Por: Txema Mañeru
Lo ha vuelto a hacer. El jerezano ha vuelto a crear una obra única y personal que a mí me toca en lo más hondo. La verdad es que en los últimos años le había perdido la pista. Pero rencontrarme con él y con un disco tan especial como “El Apego” (Ernie Records) ha sido un auténtico placer. Andaban discos en mi cabeza, y en mis oídos, pugnando por ser los mejores del año, y ahora Julio de la Rosa se presenta como uno de los principales candidatos a alcanzar el primer puesto.
Además lo hace con un disco conceptual y con una temática que nada contracorriente. “El Apego” viene en un guapísimo vinilo blanco en edición limitada y que ya puedes encargar a www.ernierecords.com si no te quieres quedar sin tu copia. El trabajo es una oda a la paternidad, ¡casi nada!. Además se complementa con literatura y fotografía, pues a la vez ha publicado el libro "Esperando a Inés". Estas dos obras complementarias son sus proyectos más personales hasta la fecha. Pero la verdad es que sus trabajos han sido muy personales ya desde el siglo pasado cuando comenzó con El Hombre Burbuja y trabajos tan especiales como “La Paz Reside En Las Matemáticas”. En solitario nos ha entregado joyas como “M.O.S.” o “La Herida Universal”, que también era totalmente personal aunque hablaba de sexo, amor y relaciones personales, algo más habitual en la música que hacerlo de la paternidad.
También es cierto que últimamente parecía estar más involucrado en el apartado de bandas sonoras. De hecho hasta ganó un Goya por "La Isla Mínima". Pero la llegada de Inés le ha cargado las pilas y la creatividad. Quería hacer el mejor disco posible y lo ha conseguido. Cuando su hija lo escuche en el futuro quedará maravillada como lo estoy yo u otras personas escuchándolo desde “fuera”.
Tiene la valentía de entregar los 50 minutos de la obra en un solo corte como si todo fuera una única canción. Y lo es. Una canción de amor y una carta de amor al ser que llega. Desde el arranque con piano y su voz, más unos siempre muy cuidados arreglos, se palpa la magia y se siente el amor por esa nueva vida que llega. Es una única historia pero bien es cierto que ha sido precedida por “Singles-temas” de adelanto como "Muñequita de Feria", "Mejor Que No" o la espectacular "Quien Bien Te Quiera". Se me han ido clavando algunos fragmentos de la letra que no me puedo resistir a transcribir. “Por ti yo existo. Por ti yo muero. Por ti yo escribo. A ti pequeña. “A llorar lo que quieras. Con paciencia y con calma la tristeza se aburre”. Esto último nos lo cuenta y nos lo canta en "Muñequita de Feria", entre teclados burbujeantes y ricas percusiones. Se nota en este fragmento y en el disco en general todo lo que ha aprendido en el mundo de las bandas sonoras. Cierra la cara A de manera intensa, épica y guitarrera, aunque sin olvidar un genial piano. Un crescendo que te deja con la pena de dar la vuelta al vinilo blanco.
La cara B comienza con frases como “Yo por ti haría el crimen que fuera”. Sigue de nuevo pausado y con su magistral piano. En otros momentos mete preciosas guitarras acústicas y algunos teclados entre sinfónicos y progresivos. Ya hacia el final más magia con esas ricas percusiones, esas guitarras, ahora eléctricas, y ese amor que sigue creciendo hasta explotar. “Tú, mi amor, Tú, sin darte cuenta, vuelas. Tú, mi amor, vuelas”. Y Julio nos hace volar con Inés y con él en un viaje que quizás no sea muy “rockero”. La temática de la paternidad no lo es, desde luego. Pero logra un disco absolutamente sublime y para perderse en él una y otra vez, seas o no, madre o padre. Enhorabuena por el disco, por el libro y, sobre todo, por Inés.