Por: Javier González
Dibujar melodías, escribir letras que emocionen y tocar los corazones en un puñado de acordes no es tarea sencilla. Llevar haciéndolo más de 25 años en un género como el pop y en un país como el nuestro es sinónimo de algo concreto: La Habitación Roja. No hay otros. Ni en cantidad, tampoco en calidad, ni mucho en resistencia. Y es que los valencianos han vivido muchas vidas en su trayectoria sin perder nunca ni el norte ni la cordura compositiva.
Dos décadas y media facturando canciones, un sano oficio que siguen defendiendo en el marco de un año complicado en el que han vuelto a reinventarse grabando dos discos, “Años Luz I” y “Años Luz II”, mostrando que sus himnos atemporales, regados de experiencias vividas siguen siendo dardos en el centro de la diana.
Pegamos un telefonazo a Jorge Martí que responde intenso y locuaz dejándose el corazón a cada respuesta. Al terminar tras más de media hora de charla dudamos mucho que sea consciente de la de buenos momentos que han brindado sus letras a unos rockeros militantes como nosotros que reconocen con entusiasmo la belleza de sus canciones. Firmemente creemos que con ellos donde "todo es vacío y hueco", hay una luz valenciana que nunca se apaga.
¿Qué tal va todo, Jorge? ¿Cómo habéis pasado estos dos años tan malos que estamos intentado dejar atrás?
Jorge: La verdad que como hemos podido, igual que todo el mundo, cuando aparecen dificultades tratamos de superarlas. Al principio fue un shock, teníamos por delante la celebración de nuestro 25 aniversario, había más conciertos cerrados que nunca e iba a ser una gira increíble. Finalmente se vino todo abajo, salvo el concierto en el Teatro Principal de Valencia donde hicimos dos días, se hizo hace más de un año con reducción de aforo, mascarillas y con bastantes medidas. Y luego La Riviera que tuvimos que aplazarla dos veces y a la tercera fue la vencida. Fue algo increíble. Nos sentimos afortunados de tocar allí porque si la tuviéramos que hacer ahora probablemente no se podría llevar a cabo en las mismas condiciones. Nos hemos volcado en la composición y edición de canciones y en los conciertos que se nos han permitido llevar a cabo. Hemos pedido un préstamo ICO y todas estas cosas que hacen las empresas en problemas. No es que nosotros seamos una gran estructura, pero sí somos un grupo de música profesional que se quedó atrapado con inversiones para la gira que íbamos a hacer. Es una putada todo lo sucedido, pero estamos bien. Echando la vista atrás pensamos que hemos ido campeando el temporal. Esta sexta ola que ahora nos asola es un poco desesperante. Ojalá en unos meses veamos el final de la pandemia.
Imagino que para ti habrán sido años especialmente difíciles, vives a muchos kilómetros de distancia y tu familia reside a miles de kilómetros estés donde estés.
Jorge: Para mí ha sido complicado, además he tenido problemas de salud de nuevo. También la movilidad ha sido complicada. Viajar es pesado. Es imposible ir a Valencia en menos de tres vuelos y si voy a Alicante son dos y luego tren y taxi. Ahora con el tema del Covid, las restricciones, la falta de ofertas vuelos, la necesidad de test para viajar, todo se complica. Hace semanas hice escala en Oslo para ir a Molde donde resido, allí hacen test a todo el mundo que llega. Es como las películas, coges tu maleta, te explican cómo va todo, rellenas unos papeles, te hacen el test, si das negativo entras y si no, te vas a un hotel a hacer cuarentena. Estuve dos horas en la cola y fue muy pesado. Para la música el tema de la pandemia es muy chungo, realmente hacer un concierto en una sala implica pegarse de bruces contra todo lo que tienes que hacer para no contagiarte. Tocar y ver a la gente sentada en sillas de plástico, mascarillas y separados crea desazón. En el plano táctico es malo y en el psicológico, del que ahora por fin se habla mucho, te ves golpeado todo el tiempo. Te crea una sensación de impotencia, pena y tristeza. Son escenas que tienes alrededor y te retrotrae al monotema.
Aún así os ha dado tiempo a editar dos discos con una distancia de poco más de seis meses, “Años Luz I” y “Años Luz II”. ¿Es la consecuencia lógica de esos meses en que no había opción de salir a girar?
Jorge: Hemos sido dinámicos en el sentido de adaptarnos a las circunstancias. Realmente queríamos hacer un único disco. En Octubre de 2019 grabamos siete canciones con Paco Loco, la idea era volver al estudio ya entrado 2020 para hacer otra tirada y quizás haber sacado el material entonces. En un primer momento tenía tan buena pinta lo del 25 aniversario que hicimos una inversión en escenografía para una gira potente. En ese momento vimos que tenía sentido aplazar el disco para 2021. Luego vino la pandemia, donde recluidos desde Marzo de 2020, pensamos que lo mejor era lanzar canciones para dar esperanza a la gente que estaba en sus casas y de paso mantener viva la llama del grupo y de nuestra actividad. Al final confinados grabamos tres canciones en la distancia, las juntamos con las siete que teníamos y mostramos nuestro momento, para nosotros era importante enseñar todo de forma emocional cómo surgieron y se grabaron. Los músicos somos un poco cronistas que muestran el presente y era importante hacerlo así. Nos habíamos dejado muchas canciones en el tintero para “Años Luz I”, pensamos hacerlo doble, pero para hacerlo tienes que tener 20-21 canciones hechas y acabadas. Al final tuvimos la idea de los dos volúmenes. Ha sido una idea cambiante, adaptada a las circunstancias. Es una mezcla de canciones prepandémicas y pandémicas. Ese ha sido el proceso.
Es curioso, pero parece que La Habitación Roja no deja de comenzar a vivir nuevas etapas desde “Memoria”, donde vivisteis un momento complicado, que no sé si lo es tanto visto con la perspectiva que da todo lo ocurrido. Ahora donde abrís un nuevo marco con un disco basado en la experiencia, la esperanza y en saber salir de situaciones difíciles con amor. ¿Cómo de complicado es saber reinventarse tanto en lo musical como en una relación humana?
Jorge: Son dos discos que tienen un gran nivel, están entre lo mejor de nuestra discografía. Muchas canciones se van a quedar ahí, siendo de nuestras favoritas. Nos reconvertimos en “Memoria” y de pronto vino este lio, hemos tenido que grabar, hacer portadas y hasta la promo. Un “do it yourself” que ha sido todo muy bestia. Ha sido complicado, pero estamos contentos de sacarlo adelante. Creemos que no es consuelo pensar que hay gente que está peor, pero no, no estamos mal. Los músicos estamos acostumbrados a nadar contracorriente, ya que estoy en Noruega es buen símil. Es bonito ver que hemos campeado el temporal. Hay 21 canciones y dos discos bonitos. Creo que el tiempo nos dará la razón.
Ahora donde abrís un nuevo marco con un disco basado en la experiencia, la esperanza y en saber salir de situaciones difíciles con amor. ¿Cómo de complicado es saber reinventarse cada cierto tiempo, tanto en lo musical como en una relación humana?
Jorge: Uno madura y va aprendiendo siempre. Lo importante es mantener la ilusión intacta. Hacemos las cosas de corazón, también le ponemos razón y cabeza al asunto. Somos conscientes del paso del tiempo. Tenemos una posición de madurez y relativa serenidad, aunque a veces se va al traste. Hay un punto de sosiego que está alejado del impulso post adolescente de antaño. Es algo que aplicamos a la música. Este disco se ha grabado directamente desde el estudio, salvo alguna cosa que tenía yo en garage band, no ha habido ensayos previos. Nos hemos dejado sorprender. Paco Loco es una persona muy talentosa con la que disfrutamos y que disfruta con nosotros, nuestras grabaciones son tratados en los que se habla y se ponen en práctica muchas cosas. A nivel de composición creo que he escrito un puñado de canciones interesantes en las que intento exorcizar una maraña de sentimientos en la que nos vemos atrapados. Hablo de mí, de mi familia y de mis hijas desde el punto de vista de un hombre que está al final de su cuarentena. Hablo de cuarentena de edad. Está bien cantar sobre cosas que te afectan y rodean desde la madurez. También trato de ponerme en la piel de mis hijas para escribir y creo que eso me ha dado un nuevo punto de vista. Antes he tratado de hacerlo desde el punto de vista de mi mujer en muchas ocasiones, no sé si lo he hecho mejor o peor. Ahora trato de observar mucho y me parece que es un ejercicio de rejuvenecimiento y ver todo desde otro prisma, lo comparo con mis vivencias y creo que es algo interesante. A mí las canciones me parecen bonitas y desde La Habitación Roja siempre hemos querido sublimar la belleza y transformar lo traumático del día a día en una sucesión de impulsos negativos en algo bonito. A veces son canciones melancólicas, pero intentamos que sean bonitas.
“El Espíritu Adolescente” está escrita en género femenino. ¿A qué responde este hecho?
Jorge: Hoy en día ser adolescente es duro por el tema de la pandemia y por la falta de poder explayarte. Ahora las redes sociales, los móviles y el bullying son brutales, antes éramos más libres. En la canción le digo que la quiero y cosas buenas, pero me dice que hay que quererse por sí misma. Hice la canción pensando en esa conversación, una chica que quiere gustar y ser visible, tiene ese tremendismo que hay en canciones como “1986”, donde decía que el fin del mundo era hoy. Lo superas hasta el día siguiente. Es algo típico de la adolescencia, donde todo es brutal, quizás haya sido algo osado y dentro de unos años me lo reproche.
“El Amor Correspondido está Sobrevalorado” un título que dice todo. ¿Hay que aprender a quererse a uno mismo para amar a los demás?
Jorge: En esta canción hay frases lacónicas e irónicas, obviamente está muy bien que el amor sea correspondido. Es un homenaje a los corazones solitarios que aman sin ser correspondidos. Ese amor derrochado y derramado, esa apuesta por querer que no se ve correspondida y que nos hace hacer cosas maravillosas, desde hacer una canción o un viaje. El amor mueve el mundo. Es hacer las cosas con convicción y fe pero no a cambio de algo. No es interés, no es negocio. Darse a la gente que quieres sin contrapartida. A veces reflexiono sobre mi relación, pienso que hasta que se consolido hice muchas cosas. Otras no se consolidan y se han hecho cosas por intentarlo. Lo importante es sentirse vivo haciendo cosas de forma desinteresada sin que sea correspondido. No siempre se gana. Qué se le va a hacer.
Tras tantos años y discos, Jorge, si personalmente alguien me dijera que definiera el pop alternativo español en dos grupos creo que serían Tachenko y La Habitación Roja. ¿Qué te parece la afirmación?
Jorge: Muy bonita. Creo que Tachenko es un grupo impecable, intachable. Todo lo que hacen es bonito, exaltan la belleza, la amistad, el amor y la vida. Son un grupo de personas entrañables a las que queremos mucho. Son un tesoro oculto para mucha gente. A veces se habla de los grupos que no tienen el reconocimiento que merecen, pero la gente que estamos en esto reconocemos el valor de Tachenko. Es un grupo muy especial. Me gusta que nos emparenten con ellos, está muy bien. Creo que La Habitación Roja es un grupo también a descubrir por la gente ya que tenemos muchas vertientes. Si la gente buceara más allá de las canciones más anecdóticas y más radiadas, encontraría composiciones que siendo muy pop se mueven en un amplio abanico de sonidos que van desde lo experimental hasta cosas que van más al grano. Nosotros nos seguimos divirtiendo en la búsqueda. Buscamos sonoridades, pero no a cualquier precio, sin caer en esperpentos con cosas insulsas y sin alma. Hay que tener un equilibrio con lo que se hace. Intentamos arriesgar, pero somos conscientes que hay que tener cierta serenidad porque a veces te tiras al vacío en algo muy guay que a los meses no pasa el examen. Me gustan mucho estos discos hechos sin vergüenza y sin prejuicios, apelando a las cosas que nos gustan. El resultado nos tiene que emocionar a los cuatro, es la única regla.
Como veterano de tantas batallas. ¿Qué te parece la situación del panorama?
Jorge: Realmente hay muchos grupos. Alucino con las listas de las mejores listas del año. Nos han nombrado en muchas y es un honor. Hay cosas muy chulas. Creo que estamos en un buen momento para la música, siempre se abre camino. La gente joven hace canciones, también los veteranos. Hay que disfrutar de lo mucho que hay que te hace sentirte identificado.
¿Cómo ves la situación actual del Valencia C.F.?
Jorge: Muy mal. Hace poco estuve con gente del mundo de la cultura, hablando del Valencia, una cosa muy de chicos. Estuvimos tratando de la actualidad valencianista. Todo el mundo está algo triste. Estaba Rafa Lahuerta, Paco Lloret y Cayetano Roig, gente muy mítica. Es el resultado de haberse despreocupado y haberse vendido. Hay mucha gente que ha utilizado el club en su beneficio. Ahora que lo veo con la experiencia de un grupo de 26 años de andadura me he dado cuenta que el colectivo tiene que estar por encima de lo individual. Es lo que levanta una sociedad que creo que es la sociedad civil más importante en cuanto apoyo de la comunidad valenciana. Cuando viajas por el mundo y dices que eres de Valencia, te hablan del Valencia C.F. Es una dimensión que los antifutboleros a veces no ven. Tenemos la desgracia de haber caído en manos de un hombre de negocios de dudosa reputación. En sus redes sociales no se puede comentar, eso te da una idea de los designios del club. Es una pena. Siento cierto desarraigo. Me siento alejado del club. Hay amigos que me dicen que lo hemos forjado entre todos con nuestros antepasados en la niñez, pero ahora sientes que hay gente ajena a todas esas emociones. Recuerdo que nos dieron un premio antes de la pandemia, creo que era Onda Cero. Ese año le dieron uno también al Valencia C.F. por su centenario, vino el presidente, un señor que trabaja en el club, un extranjero que no tiene ningún apego. Quiero dejar claro que no tengo ningún problema con los extranjeros, de hecho soy inmigrante en Noruega. El tipo estaba solo, hizo un discurso irrelevante, carente de sentimiento. No había nadie del club, ni embajadores ni exjugadores. Es un ejemplo de cómo son las cosas ahora. Es un poco triste.
¿Qué queda de aquel chaval que escuchaba “Armarios y Camas” y “The Queen is Dead”?
Jorge: Queda la esencia, no sé si todo, pero sí lo más importante. Es lo que me ha hecho llegar aquí. Esos discos son la luz que nunca se apaga. Sigo teniendo ilusión y me emociono como el primer día. Sigo adelante y lo hago convencido. Creo que queda mucho, realmente. No soy una persona que haga las cosas por interés. Hago las cosas por corazón, sentimiento y emoción. Me ha traído problemas y también la bendición de hacer lo que me gusta sin miedo. Estoy entregado a la causa que defiendo que es la música y las canciones. El tiempo y la costumbre desgastan, las decepciones hacen mella, pero soy cabezón y obstinado y vuelvo a las andadas. Los músicos tenemos ilusión por levantar proyectos contra viento y marea. La música vive de eso. De la gente que es capaz de mover montañas con tal de crear una canción y salir de gira, a pesar de a veces no estar correspondido. Se hace a pesar de que tu esfuerzo no vaya a ser correspondido.