Anda Johnny Marr decidido a consolidar su carrera solista, a punto de cumplir una década el próximo año, tanto que el de Manchester, por aquello de despejar dudas, regresa con la publicación de un álbum doble, el número cuarto en su carrera. Cierto es que, se trate de una jugada de marketing o tal vez signo de los tiempos, ya conocíamos ocho de los cortes de este nuevo "Fever dreams Pts. 1-4" (New Voodoo, 2022) a través de dos EPs publicados durante el pasado año, denominados así: "Fever dreams Pts. 1" y "Fever dreams Pts. 2". Para el próximo mes de mayo se anuncia ya el lanzamiento de la tercera cara del LP matriz bajo el título, efectivamente, de "Fever dreams Pts. 3".
Llegados hasta aquí, ¿qué ha sido de Marr desde aquel distinto 2018, fecha de publicación de "Call the comet" (New Voodoo) su poderoso tercer disco y predecesor del que hoy nos ocupa? Al ex The Smiths lo hemos podido ver estos años declarando abiertamente su postura anti Brexit, a la vez que repetía colaboración junto a Hans Zimmer en la composición de bandas sonoras, en esta ocasión para "No time to die", la última entrega de las aventuras de James Bond, lo que le valió también una aparición estelar junto a Billie Eilish.
Affaires personales al margen con alguno de sus ex compañeros en aquellos maravillosos The Smiths, este "Fever dreams Pts. 1-4" que llega ahora supone en cierta medida una continuación a nivel musical de su anterior trabajo, el vigoroso "Call the comet". Marr firma las dieciséis canciones junto a James Doviak, su compañero habitual, con quien comparte además labores de producción, recuperando plenamente el tándem creativo desarrollado en el inaugural y certero "The messenger" (Warner Records, 2013) y su continuación un año después, con el titubeante "Playland "(New Voodoo, 2014).
En esta nueva colección de canciones, los sintetizadores, la electrónica y la épica ganan protagonismo respecto al anterior trabajo. El de Manchester, uno de los guitarristas más brillantes de su generación, parece querer llevarnos por momentos a la década de los ochenta, cuando colaboraba con Bernard Sumner en aquella maravillosa aventura bajo el nombre de Electronic. Las canciones de este "Fever dreams Pts. 1-4" fueron gestadas durante el confinamiento, experiencia que, curiosamente, supuso para Marr un deseo de expansión, conexión y empatía, comenta, hacia el prójimo, quedando reflejado en unos textos de carácter más abierto, femenino y humano. De esta combinación de electrónica y el empleo de letras orgánicas nacen aciertos desde el principio como por ejemplo en el tema inaugural, la enorme "Spirit Power and Soul", también en canciones redondas aquí (la espléndida "Lightning people") y allá ("Tenement time"), proponiendo un viaje lisérgico en la juguetona "The Whirl", hasta terminar con el mensaje positivo que encierra "Human", último corte del disco y canción que trata de transmitir la esperanza de que ‘“lo mejor está por venir”.
El disco cuenta con colaboraciones ilustres como Simone Marie de Primal Scream a los coros y al bajo en varias de las canciones, entre ellas en el single "Night and day", así como la voz de la compositora y acompañante de Johnny Marr en directo, la estadounidense Meredith Sheldon. Sobre si estaríamos ante un trabajo más equilibrado reduciendo el peso del número de canciones o bien el minutaje de estas, podríamos concluir que, dada la naturaleza confesional del disco, probablemente el artista haya optado por incluir la mayor parte del material escrito.
Reconforta ver a Marr, quien iniciara su andadura en solitario allá por 2013, llegar a la cuarta entrega de su carrera y hacerlo, además, con un disco doble y de muy notable factura. Que los nuevos tiempos lo traigan por nuestro país y que muy pronto podamos disfrutarlo.