Entrevista: Fran Cea


"Creo que no hemos “sembrado” una cosecha de amantes de la música en directo suficientemente buena para que el chiringuito dure mucho tiempo”

Por. Aritz Sertucha
Fotografía 1: Paco Villaverde

Fran Cea es un tipo hospitalario, amable y socarrón. Tuve la oportunidad de comprobarlo cuando Marta (su compañera tanto en lo personal como en el aspecto profesional, encargándose de aspectos como la comunicación, el “social media”, etc) y él no dudaron en ofrecernos cobijo a mi pareja y a mí después de quedar para ir a ver a “The Kleejoss Band” en Cuéllar. Admiro su franqueza, y me gusta porque es de esas personas con las que puedes no estar de acuerdo en algo, y que eso genere una conversación interesante, no un cultivo para “ofendiditos”. Admiro su trabajo como fotógrafo desde hace mucho tiempo, creo que sus fotografías reflejan la intensidad y pasión con la que vive cada concierto. Así que me planteo unas cuantas preguntas, porque me interesa mucho saber como ve el panorama musical actualmente, me interesa mucho saber como ha sido su trayectoria hasta hoy y me interesa mucho, muchísimo saber que proyectos tiene entre manos. Él no duda en contestarme, con su personal sentido del humor y su, ya nombrada, franqueza: 

Es posible que algún despistado no conozca tu trayectoria. Cuéntanos, ¿Cómo fueron tus inicios en la fotografía “musical”? 

Fran Cea: Por casualidad. Siempre he estado vinculado a la música. Desde muy joven como dependiente de una tienda de discos, que con el tiempo pasó a ser mía, tocando en bandas de mi ciudad, Valladolid, comprando música de manera habitual (creo que soy de los pocos que sigue haciéndolo) y asistiendo a conciertos siempre que mis obligaciones laborales me lo permitían. Fue precisamente viendo un concierto en Madrid, Guns and Roses en 2006, que Axl salió 3 horas tarde y la gente empezó a romper cosas y asaltar las barras, que me animé a escribir una pequeña reseña para una web local. Gustó bastante y me pidieron que siguiera escribiendo crónicas. Pronto me di cuenta que me hacía falta una pequeña cámara para acompañar testimonialmente mi verborrea, y fue cuando me entró el gusanillo de ir haciendo cosas, mejorar, comprar más equipo, vender un riñón...hasta el día de hoy. 

¿Y tu evolución? ¿En qué ha cambiado el Fran Cea fotógrafo de hace 14/15 años a hoy en día? 

 F.C.: Pues en todo. Empezar con una pequeña compacta Nikon en salas mal iluminadas, sin formación ni ningún referente, hasta el día de hoy con un equipo en condiciones, con 15 años de experiencia, miles de conciertos disparados. Hay que ser muy bruto para no aprender algunos trucos. Desde luego creo que en los últimos 10 años si he mantenido unas constantes “estilísticas”, el color, el contraste, los planos abiertos y la limpieza intento que sean mi bandera porque es como a mi me gustan las fotos. Luego vas haciendo cosas diferentes, pero no me he movido en exceso de esos parámetros. Prefiero no abarcar demasiado y tener un cierto control de lo que tengo entre manos. Por lo demás lo normal, en todos estos años me encuentro mayor y aunque no me da pereza seguir haciendo kilometradas para fotografiar conciertos y festivales, la “resaca” laboral del día siguiente es más dura. 

Eres un fotógrafo más que reconocido en este país, con numerosas publicaciones en webs y revistas del género, exposiciones, das conferencias. Leí hace años, que no te considerabas un profesional de la fotografía. ¿Sigues pensando lo mismo, o crees que tu experiencia va avalando tu profesionalidad? 

 F.C.:Diferenciemos la profesionalidad con ser profesional. Yo no soy profesional en cuanto a que no es mi primera actividad. Si genero recursos (y gastos), facturo, pago impuestos y gano un dinero que no solo me sirve a día de hoy para poder actualizar los equipos, sino que deja un pequeño remanente que de manera habitual reinvierto en fotografía. Pero no vivo de ello ni hoy podría hacerlo de la manera en que quiero. Yo soy fotógrafo de conciertos, y más concretamente, soy fotógrafo de los conciertos que quiero fotografiar. Que esto sea mi segunda actividad me da el lujo de elegir que quiero hacer y donde quiero estar. Vivir de la fotografía, en el hipotético caso que eso sea posible, supondría hacer sesiones, fotografía social, trabajos para bandas que no me dicen nada en lo musical…no me apetece llegar a ello. Además, he generado una extraña adicción a comer al menos dos veces al día y visitar los bares de manera regular. Eso es incompatible con un trabajo de fotógrafo en este país. Otra cosa es mi profesionalidad en los trabajos que desempeño, bien solo, bien con mi socia en labores de comunicación, social media, difusión web…ahí si actuamos con absoluta profesionalidad. Creo que nadie con quien hayamos trabajado lo puede poner en duda. 

De todos tus trabajos, cuéntanos cual es del que te sientes más orgulloso y por qué. 

 F.C.: No considero grandes logros en mi trayectoria, pero si haber sido “elegido” por gente a la que admiro muchísimo para que mis fotos estén en sus discos, o que hayan confiado en mi para una fecha especial. Fue especial la primera banda guiri que eligió una foto mía (Yesterday & Today), la primera portada de disco (Jared James Nichols), que The Bellrays me llamaran desde USA para decirme que sacaban un disco recopilatorio y que las fotos serían mías (textualmente “dando igual lo que yo opinara”), y algo parecido con el último directo de Danny Champs. Las bandas de fuera que han comprado mis fotos para sus trabajos (Tyketto, F.M. Terry Brock,…) Por supuesto aparecer por primera vez en Popular 1 ya hace años, la primera portada (aunque se me han saltado igualmente las lágrimas en las otras que he tenido la fortuna de hacer). Las portadas de los libros, cada vez que trabajo en un festi como fotógrafo oficial, sobre todo en las 11 ediciones que llevo ya del Blues Bejar Festival…mil cosas. Por supuesto participar con las fotos en el recién publicado doble directo de Los Deltonos me hace muchísima ilusión por la banda que es. Realmente no me acabo de creer todas las cosas buenas que me han pasado alrededor de la fotografía. 

Creo que tu trabajo es muy reconocible, es decir, veo una foto de Fran Cea y se que es tuya, o veo una fotografía de otro fotógrafo y me digo, “esta fotografía es muy Fran Cea”. ¿Eres consciente de tener ese estilo propio? 

 F.C.: No he sido consciente de ello hasta que me lo han dicho. Quiero decir. Todo el mundo tiene un estilo propio porque cada persona mira de una manera diferente la realidad. Luego está como expresas ese instante del tiempo que has captado. Como te he comentado veo que mi forma de mirar ha evolucionado, pero no ha cambiado, me siguen gustando las cosas de la misma manera, aunque ahora tengo más medios y conocimientos para llegar a ellas. Una vez le dije a alguien que mi “estilo” procede de mi pereza y mi cabezonería. Pereza por no tener grandes referentes en esto de los que haya copiado (creo que lo llaman “inspirarse”), he sido autodidacta por encima de mis posibilidades. Y cabezonería por tener claro lo que quería y no cejar en intentar conseguirlo. Ahora es más complicado. Cuando empecé no éramos tantos y no había tanto bombardeo de fotos en redes. Veías menos fotos de otros y te influenciabas menos. Ahora solo ves imágenes. Si yo, que me gusta mirar fotos, me fatigo y lo abandono, no sé que puede hacer alguien que no tenga un interés particular por ello. Además, ahora todo se basa en la espectacularidad de la imagen. Ha desaparecido el periodismo musical. El fotógrafo que te cuenta con su trabajo la mejor versión de lo que realmente ha sucedido en el escenario, ahora todo son ojos de pez metidos en la cara del músico, hdr exagerados hasta el infinito y ediciones imposibles. Deja de valer lo que ha pasado para ser lo que el editor de la foto quiere que haya pasado. En ese aspecto añoro el trabajo del recientemente desaparecido Xavi Mercadé. En mi opinión es uno de los últimos grandes de esto. Quedan Jordi Vidal y pocos más, y con menos reconocimiento del debido mi admirado Lorenzo Pascual. Como me dijo alguien una vez ahora la mayoría somos “procesadores de bits”. 

 Ahora mismo hay en Torreperogil una exposición de tu obra con motivo de la celebración en agosto del Frank Rockandblues Festival. ¿Qué podemos encontrarnos? ¿Hasta cuando podrá verse? 

F.C.: La Expo de Torreperogil es para mí la manera de agradecer, aunque sea mínimamente, el cariño y dedicación de un pueblo al frente de un festival tan veterano y hecho de una manera tan hermosa. En las paredes de la sede “oficial” del festi, el Pub Doble Cero, están 17 imágenes en tamaño 70x50 de mi trabajo en los últimos años. Para hacerla más atractiva he elegido imágenes de bandas muy icónicas (Metallica, Kiss, Rod Stewart, Lenny Kravitz…) más un par de licencias de bandas más pequeñas de blues y una foto de Hendrik Rover, al que admiro por ser el ejemplo de integridad musical más grande de este país. Creo que ha quedado muy bonita y estoy muy contento con ella. Estará en Torreperogil hasta que finalice el festival el 14 de agosto, aunque probablemente cambie de localización, la idea es que la vea la gente que va al festi. Luego la expo va a viajar a varias ciudades, hay alguna cosa apalabrada y querría ir actualizándola, ampliando y hacerla lo más itinerante posible. 

No es la primera exposición que realizas, y eres fotógrafo oficial de algunos festivales, como el Festival de Blues de Béjar. ¿Disfrutas más en estos eventos o en las pequeñas salas?. ¿Dónde te resulta más fácil encontrar “la foto”? 

 F.C.: Disfruto viendo un buen bolo, me da igual en el Wanda Metropolitano o en el salón de mi casa. Todo tiene su encanto. Las fotos me salen mejor cuanto más me gusta el concierto que estoy viendo. Suelo decir que soy el único fotógrafo que baila en los fosos, y eso es porque estoy muy feliz allí. Me gusta tener tiempo para la foto, esperar el momento y capturarlo. Eso cuando curras en un festi o en una sala es fácil, siempre que te aporten un mínimo de condiciones de trabajo. Lo de “las tres primeras y a la calle” lo llevo muy mal. Me sudan las manos, me entra el tembleque y no acierto a saber dónde está el disparador. Muchos fotógrafos dicen que les pone “la adrenalina” de ese momento, yo lo odio, se lo regalo. Eso sí, cuando estás en un festi trabajando tienes que encontrar algo diferente a los compañeros de prensa que han estado, y esa es una responsabilidad y a veces un poco comedura de coco. 

A la hora de trabajar, ¿Buscas el momento en el concierto o lo dejas más al transcurrir de los acontecimiento? ¿Qué es lo más difícil de plasmar la intensidad de lo que estás viviendo en la sala? 

 F.C.: Si vas a un foso a hacer tres temas y a la calle buscas el momento antes de llegar a la sala. Ves videos de youtube, intentas averiguar como son las luces que llevan las bandas (normalmente los grupos grandes repiten en cada concierto el mismo guion de movimientos y luces) y te preparas para ese momento. Cuando no hay limitación y puedes hacer fotos todo el concierto suelo tomarme mi tiempo. No disparo en los primeros temas para que también el músico entre en calor. Ver por donde van a ir las luces…además mola que el músico ya esté un poco más sudado y se suelte con las poses. La intensidad la da el músico, el fotógrafo solo la plasma. Un cantautor sentado con una guitarra rascando acordes tiene más difícil trasmitir la intensidad que un tipo con una Les Paul pegando saltos, sudando y gritando como una hiena. Las luces influyen también mucho en como trasmitir esa intensidad. Nunca entenderé como las bandas cuando van a tocar a una sala preguntan por el aforo, el equipo, el sonido o el backstage (y si tienen barra libre), y nunca nadie pregunta por si hay técnico de luces o que equipo hay. Sonarán muy bien, pero como la imagen que transmitan sea una mierda será lo que perciba el que no haya estado allí. 

¿Crees que las bandas son conscientes de la importancia que tiene una buena imagen que acompañe sus actuaciones? ¿Cómo es la relación banda fotógrafo, se crea vínculo, es algo más aséptico…? 

 F.C.:  Un poco lo que te comentaba. Muchas bandas no se ocupan de eso y es un grandísimo error. Hay más posibilidad que alguien vea una foto de un bolo tuyo a que escuchen una de tus canciones. Si la primera impresión que transmites es mala (por tu imagen, escenografía, mal trabajo del fotógrafo que te ha hecho el repor…) tienes mucho perdido, y también al revés. Además, yo no quiero ver sobre el escenario a un tipo que podría ser mi vecino de al lado bajando la basura. Un músico en un escenario es un ser superior, o al menos se lo debe creer. Hay bandas que cuidan mucho eso, y consiguen resultados incluso siendo bandas de tamaño pequeño. Mira a Star Mafia y mira a Nacho Vegas…y ahora dime a quien confiarías tu vida. No hay color. Para eso los guiris son de otra manera. Lo dan todo, y no me importa que esté teatralizado o que sea un guion, cobran una entrada y te dan algo que no vas a recibir en ningún otro lado. Por eso amo, por ejemplo, a Michael Monroe o a Dan Baird, no son mi puto vecino, de hecho, no creo que tengan vecinos. Si tienes una banda y quieres ser alguien, contrata a un buen fotógrafo, de nada te sirve tener la guitarra más cara que hay en la tienda. Nadie te va a querer más por eso, pero por salir bien en una foto…ahí está el espíritu del Rock And Roll.

Tengo muy buena relación con los músicos porque los respeto mucho e intento ser muy profesional en mi trato con ellos. Creo que apenas tengo fotos con ninguno, incluso con aquellos que con los años y el trato he llegado a entablar una pequeña amistad, sinceramente prefiero compartir con ellos un trago y una charla que tener un millón de fotos en mi instagram con gente que no conoces de nada, ese rollo poser me da mucha pena. Si tú te comportas adecuadamente todo fluye y es sencillo. Es muy importante no molestarles cuando están trabajando, la barrera del respeto es infranqueable para mí. Creo que por eso me llevo bien con todos. 

Tengo la sensación de que existen dos mundos no se si opuestos, pero si diferenciados en el panorama musical. Uno es el que engloba a los grupos nacionales y otro el que engloba a los grupos internacionales. ¿Lo percibes así? 

F.C.: Tiene más que ver con la profesionalidad que con el origen. Hay una palabra clave en este sector, y es el amateurismo. Al tratar con un mercado más amplio, el local, acabas pensando que las bandas de aquí son menos profesionales, pero lo que ocurre es que los que llegan a venir de gira aquí ya han pasado esa frontera. Si es cierto que es más difícil que un músico profesional de fuera haga algo indebido con tu trabajo, te robe una foto, o te intente no pagar un trabajo, pero también pasa. Yo por lo general he tenido buenas experiencias, y las malas las he intentado solucionar por privado y sin dar la nota. La excepción han sido un par de indeseables, pero este mundo es muy pequeño y nos conocemos todos, al final es malo para ellos porque ese comportamiento llega a oídos de programadores, promotores etc. y se van cerrando el círculo para poder tocar. 

¿Cómo ves la escena musical actualmente?. Es evidente que la pandemia ha hecho mucho daño, pero dinos, ¿según tu opinión cual es el futuro a medio y a largo plazo? 

 F.C.: De la escena musical creo que no es tan malo en lo referente al público, que cada vez tiene más oferta, más actuaciones y más donde elegir, pero creo que estos últimos años han hecho mella en los músicos y sus condiciones. Cada vez cachés (cuando realmente los hay) más bajos, peores condiciones de gira (alojamientos, comidas, transportes, salas) que ocasionan que muchas buenas bandas acaben tirando la toalla. Además, esta urgencia vital en la que vivimos todos se traslada a la música, y las bandas no tienen carreras a largo plazo. Dos discos, una gira y si no crecen lo suficiente abandonan. Una pena porque hay bandas impresionantes en el circuito de salas. Luego lo que todos comentamos. Llegan los Stones, te ponen las entradas a 150 euros y acaban con los tickets del Wanda en un día. No tengo problema con ello, cada uno se gasta su dinero como le da la gana, pero creo que no hemos “sembrado” una cosecha de amantes de la música en directo suficientemente buena para que el chiringuito dure mucho tiempo. Si queremos cultura de usar y tirar acabaremos pensando que el Don Simon es un gran reserva. En cuanto a mi sector. Si tienes un hijo no le compres una cámara, quiérele mejor, búscale algo con porvenir. 

Entrando en terreno más personal, hace poco has estrenado estantería nueva para tu colección de discos. ¿Cuántos tienes? ¿Cuál es tu “joya de la corona”?

 F.C.:  (Risas) A mi pareja se le ocurrió poner una foto en redes y vaya éxito. No les he contado nunca, pero con los que están en casa y en el trastero habrá unos 6000 cds, quizás alguno más, no me importa. Compramos música todas las semanas del año, amamos el formato cd y ahora es un paraíso, compras auténticas maravillas por apenas unos euros. Además, viajamos mucho y antes de buscar en internet donde dormir o comer, ya nos hemos descargado las direcciones de las tiendas de discos para irlas a visitar. Somos muy yonkies de comprar cds, y sin embargo no somos nada coleccionistas. Pasamos de las ediciones aniversario, los masters de los remasters y las ediciones con dvd, ocupan más sitio y éste escasea en casa, así que imagínate cuando la gente habla de vinilos de 180-200 gramos o de kilo y medio a 20 o 30 euros, nos morimos de la risa. La excepción son los box sets, me encantan y me engancho mucho con ellos. Nuestros padres rellenaban las estanterías del salón con la Enciclopedia Espasa y una edición en piel de 5 tomos de El Quijote y nosotros ponemos box sets. ¿Joyas? Tengo una primera edición del debut de Sertucha firmado y dedicado después de ponerle el desayuno, con el que espero pagarme la jubilación. 

Como fan, ¿Cuál ha sido el concierto de tu vida? ¿Cuál al que te gustaría haber asistido y no has podido? 

 F.C.: Esto lo hemos hablado mi pareja y yo hace apenas unos días. Hay unos cuantos “conciertos de mi vida”. Dos que he visto en el Azkena. Moot The Hopple en el 2018 y Thunder en 2017. Con Mike Farris en el Calella Rock 2018 arranqué a llorar cuando empezó a tocar Father Speaks y no hubo manera de consolarme, aunque creo que lloraba de felicidad. Jason Isbell y John Moreland en Bruselas en el 2016, Marcus King en Berlin la semana antes de que toda Europa se confinara por la pandemia…hay muchos, pero esos son siempre los primeros que me vienen a la cabeza. Me hubiera gustado estar en algún show de esos clásicos que ves en video como en el Ritz en el 88 con los Guns And Roses, o haber visto a Demolition 23, o a Koko Taylor, o a Temple of The Dog... Pero no me gusta hacerme sangre con eso. Mejor pensar en todo lo que nos queda por ver. 

 Lo dejamos aquí. Cuéntanos tus proyectos inmediatos, donde se puede seguir tu trabajo, como contactarte en caso de que alguien quiera hacerse con alguna de tus fotografías, etc. 

 F.C.:  Durante el mes de marzo estuvimos trabajando en la FHLIM (la Feria Hispano Lusa de la Industria Musical) llevando las redes sociales y la fotografía del evento. Tenemos varios festivales confirmados este año para hacer ese mismo trabajo (Bejar Blues, Z Live, La Grapa…) y como prensa estaré en bastantes (Azkena, Frank Rock And Blues, Rock Imperium…) quiero que sea un verano muy movido, necesito volver a la calle, a las salas, a los festis. He decidido no decir que no a nada este año, el próximo no sabemos que nos traerá Tenemos una web con miles de fotos de conciertos y viajes www.franceaphotography.com donde además está nuestro contacto y los servicios que ofrecemos. Además, estamos en Facebook (FranCeaPhotography) en Instagram y también en Twitter. Y malo tiene que ser que bajes al bar y no me veas tomando una cerveza…es fácil encontrarme.