Por: Txema Mañeru
Leerás de todo al referirse al “nuevo “disco de los “viejos” Deep Purple. Lógico, se puede tomar desde diferentes puntos de vista y disfrutar, o no, en base a ellos o en base a tus expectativas sobre la banda y el disco. A lo largo de la historia ha habido grandes artistas y bandas a las que no les ha importado reconocer sus gustos y/o influencias en forma de versiones de sus temas favoritos en sus propios discos oficiales. Otras/os, sin embargo, no han sido prolijos a la hora de mostrar estas aficiones, gustos o incluso influencias. Se puede decir que los Purple están entre estos últimos. Pocas versiones jalonan su trayectoria más inmaculada, tanto en sus tiempos más gloriosos (en los años 70 claramente) como en los posteriores. Además, cuando recurrieron a algún tema ajeno no fue para nada obvio ni conocido y la mayoría de los seguidores medios los consideran temas de los propios Purple. Caso de "Hush" o "Mistreated", casi seguro que las dos más representativas de lo que hablamos.
Por todos estos motivos puede resultar paradójico, o incluso extraño, que los Deep Purple vuelvan a la escena del crimen más de medio siglo después para sorprendernos (realmente) con una amplia paleta de versiones en estilos musicales y artistas que pocos de sus seguidores esperarían de ellos. Además lo toman con pasión y humor, como demuestran en esa portada en la que se retratan a modo de “ladrones” que regresan a las escenas de sus crímenes. Es decir, a sus gustos más o menos obvios u ocultos. Eso sí, está muy bien y claro en aviso en el sello de portada. Y es que el resultado suena “100% Deep Purple”. Eso aunque los elegidos hayan sido tan dispares y/o inesperados como (por orden) Love, Huey “Piano” Smith, Fleetwood Mac, Mitch Ryder, Bob Dylan, Ray Charles/Louis Jordan, Little Feat, The Yardbirds, Lonnie Donegan, Bob Seger, Cream o ese genial popurrí final con ‘Caught In The Act’, jugando con Freddie King, Booker T. And The MG’s, The Allman Borthers Band, Led Zeppelin y The Spencer Davis Group.
Conociendo las aventuras en solitario y los gustos de Gillan queda claro que él habrá sido uno de los principales implicados en la sabia y ecléctica elección del material. Además es uno de los nombres con más peso en la formación actual. Una formación con mucho poso histórico ya que reúne hasta a tres de los miembros del MK II (la que pasará a la inmortalidad), como son el propio Gillan, y la sección rítmica más mítica formada por Glover y Paice. Junto a ellos, ya hace muchos años, otros dos Purple con pleno derecho como son Donald Airey, actual sustituto de Jon Lord; y Steven Morse, con la difícil papeleta de hacer de Blackmore, pero que lleva ya años ejerciendo a las mil maravillas.
Es muy buena y definitoria también la etiqueta “Confidential” que abre la portada del cuidado libreto del “Turning To Crime” (earMUSIC / EDEL / Top Artist) y que define la aventura/entretenimiento (más que eso) a la perfección: “Take five unemployed musicians under house arrest, add a smattering of technology, mix in a spoonful of songs than shaped us over the years and this dish is the result. Serve with a pinch of salt and play loud”. ¡Cómo no lo vamos a escuchar a todo volumen!
A la vista de sus fotos policiales (en portada y libreto), con su aspecto demacrado y viejuno, no podrán cumplir ya condena por este delito cometido. Tampoco tienen que hacerlo porque no lo es, en absoluto, y se pasan ratos estupendos oyendo estas canciones tan grandes, pero nada evidentes, facturadas al estilo (100%) Deep Purple. Otro clara demostración de que no se trata de ningún pasatiempo, sin importancia, es la producción (buena, como siempre) de Bob Ezrin (Alice Cooper, Lou Reed).
No merece la pena analizar tema por tema, sino quedarse con el buen concepto global del disco. Sí destacaremos el inicio con el primer y colorista single "7 And 7 Is" de los Love, a la que añade psicodelia los teclados a Airey. El segundo single es para una fabulosa "Oh Well", de los mejores y más blues Fleetwood Mac y en la que Morse demuestra como se ha consolidado como el mejor heredero del gran Ritchie Blackmore y añade mucho poder Purple. Buen y rotundo soul con el "Jenny Take A Ride!", de Mitch Ryder & The Detroit Wheels, y regreso al Detroit de primeros de los 70 con la diabólica "Lucifer" del Bob Seger System. También sorprenden con una nada obvia "Watching The River Flow" de Bob Dylan. Ya más cercanos a su sonido más habitual una gran "Shapes Of Things" de los Yardbirds y un brutal ‘White Room’ de los Cream. Evidentemente Gillan ya no llega a algunos imposibles tonos como lo hacía en el pasado milenio pero sigue dando todo al cantar y sigue siendo “El Cantante” de los Purple. ¡Escucha, sin prejuicios, juzga por ti mismo, y disfruta (o no) si tu amplitud de miras y tu pasión por estos inmortales clásicos no te lo impide!. Yo lo voy a volver a pinchar otra vez más y no me importaría una gira en la que metieran al menos media docena de estos temas, junto a sus inmortales e inolvidables clásicos que nunca podrán dejar de tocar. ¡Siguen vivos y eso es ya la hostia en los tiempos que corren y con la que sigue cayendo!