Hace ya un par de años que Depedro celebró sus 10 años en solitario con un cuidado trabajo como “Todo Va A Salir Bien”. Y de hecho así le salió, un triple digipack con chulo libreto y que traía el Blue-Ray para recordar dicha celebración en la que se acompañaba de amigos para recuperar algunos de sus mejores temas, aunque entregando tres nuevos que miraban hacia el futuro. Por ahí estuvieron sus amigos y compañeros de Calexico, pero también otros compañeros en el camino como Amparanoia, a la que hay que sumar a Coque Malla, Santiago Auserón, Fuel Fandango, Luz Casal, Vetusta Morla, Izal o Camilo Lara, del Instituto Mexicano del Sonido (IMS).
Como te decíamos ahí ya encontramos tres nuevas canciones que nos anunciaban el futuro, aunque por entonces no sabía lo que nos iba a deparar. Ahora, tras todo lo acontecido, tenemos este maduradísimo y reflexionado “Máquina de Piedad” (DRO / Warner Music), que nos lo trae totalmente recuperado, con nuevas ideas y con muchas ganas de volver a la carretera -por su cuenta y con su banda- para defender estas canciones, y, suponemos, para continuar luego con su periplo internacional junto a Calexico.
El cuidado disco ha sido producido por el propio Jairo y de la grabación se ha vuelto a encargar el experto y amigo, Kaki Arkarazo (Negu Gorriak, Manta Ray, Nación Reixa). Un álbum que nos trae a un Depedro más cargado de humanidad que de costumbre. El bonito título está sacado del libro de Eric Vuillard sobre la Primera Guerra Mundial, “La Batalla de Occidente”.
Comienza con la genial melodía y la calidez del sensacional tema hmónimo y que contiene ya el primero de los memorables estribillos. Sigue con los ritmos latinos, inspirados en Brasil, y el latido optimista de la pegadiza "Entre El Cielo y El Barro", que le vendría genial a su resucitada amiga, Amparanoia. Está compuesta a medias con su gran amigo y artista Iván Ferreiro. Buenos vientos y sonidos más pop se dan cita en "El Puñal, que sirve para cerrar una variada y espléndida terna de entrada.
Pero hay muchos más buenos y destacados momentos. Es el caso de la lenta "Plegaria De Los Sufridos", con su mágica melodía, cuidados arreglos y una de las mejores historias de un disco que contiene muchas. En este caso proviene de sus andanzas por Chile. "Noche Oscura" está sacada a partir de una brillante frase del prestigioso escritor Jonathan Swift. Aquí tenemos con él a Leiva y juntos firman un intenso tema, con genial mellotrón y un estribillo casi épico que redondea un completísimo tema con unas guitarras de Leiva que son puro rock clásico. En "Promesas" tenemos un nuevo tema para corear en sus conciertos con soleados aires country-folk. La armónica de otro viejo compinche como Marcos Coll brilla en otra buena historia titulada "Todo Lo Otro". Tras ella un precioso final acústico con "Solo Quería" en la que, no sé porqué, parece que va a cantar el mejor Miguel Ríos, aunque no lo hace ni es necesario. Las cuerdas de Tom Hagerman son una delicia para engalanar semejante colofón a un disco que da para muchas escuchas.