Por: Txema Mañeru
Puede que estemos ante el disco más personal y especial de este australiano. Creo que es ya su décimo álbum de estudio y el primero que hace totalmente solo desde el apreciable “Spirit Bird”, del que puede considerarse como una especie de continuación. Tiene también recomendables trabajos editados como Xavier Rudd & The United Nations, de espíritu más festivo como el chulo y alegre “Nanna” (Nettwerk / Discmedi). Con su característica world-music pero con amplio espacio para uno de sus estilos favoritos, el reggae. De hecho, lo produjo el mítico Errol Brown en los Tuff Gong Studios de Jamaica. Los seguidores de Bob Marley, Alpha Blondy o UB40 fliparán con ese disco y con este prestigioso músico y creador. En su día ya te hablamos de él más extensamente en El Giradiscos.
En “Jan Juc Moon” (Salt.X Records / Virgin Australia) Xavier reflexiona sobre la naturaleza y la manera de relacionarse con ella por parte del ser humano. En este trabajo más desnudo podrá llegar de nuevo a seguidores del Bob Marley más íntimo, pero igualmente a los de Paul Simon, Ben Harper o Peter Gabriel. Comienza con el tema central, "I Am Eagle", en colaboración con los hermanos del pueblo indígena, Bundjalung, Josh y Kyle Slabb. Un tema hipnótico y experimental combinando world-music con new age y electrónica con la buena presencia de sintetizadores analógicos. Sigue con el tema titular que compuso hace diez años y en el que suenan hasta los latidos del corazón de su hijo. Desnudo con buenas y cálidas acústicas y su dulce y sentida voz con un claro toque al Paul Simon de, sobre todo, su básico “Graceland”. Un burbujeante y original sonido.
El primer single del disco, "Stoney Creek", alcanzó gran repercusión entre sus fans y fue sentido como un viento de cambio por Rudd. "Great Divine" es también acústica y hermosa, con unos coros épicos finales inmejorables y un in crescendo en el más puro estilo Peter Gabriel. "Ball And Chain" es otro single más alegre con leve ritmo reggae y la buena colaboración rapeando de J-MILLA. Tras otro ameno single como "We Deserve To Dream", llega una tierna "The Window", de nuevo con destacados coros y con aire entre Simon y Gabriel, otra vez. "Dawn To Dusk" son más de diez minutos y medio de viaje total. Lento y hermoso y sin indicios de hacerse largo. En él sobresale una slide guitar y piano, que junto a buenos coros infantiles, aportan un buen punto, algo mesiánico, entre Ben Harper o los U2 del “The Joshua Tree”. Cálido ritmo reggae y ukelele en "Magic" que se suma a la acústica y a una interpretación muy Paul Simon, en "Angel At War". Buenas guitarras eléctricas transmitiendo paz encontraremos en "The Calling" y gran final tras casi setenta minutos de buena música con "Joanna", que pone buen colofón a un trabajo emocionante y cargado de sentimientos como los de este bonito tema final con acústica, armónica y su voz. Gran disco a la naturaleza con enorme naturalidad y buen feeling.