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Para comenzar, contadme cómo se empieza a gestar este ‘Bellaurora’, ¿ha influido la pandemia o ya lo teníais preparado antes?
Ferrán: El disco lo empecé a componer un mes antes de que nos encerraran, ya saqué unas cuantas canciones con la intención de sacar de ahí un disco. Lo que sí hemos podido hacer esta vez ha sido algo que todavía no habíamos hecho con la formación actual de Egon: estuvimos una semana encerrados ensayando antes de entrar a grabar en Casa Murada y eso se notó porque, aunque todos en la banda tengamos recursos sobrados para enfrentarnos a un disco, te da un tiempo para aprendértelo y tener esa capacidad para transmitir, y eso también se nota en el disco.
Charlie: Además de eso, que es transversal a cualquier trabajo, yo creo que Ferrán tenía este disco plasmado de manera más clara incluso en las demos, estaba bien ensayar cosas preacordadas de alguna manera ya por él, y poder filtrar a través de nosotros todas esas ideas que nos había presentado.
¿Y cómo se hace la selección de los temas que, finalmente, van a estar en el disco?
Ferrán: Hicimos una de esas cosas bonitas en una banda que es hacer votaciones y elegir los temas del disco, la verdad que es algo que no llevo nada mal, porque sé que las que se quedan son las que hacen más ilusión a todos los miembros de la banda.
A pesar de que hay temas que, por estilo y temática, podrían haber estado en vuestro anterior ‘El rojo y el negro’, en esta ocasión habéis huido del disco conceptual para hacer un trabajo más variado, añadiendo también más presencia a los sonidos latinos y a las percusiones ¿ha sido algo premeditado?
Ricky Lavado: Supongo que cada vez toco mejor y por eso me van dejando más espacio para meter mano (risas). En cuanto a lo que comentabas, sí que, de forma consciente o inconsciente, que eso te lo sabrá decir Ferrán, esta vez no ha interesado esa idea de disco conceptual o de buscar una justificación del disco, sino que, de una manera extraña, todo el disco tiene un punto de frescura que lo convierte en algo muy rico, al no estar ceñido a temáticas concretas. Esa parte de que no haya un hilo unificador ha redundado en una mayor riqueza anímica y de texturas, al margen de que te puedan gustar o no las canciones, escucharlo de principio a fin es hacer un viaje muy variado, porque vas pasando por muchos lugares y le da un aire evocador para que, individualmente, cada oyente haga suya cada canción y le saque las aristas que resuenen por sus circunstancias.
Charlie: Esto es una opinión muy personal, pero me da la sensación de que el disco es una especie de “Grandes éxitos” nuestro con composiciones nuevas, como un resumen de lo que es Egon Soda y de lo que es Ferrán, donde se ven nuestras influencias de estilo: americana, rock, grunge, soul, funky… todo lo que nos gusta y nuestras inspiraciones están ahí, es una declaración de intenciones de lo que somos como banda.
Ferrán: Estoy totalmente de acuerdo con lo que dicen. Otra de las cosas bonitas que pasan en la banda es que, hagamos lo que hagamos, acaba sonando a Egon, y eso permite una cierta tranquilidad de que nada va a quedar como un pegote, y por eso también podemos probar cosas nuevas cuando nos apetece.
¿Ha sido fundamental, para conseguir ese sonido particular, la incorporación a la banda de los nuevos miembros en los últimos trabajos de Egon Soda?
Ferrán: Claro. Cuando compones para una banda piensas en lo que hay, así que, cuando empezamos, componía canciones para bajo, guitarra y batería, pero la suerte de tener un segundo guitarra, un teclista y un percusionista es que te amplía muchísimo la paleta. Yo, además, juego con la suerte de que cuento con unos compañeros buenísimos que, aunque yo no lo ponga, siempre van a encontrar su sitio en la canción… la gracia es que cada uno aporta su parte y eso siempre es sorpresivo y suma… pienso que es un síntoma de que la banda está implicada y funciona.
Ricky: En realidad, Egon tampoco es una banda que funcione mucho con ese tipo de racionalidades, en general no somos muy buenos estrategas (risas); así que esas decisiones son una mezcla del estado en que nos encontremos en el momento, pero lo que hacemos es, como todo, votarlo, y si hubiéramos votado en otro momento, quizá habría salido otro single… pero lo mismo pasa cuando hablamos antes del tema de las influencias: si una canción suena más americana o noventera, todo eso está ahí porque es lo que escuchamos, pero no sale de un proceso muy cerebral, sino que surgen de una manera muy natural.
Charlie: De todas formas, si hubiera una estrategia preconcebida, tampoco sé si habría un gran cambio porque, como decíamos antes, al final todo es Egon Soda.
Ferrán: Lo que nos gustaría transmitir de alguna manera, y sabemos que no tiene mucho que ver con lo que es tendencia hoy en día, o con “lo que se lleva”, es que la gente se escuche el disco de arriba a abajo porque, como decía Ricky, es un viaje que empieza y que acaba, y que permite hacer muchas lecturas… no es un disco para picotear, porque pasa por muchos estados anímicos y emocionales.
Charlie: De hecho, el disco empieza con ‘La canción de todas las canciones’, que ya es una declaración de intenciones de decir “quieto parado, siéntate y disfruta del viaje”.
Supongo que eso también ha hecho que os haya salido un disco más largo que de costumbre…
Ferrán: Es más largo que los dos anteriores, pero no creo que las canciones sean especialmente largas. Sí que hay temas que podíamos haber acabado antes, como ‘Como si los pianos se afinaran solos’, pero no quisimos porque, cuando la tocábamos, pasaban cosas magnificas que no quisimos quitar. Son decisiones que creo que nos podemos permitir, porque nos apasiona esto y queremos que responda a nuestras necesidades, así que, si hay canciones largas, no pasa nada, y si es corta como ‘Ego te absolvo’ tampoco… y no nos preocupamos por si una canción es “poco single” o es demasiado larga para un videoclip…
Charlie: No, no creo que vayamos a hacer un “Radio edit mix” (risas).
Quién os va a decir algo a estas alturas con la experiencia que tenéis y con lo que el grupo supone para todos vosotros ¿no?
Ferrán: Bueno, eso te lo encuentras siempre. En la música y fuera de la música, hasta cuando te estas muriendo, te van a decir lo que tienes que hacer y cómo te tienes que morir (risas).
Me refiero a que, como Ferrán me decía en una entrevista anterior, Egon Soda es una especie de refugio para todos los miembros del grupo para tomar un descanso del resto de proyectos en el que estáis inmersos ¿no?
Charlie: Egon Soda es casa y familia, en esta banda tienes la confianza de estar en el hogar y sabes que es un sitio al que puedes volver cuando todo lo demás falla.
En cuanto a la parte lírica, uno de los puntos fuertes de la banda, nos encontramos con canciones en las que el mensaje es más críptico o está menos claro que, por ejemplo en ‘El rojo y el negro’…
Ferrán: Yo nunca me he caracterizado, ni escribiendo ni viviendo, por decir las cosas de una manera muy directa, siempre me han gustado los rodeos. En el disco anterior tuve que trabajar mucho las letras, y en este, en cambio, aunque hay mucho texto, lo he hecho como siempre, sentándome a escribir y sin cambiar muchas cosas. En cuanto a la temática, la canción mandaba sobre cualquier otra consideración, así que las letras en mi cabeza también eran lo que me estaba diciendo la música.
Ferrán: ‘Ortigas…’ es un homenaje a mi madre, Pilar Gijón Ortigosa, y hay varios mensajes ocultos que tienen que ver con ella, pero a la vez, quería que fuese un homenaje a todas esas personas que nos han construido y que nos han ayudado a crecer que, en el caso de los miembros de Egon Soda, a los que conozco muy bien porque son mis hermanos, son mujeres y sabemos lo importante que han sido muchas de ellas en nuestras vidas: madres, parejas, amigas, escritoras, músicas… no es sólo un homenaje a las mujeres, sino a todas las personas que te ayudan a crecer, y que luchan por ti, incluso cuando tú no tienes ganas.
Por otra parte, ‘Bellaurora’ es una historia un poco poliédrica, donde pensé distintos escenarios donde podía encajar el concepto y otras cosas que se podían llamar así y que podían funcionar como historias, que se van uniendo para que cada uno encuentre en la canción lo que le sugiera. Es un tema que transmite la tranquilidad de que puedes encontrar un sitio donde vas a ser bien recibido y está un poco ligada con ‘Ortigas en tu nombre’ en el sentido de que, por muy jodidas que estén las cosas, siempre vas a encontrar alguien que merece la pena.
Sin embargo, tampoco dejas al margen la parte más reivindicativa de la banda en temas más evidentes como ‘El lecho de Procusto’ o ‘Sendero luminoso’…
Ferrán: Sí, ‘Sendero luminoso’ es la más evidente y tiene el funk y una letra reivindicativa, que bien podía estar dentro del imaginario de una banda como Los Clash; en ‘El lecho de Procusto’ está esa reivindicación de “no te dejes encasillar y defiende lo que eres, porque no te tienes que parecer a todo el mundo”.
A pesar de todo lo que hemos pasado estos últimos años, el disco sale en un buen momento para presentarlo casi sin restricciones. ¿Tenéis ya pensado cómo vais a hacerlo?
Ricky: Sí nos gustaría hacer presentaciones, pero todavía estamos un poco a la expectativa porque, aunque nos apetece salir y tocar, todavía no se pueden planificar grandes cosas, y no podemos ir con un calendario establecido.
Charlie: Las ganas de tocar y la voluntad están, porque poder tocar este disco tan complejo en directo es un reto para todos. Como músico, te apetece poder hacer una cosa que no sabes exactamente como lo vas a transformar para llevarlo al directo.
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