Alhambra Monkey Weekend 2022: Un oasis para amantes de las músicas callejeras


El Puerto de Santa María, 13 y 14 de Mayo de 2022 

Por: Javier González 
Fotografías: Pablo Bernardo

Vaya pedazo de experiencia es viajar hasta el Puerto de Santa María para disfrutar de una nueva edición del “Alhambra Monkey Weekend”. Así de rotundo y así de simple se podría resumir la grandeza de un encuentro musical diferente a cualquier otro. Un festival donde la suma del conjunto potencia a las partes: Fantástico cartel repleto de música del mañana, emplazamiento inmejorable, gastronomía para el deleite de los sentidos y por último un buen puñado de asistentes variopintos, llegados hasta el lugar por puro amor a la música y al disfrute, hermanados en un ambiente donde camaradería y heterodoxia son las banderas predominantes. 

Algo palpable desde la presentación del jueves en el magnífico emplazamiento del castillo de San Marcos, donde autoridades y parte de la dirección del “Monkey”, personificada en la figura del co-director, Tali Carreto, aprovecharon la ocasión para presentar las novedades, ubicaciones y sorpresas que depararía esta nueva edición, tras la cual tuvimos la oportunidad de comenzar a vivir la experiencia de lo que es el “Monkey” chico, compartiendo charla musical y cerveza en mano con una de las bandas que más ganas teníamos de ver de entre todo el elenco de artistas presentes en el cartel, nos referimos a los gaditanos Salvaje Lola, cuyas canciones directas, rebosantes de energía y deudoras del pop-rock de pantalón pitillo nos encandilaron las semanas previas a nuestra cita portuense, y más aún ahora tras haberles conocido y saber que tienen las cosas bastante claras en lo que al mundillo musical respecta. 

La noche del viernes nos encaminamos al mismo castillo para disfrutar de la primera de las tandas de conciertos, donde en un silencio emocionante y con una audiencia llegando lentamente pudimos disfrutar de las bondades del pop reposado de Kora, un formato trío lleno de matices y letras intensas, la interesante propuesta post punk callejero de reminiscencias ochenteras de Los Yolos, con esos ramalazos que por momentos emparentaban con los mejores Joy Division y que extrapolados a nuestra tierra despertaron comentarios que los hermanaban con los primeros Gabinete y Parálisis Permanente, pasado por un tamiz propio del siglo XXI; el rock a degüello de Cuello, con el que la noche cayó sobre nosotros, y para cerrar uno de los platos fuertes del festival como los madrileños Camellos, presentando en primicia las canciones de su nuevo “Manual de Estilo”, el tercer trabajo de una discografía que se va ensanchando y que actualmente se encuentra entre nuestras favoritas del rock patrio actual, en el marco de un bolo con algunas carencias de sonido, sustituidas por esas historias rocambolescas y callejeras de otra de esas formaciones que han sabido meter en un saco de modernidad la herencia de bandas como Burning, Los Enemigos, Leño y hasta Mamá Ladilla

En la tarde del sábado había mucho donde elegir, tanto a nivel de escenarios como propuestas. Tras mirar mucho los horarios y las diversas actuaciones, descartamos, no sin dolor acercarnos al karaoke de los Jaguares de la Bahía, quienes a buen seguro formaron buena parranda en la azotea del bar “Andalucía” con su “Get Back Show”, decidiendo acercarnos a disfrutar de otro de los grupos que teníamos redondeados y marcados en nuestro programa como obligatorio. Se trataba de los citados Salvaje Lola, quienes ofrecieron un concierto de alrededor de cuarenta minutos directo y al mentón, lleno de canciones efervescentes con parada en el power-pop y el rock con ramalazos canallitas y callejeros, composiciones de esas que, a poco que se escuchen, gustarían mucho entre el público especializado y no tan especializado, no en vano su debut viene editado en una etiqueta de garantías como es Family Spree Recordings, donde el tío Tony les ha fichado, haciendo gala una vez más de su buen ojo para hacer que su escudería siga creciendo. 

Recorrimos apenas unos metros, plantándonos en la Plaza de Alfonso X el sabio, donde Nacho and the Browns pusieron a bailar al personal gracias a los ritmos más retros de un rockabilly abierto y heterodoxo interpretado con pulso, un disfrute para familias enteras que dieron buen color al recinto, quizás la mayor de las audiencias concurridas en el “Monkey”, preámbulo al regreso más sonado y cacareado, el de los locales Madenning Flames, banda mítica de firmes querencias noventeras, donde destaca la presencia de Muni Camón, voz y guitarras, quienes despacharon un concierto donde el sonido fue una pura delicia, apoyados complementando la formación con la figura del sin par Paco Loco, parapetado tras las teclas. 

Antes de dar por finalizada nuestra presencia en el festival nos acercamos hasta el Guateque para ver un ratito las evoluciones en directo de otras de esas bandas llamada a hacer grandes cosas en un presente y futuro no muy lejano como los madrileños La Paloma, enérgicos y directos, cuyas melodías conectaron con un respetable joven y que disfrutó del mensaje de la banda. 

Todo esto y mucho más fue lo que pudimos ver y disfrutar en el marco de un “Alhambra Monkey Weekend” de lo más familiar, volvió para mostrarnos que se trata de un festival único, donde disfrutar y esbozar sonrisas es lo más sencillo. En un momento donde las experiencias cada vez están más valoradas, no asusta decir que el “Monkey” debería obligatorio al menos una vez en la vida. Qué narices. Al menos una vez al año en la vida.