklee Global Jazz Institute. Viene derribando murallas geográficas y musicales desde varias décadas atrás. Antes, tocó con algunos de los más grandes dadas sus enormes cualidades como versátil pianista. De hecho, su disco más reciente, “Following Children Of The Light”, fue grabado junto a su trío junto a John Patitucci y Brian Blade. ¡Ahí es ná! Pero es que mucho antes tocó junto al gran Wayne Shorter (Miles Davis, Weather Report) o con destacadísimos baterías como Jack DeJohnette o Roy Haynes.
Pero ahora era su momento para regresar junto a The Global Messengers, entre los que hay varios graduados en Berklee y tutelados por él mismo. Músicos de procedencias tan diferentes como Palestina, Chile, Jordania, Cuba, lo USA, Panamá o Grecia, algo que enriquece enormemente su música y la lleva mucho más allá del jazz. En “Crisálida” (Mack Avenue / Karonte) lo ha concebido como un proyecto “interdisciplinar holístico”. Danilo sigue mojándose en temas candentes e importantes como son la inmigración, el controvertido cambio climático o la justicia (más bien injusticia) medioambiental. Entre los buenos músicos que le acompañan destacan Tareq Rantisi, en las percusiones; Vasilis Kostas (laouto); Layth Sidiq, violín y voz; Naseem Alatrash, chelo; Farayi Malek, voz; a los que se suman invitados de lujo como Román Diaz, con más percusiones; Faris Ishaq, flauta; Patricia Zárate, voces y recitados; Erini Tornesaki, voces y el Kalesma Children’s Choir of The Ark of the World.
El disco viene en un cuidado y precioso cuádruple digipack y entre los amplios agradecimientos aparecen sus mentores, Wayne Shorter y Dizzy Gillespie, pero también los voluntarios de la Fundación de Berklee por su gran labor con niños y jóvenes. Pero es momento de hablar también de la gran música que contiene esta rica y hermosa “Crisálida”. El disco está estructurado en dos amplias Suites. La primera se titula "La Muralla (Glass Walls) Suite" y ya denota que la cosa irá mucho más allá del jazz o del latin jazz. La abre una flauta mágica que dirige la melodía que transmite paz. Destacados coros del Kalesma Children’s Choir of The ark Of The World, cuerdas delicadas, percusiones latinas y su piano, claro. La melodía central está dirigida por el violín de Layth Sidiq (Irak / Jordania) y por el laouto del griego Vasilis Kostas. Cundo entra la voz solista de Farayi Malek es una gozada absoluta. Toques entre progresivos, sinfónicos y clásicos aparecen en "Monopatía". Un tema realmente hermoso con una emocionante narración en cuyos siete minutos despuntan el piano y violín. En "Calling For The Dawn" la narración orisha es masculina. Finaliza esta primera Suite con "Muropatía", con más cuerdas exquisitas, ritmos folk panameños y toques cercanos al hip-hop y el brillante piano de Danilo.
"Fronteras (Borders) Suite" ocupa la segunda cara del disco. Tras una breve introducción con "Adrift" llegan los casi doce minutos de "Al-Musafir Blues" y sus deliciosos toques orientales como indica ya su título. Buen dueto de voces masculina y femenina con aires palestinos y una reseñable historia de superación personal. Gran final con más toques arabescos o arábigos en una "Unknown Destination" con una voz angelical, percusiones delicadas y su gran piano combinado con una voz que desprende casi la magia de Nusrat Fateh Ali Khan. Quizás este disco en general pueda gustar más a seguidores de este grande que a los del jazz más convencional. En cualquier caso, un trabajo para degustar con calma y saborear sus muchos detalles.