“¡Me encanta ser la jefaza!”
Por: Javier González
Como cada año tocó votar para conocer los mejores trabajos facturados en el año que hace no mucho dejamos atrás. Y tras el conteo quedó clara la opinión de los colaboradores y colaboradoras de “El Giradiscos”: El mejor disco nacional del año era “MKMK” de Maika Makovski, otro fenomenal, y van unos cuantos ya, conjunto de canciones obra de la no menos fenomenal artista mallorquina.
Decidimos contactar con ella, alejándonos de nuestra habitual parquedad formal, con objeto de instaurar una nueva costumbre que nos gustaría perpetuar año tras año; de un lado le hicimos llegar un trofeo que acredita la mención de honor recibida desde nuestra web, de otro propusimos mantener una breve charla con objeto de conocer su actualidad. Evidentemente accedió a ambas cosas con la mejor de sus sonrisas.
Imaginamos que a estas alturas nuestro humilde reconocimiento lucirá en alguna estantería de la casa de Maika, mientras que desde esta casa nos quedamos con el verdadero premio que no es otro que la charla convertida en entrevista y todas y cada una de sus fenomenales canciones acompañando nuestras vidas.
Os dejamos con la mejor compañía posible: la de Maika “jefaza” Makovski. Casi nada.
Vamos a comenzar por una valoración del año que dejamos atrás y las expectativas sobre el que comienza. ¿Qué tal se ha portado 2021 contigo y qué le pides al 2022?
Maika: Las cosas positivas del 2021 lo han sido tanto que las que no, salen perdiendo. Salió el disco, al fin, y gracias a eso aquí estamos charlando, y no puedo estar mejor acompañada que con esta banda. Estaba sinceramente enamorada de ellos como músicos antes de que nos juntáramos, y no me es fácil sentir flechazos de ese calibre. Al 2022 le pido que no sea muy duro, que nos deje un paso, aunque sea estrecho, que deje que todo lo cierto siga caminando.
Ha sido el año de la vuelta a los conciertos, de una especie de retorno interrumpido a una normalidad que iba y venía. ¿Qué rutina de la vuelta a los conciertos has descubierto que echabas más de menos?
Maika: Creo que si no hubiera tenido que parar no me estaría emocionando como una adolescente ni ante la idea de subirme al escenario ni al hacerlo. Echaba de menos la hermandad de una banda ante todo.
Desde fuera Maika, tu banda y tú parecéis una comunidad con lazos casi de sangre. ¿Cómo de importante es el calor de una banda hermanada sobre el escenario?
Maika: Para mí, de lo más importante. Si quieres música orgánica y poderosa (vestida con más instrumentos que los que puedas tocar tú sola a la vez), no puedes hacerla con cualquier músico, ni con loops, ni con pistas pregrabadas. Puedes hacer música muy buena, pero no será verdaderamente orgánica. Para mí es esencial tocar con músicos que admiro y que están en el mismo universo. Además, siempre ha sido igual de importante la calidad humana y la calidad de las relaciones en la banda; que si todo puede ser sencillo y agradable, no sea difícil y feo. La industria ya es suficientemente cruel.
“Con este disco busca una experiencia de estudio similar a un directo”
Tras tanto tiempo sin conciertos. ¿Qué sensación te ha traspasado el púbico? ¿Qué te has encontrado en el regreso?
Maika: Ardiendo. A pesar de las sillas, de las mascarillas. Ardiendo por la música y no sé si incluso más por la experiencia.
También ha sido el año en que nos has entregado nuevo disco, un trabajazo como “MKMK” que ha posibilitado dicha gira y que nuestro compañero Kepa Arbizu definió como “el trabajo de una “Maika Makovski desatada, envuelta de nuevo en su faceta más contundente y aguerrida pero también desinhibida, siendo capaz de demostrar su inmenso, y en este episodio casi inabarcable, repertorio de triunfos”. ¿Estamos ante uno de esos trabajos que nace de la necesidad de volver a sentirse tan libre como antes?
Maika: Mmmm… Si escuchas mis discos desde el primero hasta el último, verás una especie de tira y afloja. Un disco hacia fuera, un disco hacia dentro, y así. Eso sí, en todos he intentado aprender algún código nuevo, hacer algo que no me fuera fácil o familiar. Pero en este último quizá hubo menos búsqueda de ese tipo, y fui más bien hacia escribir canciones que me arrastraran, con un espíritu libre, como dices, con menos cabeza, con más estómago. Esto es lo que hago siempre que me subo a un escenario, así que quizá lo que buscaba era una experiencia de estudio similar a un directo.
No sé si es tu mejor trabajo, de lo que no cabe duda es que a la crítica le ha gustado mucho, ya que apareces entre lo mejor de muchas cabeceras. Desde la veteranía… ¿cómo sientan este tipo de halagos?
Maika: Cuando hago un disco busco sacar lo que tengo en la cabeza lo más fielmente posible, escucharlo y sentir que sí, que quiero poner mi nombre en la portada. Pero también quieres que se entienda y se disfrute, quieres que la gente se lo encuentre en el camino a casa y se lo lleven debajo del brazo y que elijan quedárselo. Que les haga sentir. Y cuando ocurre siempre es igual de mágico. Se escapa a tu control de todas todas. Es una especie de milagro.
En la nuestra apareces como la jefaza nacional del año, algo que agradeciste públicamente en redes sociales haciéndonos sonrojar. ¿Qué valoración haces de esa mención de honor en nuestra web?
Maika: (Risas) ¡Me encanta ser la jefaza! No me suele ocurrir, con lo pesaos que se ponen con los que no cantamos en español. De verdad me hace muy feliz que os haya gustado tanto.
“Ser un medio de grandes recursos no es garantía de calidad”
¿Eres consciente de que a medios de recursos limitados como el nuestro nos hace especial ilusión que desde el lado de ciertos artistas se valore nuestra opinión?
Maika: Si hay algo que sé es ser un medio de grandes recursos, como pasa también con artistas muy conocidos, no es garantía de calidad. Hay mucha gente de gran valía con pocos recursos, y creo que lo importante es cuidar de nuestro criterio para saber verlo. Enhorabuena por seguir ahí, aún cuando no es fácil.
Tú eres una artista hecha a sí misma que viene desde abajo. ¿Hasta qué punto crees que son necesarias las publicaciones “underground” para el mantenimiento de una escena?
Maika: Ayer encendía el fuego de la chimenea. Sé que puede parecer tonto, pero me da cierto orgullo hacerlo sin pastillas. Puse papel, luego palos finos, encima de los palos finos, palos grandes, después los troncos. Y le prendí fuego al papel, el papel a los palos finos, éstos a los palos grandes, que tardan un poco más en prender, pero aguantan el fuego más tiempo para que los troncos ardan. Para mí una escena musical sana es algo así. Los troncos grandes no arden jamás sin una estructura previa de papel y palos: de salas, medios más modestos, pero también más libres y audaces que cubren todo aquello que no está en el mainstream. Y sin todo ese tejido de abajo, el mainstream no cambiaría jamás: dejaría de arder tarde o temprano.
Personalmente creo que es un momento en que todos debemos unirnos, vamos a tener que remontar una crisis que necesitará de unión entre artistas, salas y medios de comunicación y a la que no le vendría mal alguna ayuda pública. ¿Por dónde crees que pasan las claves para remontar la situación?
Maika: Creo que lo has dicho bastante bien tú. Unión, y consciencia. Mucha consciencia: que el público sepa realmente lo que está apoyando cuando compra una entrada, cuando asiste a un concierto en una sala, cuando hace click cada día en una web como la vuestra, cuando compra el disco de un artista independiente. Y que con unión hagamos la fuerza y mostremos, de una vez por todas, que importamos.
Hablando de compañerismo… qué bonito lo que subió días atrás Ovidi Tormo de Los Zigarros en sus redes sociales sobre vosotros. ¿Qué sientes al ver semejante muestra de camaradería?
Maika: Me abruma, la verdad, de la mejor de las maneras. Ovidi es una persona excepcional y genuina. Es incapaz de hacer algo que no siente. Está hecho de una sola pieza, es digno de toda la admiración que le profesan y de mucha más. Que escribiera lo que escribió significó mucho para mí; entró como una flecha e hizo diana.
Has sido la presentadora de “La Hora Musa”, un programón musical con actuaciones en directo y entrevistas además de reportajes. ¿Es cierto el rumor de que no se ha renovado el contrato? Creo que con “Sesiones Movistar” ha ocurrido algo similar…
Maika: No sabía que hubiera un rumor… Sé que la2 quiere que vuelva a haber Hora Musa, lo que yo tengo entendido es que depende de que vuelvan las giras internacionales a España. Si recuerdas, el programa era la mitad un artista nacional, la otra mitad un artista internacional: para la2 era importante conservar el formato tal cual.
De ser así. ¿Qué hacemos ahora? ¿Crees que la música sigue siendo la gran sospechosa cultural en un país como el nuestro?
Maika: La música que no sirve para bailar, para el jaleo, para cantar encima, no se acaba de abrazar por aquí. Las músicas de más lenta absorción no parecen cuajar bien en España. Quizá me podría aventurar a decir que mucha gente acepta que la música clásica es cultura, aunque no la escuchen, pero no la música popular. Creo que la gente categoriza la música popular como entretenimiento, y si no entretiene de inmediato, no sirve, se descarta. Para cambiarlo no se me ocurre nada más que hackear el hilo musical de las guarderías de todo el país.
¿Eres de las que mira con nostalgia un pasado televisivo con mucha música en la tele?
Maika: El pasado televisivo responde al pasado social, me temo. Era una época en la que la música tenía misterio. No existían los realities, no existían las redes. Veías a esa persona apasionante tocar esa música apasionante y soñabas con quién sería, soñabas con poder escuchar otra vez esa canción, con que el libreto de su disco te desvelara más pistas de quién era, con poder descifrar el mensaje secreto de sus letras, con entrar en un mundo exclusivo y revisitarlo hasta que fuera menos misterioso y más familiar. Eso es lo único que vivo con cierta nostalgia.
Miremos al futuro con optimismo. ¿Qué bandas relativamente desconocidas del panorama te han seducido últimamente? ¿Y de las veteranas incasables?
Maika: Johnny B Zero, no me canso de recomendarlos. Me gustan Nuria Graham, Pony Bravo, Mohama Saz…
Imaginamos que ya habrá nuevas canciones rondando tu cabeza. ¿Qué aroma destilan?
Maika: Escribí un disco en una semana que no sé cómo abordar. Son canciones como entradas de diario y no tiene sentido que las grabe bien, quizá tendría que salir un disco de las maquetas.
¿Qué harás con el pequeño trofeo que te vamos a hacer llegar como autora del mejor disco nacional del año?
Maika: ¡Exponerlo en mi casa, claro, y que brille a la luz del fuego!
Mil gracias por todo, Maika. Además del premio, te mandamos un fuerte abrazo por el trato dispensado, brillas más que tus canciones.
Maika: ¡Un abrazo enorme a vosotros también y la mejor de las suertes!