Paul Zinnard: "Formula H"


Por: Aritz Sertucha 

Había leído en algún sitio que a partir del 25 de febrero de este año (estamos en el 2022, creo, porque la nebulosa pandémica me tiene cronológicamente despistado) se podría escuchar en plataformas digitales el nuevo disco de Paul Zinnard, un año después de que estrenase "Trance". Pasaron un par de semanas hasta que por fin, una mañana, me subí a la Fiat Talento y decidí escuchar que me ofrecía "Formula H" (Two Mad Records, 2022), título de este trabajo compuesto por ocho temas, poco más de 34 minutos, que se me antojaron buena compañía para recorrer un tramo de la EX - 300.Pues bien, no había recorrido ni 500m, cuando me quedé completamente atrapado por los primeros acordes de “Everything Was On Fire”, y no fue hasta el octavo que conseguí volver a la realidad de mi viaje.

Canciones redondas, perfectamente acopladas unas con otras, lo que es de agradecer para la gente que todavía quiere escuchar discos, como quien lee un libro, que nos sean una colección de temas sin más, sino que termines con él con la sensación de que te ha estado contando una historia. La banda que acompaña a Paul consigue que las magníficas composiciones alcancen un nivel superior sin la necesidad de grandes artificios, porque sí, porque muchas veces, casi siempre, menos es más, y en este sentido, creo que Miguel Morell y el propio Zinnard, que firman la producción de este trabajo, lo tienen claro.

En poco más de tres minutos vinieron a mi mente, Elvis Costello, Tom Petty, o los Cordovas, cuando manda en ellos el hemisferio cerebral en el que se encuentre Joe Firstman. “Everything Was On Fire” es un tema clásico, efectivo, donde su alegría musical, contrasta con una letra melancólica, de recuerdos convulsos y conflictivos, con la añoranza de una vida mejor, incluso en tiempos no mejores. Le sigue “What Is Wrong With You Young Man”, llevada perfectamente por Willie B Planas con sus teclados, que conducen al resto de la banda, en esta canción, que ahora si, apareja a la perfección la melancolía de la melodía con una letra que trata de encontrar una respuesta a ciertos errores del pasado. 

“Someone Like Me” mantiene el disco en línea ascendente, y en esta ocasión, Patricia DeVelasco se deja oír con unos coros que encajan a la perfección con la voz principal. Tendrá Patricia otro momento destacable más adelante, en el tema “Bumps On The Avenue”. Este tercer tema me hace pensar en un paisano de Carlos Oliver (nombre real de Paul Zinnard), otro ilustre compositor que ha bebido de la música americana. Me refiero a Toni Monserrtat. Me imagino a los dos cantando este tema en un directo para disfrute de los presentes. Mientras conduzco, tengo la sensación de que más que escuchando música, estoy leyendo una novela de Nick Hornby
 
“I Was Around” es un tema más desenfadado que el anterior, la acústica se tumba sobre un colchón de armónica que hipnotiza, incluso en una parada a medio tema para que manden Cristian Chiloé y Miguel Morell, encargados de llevar la base rítmica. Si bien todo el disco tiene un aroma a Petty, esto se hace más presente en el siguiente corte del disco, “You Make Me Wanna Fly”, una historia de amor con final común, en la que de nuevo, la acústica y el teclado marcan la extraña tendencia a golpear el volante con la palma de la mano a ritmo de la canción. Con ”Smoke”, "Formula H" respira. 

El tema sirve de antesala a lo que será el final del disco, con “The Burning Land” y “Bump The Avenue”. El primero de estos dos últimos temas nos vuelve a colocar donde estábamos antes, y queremos saber que va a suceder con toda esa rabia contenida, que se nos ha venido contando en los temas previos. Acaba el disco con “Bump The Avenue”. El acople inicial te avisa que vas a terminar bien arriba, lo suficiente para volver a escuchar todo otra vez. Un tema en el que aparecen ecos de The Clash sin perder en ningún momento la esencia de lo que ha sucedido hasta el momento. Rabia y enfado, y de nuevo, una Patricia DeVelasco más gamberra, dando el punto necesario para terminar de vestir un tema, ya de por si elegantemente vestido. 

 Mi viaje duró ese día algo más de 34 minutos, pero no importó porque "Formula H" sonó en más de una ocasión. Las canciones que forman esta obra te transportan a la época donde, con mimo, pasabas horas grabando en casette un recopilatorio, para dárselo a alguien importante. Con ese mimo están trabajadas, y con ese mimo deben ser escuchadas. Rock clásico, sin aspavientos, simple, que no sencillo. Da la sensación de que existe ahí una fórmula clave para que todo funcione, y que esa fórmula será repetida en numerosas ocasiones por esta banda, pero no es más que un espejismo, un oasis al que por suerte podremos acudir cada vez que le demos al “play”. Y es que en palabras del propio autor: “Formula H es una fórmula única y de un solo uso. Una fórmula que ha producido ocho canciones y que se autodestruye para abrir puertas a nuevas fórmulas”.