Texto y fotografías: Skar P.D.
Treinta años son una eternidad, pero si lo que se celebra es un treinta aniversario de una de esas discográficas que actúan como portadores de antorchas ante el inminente colapso eléctrico, ya no es que sea una eternidad, es que es un milagro. Snap!! Records celebraba su aniversario que se remonta allá por 1992 a partir de un fanzine y que salvo algún periodo de inactividad por motivos extra musicales sigue hoy en día publicando discos y de una calidad contrastada. Dadas las circunstancias por las que atraviesa la cultura en general, en la que una teta tiene más repercusión en viejos festivales como Eurovisión que la reedición de una joya incluidos los correspondientes bonus tracks, y las circunstancias por las que atraviesa la industria discográfica en particular, todo un milagro sin duda. Un milagro al que los aún supervivientes estaremos eternamente agradecidos.
Para la ocasión se dieron cita en la sala Fun House de Madrid dos bandas que, claro está, pertenecen a la escudería de Snap!! y ante una audiencia que acabó llenando el ahora reducido aforo, o sea alrededor de cien personas. Macarrones abrieron la noche con un setlist mayoritariamente poblado por su segundo disco, publicado no hace aún un año y que responde al nombre de "XX", por aquello de que ya llevaban veinte años en escena. Sonaron muy engrasados y con la sensación de estar muy trabajados, a pesar del parón con el que la pandemia ha obsequiado a la música en directo, desde la entrada inicial de la batería de esa canción que cuenta las sensaciones impactantes del primer encuentro del chico y la chica y que responde al nombre de "Atómicos".
Sin solución de continuidad, las limitaciones de horarios para el directo siguen vigentes, Los Pepes subieron al escenario y probaron sonido delante de la ya abarrotada sala. No se alargó en exceso y de repente.... Después de una breve introducción que sonó más bien a fanfarria precursora de lo que se avecinaba, Los Pepes hicieron gala desde el primer momento de ese calificativo que les designa como la banda más "ruidosa" del power pop y enarbolaron el martillo de Thor dispuestos a dejarlo caer encima de los presentes.
Una brutalidad de inicio de concierto encadenando, se diría que sin piedad, "This Love's War", "Inconsolable", "Guilty Pleasures" y "Unknown", de aquel ya lejano "For Everyone", su primer larga duración con la inclusión, antes de esta última, del "Anyway", del "Positive Negative", a la sazón el primero de sus discos publicado por Snap!!. La avalancha sónica se desplegó a sus anchas por encima de las cabezas de los allí presentes y convirtió a toda la sala en una olla a presión de esas de las que el pitorrito no para de lanzar señales de que está a punto de estallar. Y aún se podía decir que el concierto apenas había empezado.
No hubo demasiadas referencias a su discografía intermedia, representadas por "The Trap", del "Let's Go" y "Automatic", del EP del mismo nombre, y esto no quiere decir que aflojaran la presión en ningún momento, es más, aquello seguía acelerándose y caldeándose por momentos. Y lo de la aceleración no es ninguna metáfora, porque aquello estaba sonando rápido y contundente como solo aquellas bandas que se camuflan en su repertorio, hasta hacerse un todo, son capaces de hacer. Los Pepes es una de esas bandas, desde luego, y sin perder un ápice de actitud afrontaron la recta final, en principio, con un repaso urgente y preciso del "The Happiness Program", que era el disco que venían a presentar.
Todo recto y sin desviarse ni un ápice de su objetivo, que era sin duda que allí no quedara títere con cabeza, sonaron "Small Time", "Let Them Talk" y la inigualable "Sick And Bored", que es todo un himno power pop, en disco, claro, porque en directo Los Pepes se convierten en una aguerrida y eficiente máquina de punk- rock, que es una de las señas de identidad del directo de esta banda. Y sí, claro que se vislumbraban esas melodías características del pop más poderoso, que es otra de sus características, pero la velocidad, la precisión y la agresividad en su ejecución les emparentan con el punk-rock más desatado. Lo del power pop más cantarín los Pepes lo dejan para los discos, sin duda.
Y luego está el bis, que formularon sin bajarse del escenario con apenas una breve interrupción para distinguir el postre de los anteriores platos, y ahí fue cuando definitivamente todos saltó por los aires, con pogo incluido, aunque no fuera un pogo de esos de ira juvenil porque desde hace mucho los jóvenes airados han dejado de ir a según que propuestas musicales, pero pogo al fin y al cabo. Versiones estratosféricas del "Situations", de Slaughter And The Dogs, y del "Stay With Me", de los inconmensurables Dictators, para acabar por todo lo alto con "Too Late, Too Late", del EP homónimo del 2014, que es muy, pero que muy punk.
Total, un concierto de los que sales con ese pitidito en los oídos que te va a recordar durante unas cuantas horas que has estado en un concierto de punk con la suficiente dosis melódicas como para cantar y reconocer las canciones. Ah, y el pitidito no es que te moleste en demasía, porque es más de esos que te recuerdan que lo has pasado bien. Y otra cosa no, pero en el concierto que Los Pepes se marcaron para el aniversario de Snap!! Records los asistentes se lo pasaron muy bien y sudaron, ya puestos. Y, como se veía venir, el martillo de Thor terminó por descargar toda su energía sobre la concurrencia. Tremendo.