Entrevista: Mikel Erentxun


“Cambiaría pocas cosas de mi trayectoria” 

Por: Javier González 

El disco que se ha regalado Mikel Erentxun para celebrar sus 35 años de carrera musical es uno de los trabajos del año, no cabe la menor duda. Y eso que la jugada entrañaba su riesgo, volver a un repertorio de categoría, exitoso, reconocible y en el marco de un trabajo de duetos, con toda la carga negativa que conlleva el término, después de los crímenes que se han cometido en álbumes de esta índole y con un concepto tan explotado actualmente que llega a aburrir. 

No es el caso de “Amigos de Guardia”, un trabajo atemporal y acertado, donde los arreglos, la banda y cada uno de los invitados e invitadas se involucran a fondo, remando a favor de obra, para dotar a las canciones de una nueva identidad en la que es sencillo encontrar su aroma original y a la vez dotarlas de matices novedosos y perdurables. 

Mikel vuelve a dar un golpe en la mesa, acertando en el centro de la diana y demostrando que las balas de su pasado y de su presente siguen brillando, mientras en el horizonte asoma ya un nuevo disco al que como mínimo tildaremos de llamativo, sorprendente y revolucionario que a buen seguro marcará un nuevo hito en su extensa carrera. 

Treinta y cinco años de carrera discográfica, se dice muy pronto. ¿Qué valoración haces al mirar atrás? 

Mikel: Que ya son treinta y seis…sinceramente la valoración es buena, no acostumbro a mirar mucho hacia atrás. A lo largo de estos años he tratado de mirar hacia delante y no vivir de recuerdos y nostalgias, de vez en cuando viene bien hacer un alto en el camino y mirar atrás, aquí evidentemente he mirado muy atrás de manera muy intensa y puedo decir que estoy orgulloso de lo que he hecho. Es una carrera bastante coherente, honesta, con altibajos compositivos que ha ido a mejor. Creo que ahora toco, canto y escribo mucho mejor que antes, aunque ya no sorprendo, es cierto. Después de treinta y cinco años se ha perdido la magia, inocencia y frescura de los comienzos, pero eso es inevitable e irrecuperable. He hecho muchos discos, primero con Duncan Dhu y luego en solitario, de los que estoy muy contento, cambiaría pocas cosas de mi trayectoria y eso dice mucho. 

¿En qué momento comenzó a cobrar vida este “Amigos de Guardia”? 

Mikel: El disco ha estado un año en el cajón. Nació antes de la pandemia, en Enero de 2020 concretamente, al darme cuenta de la efeméride tan bonita de cumplir 35 años de trayectoria, 1985-2020. Andaba inmerso en la gira de “El Hombre Bala” de la que había muchos conciertos programados a lo largo del año, nos planteamos hacer un pequeño paréntesis con un concierto con cuatro cinco invitados y grabarlo: “hacemos una fiesta, lo recordamos y se acabó”. Más tarde llegó todo el tema de la pandemia por lo que se suspendió el plan de trabajo, así que me agarré al proyecto “Amigos de Guardia”, que siempre se llamó así, desde el día uno. El disco en directo pasó a ser un disco grabado con público, una especie de “Ajuste de Cuentas” como el de Quique González, pero al grabarlo todavía estaba la restricción de no haber más de seis personas en la misma sala. Se grabó en directo con banda y también las voces se hicieron en directo, sin público, ya que los invitados vinieron más tarde. Se grabó en 2020 con idea de sacarlo en ese año, ten en cuenta que nos dijeron que en Navidades todo estaría normalizado, como no fue así el proyecto se ha retrasado hasta el otoño de 2021. 

“Un artista no es solo sus éxitos, también sus rarezas, caras b y temas menos acertados” 

¿De qué manera se realizó la selección de temas? 

Mikel: Realmente he elegido a los invitados que con mayor o menor ayuda han sido quienes han elegido las canciones. Algunos lo tenían muy claro como Eva Amaral, Santi Balmes o Coque Malla, otros dudaron más y les ayudé, aunque al final cada artista eligió su canción. Me evitaron el problema de hacerlo. No es un grandes éxitos al uso, no están las veinte canciones más importantes de mi carrera, sí las que les gustaron más a ellos. Creo que la fotografía final es bastante exacta, ya que un artista no es solo sus éxitos, también sus rarezas, caras b y temas menos acertados. 

Y a la hora de ponerte a pensar en compañeros y compañeras de la escena musical. ¿Qué criterios fueron los que te hicieron decantarte por unos y otras? 

Mikel: Fue muy fácil, cogí papel y boli y me puse a escribir los nombres de gente que me gusta, que escucho y de la que compró discos. En definitiva, a los que admiro. A algunos los conocía mucho como a Diego Vasallo, evidentemente, Coque Malla, Iván Ferreiro, Bunbury o Andrés Calamaro. A otros los he conocido últimamente como Viva Suecia o Angel Stanich. Hay un caso concreto, el de Amaia, a la que conocí exprofeso para el disco. El criterio era que me gustaran y me parecieran artistas de gran nivel. 

“El disco suena atemporal, muy clásico y elegante” 

Al escuchar el disco y pese a estar lleno de colaboraciones hay una sensación de unidad bastante rotunda. ¿Qué grado de culpa tiene Ricky Falkner de ello? 

Mikel: Es culpa suya total. Su acierto fue formar la banda y dar unidad al proyecto desde los ensayos en Santander. Delegué en él por su talento, por ser ajeno a mí y mirar todo con perspectiva. Ha conseguido una gran unidad y que el disco suene actual. Si alguien que no hubiera escuchado mi discografía, escuchara el disco le parecerá actual, no sabría qué canción es de hace dos años y cuál de hace veinticinco. También creo que suena atemporal, muy clásico y elegante. Yo quería que no pasara de moda en un futuro, sino que fuera clásico, por eso pese a haber pasado un año en el cajón, no ha envejecido. Si hubiéramos hecho lo mismo con “El Hombre Bala”, hubiera envejecido. Los discos nuevos van más pegados al momento en que los escribes y grabas. Creo que con este trabajo vamos a conseguir que suene muy bien ahora y dentro de veinte años. 

Las sesiones de grabación tuvieron que ser de una emoción muy fuerte. 

Mikel: Es un disco grabado muy rápido y con un ambientazo, los nervios y las emociones estaban a flor de piel por el tema del Covid. Debo decir que tanto los invitados como la gente del estudio tenían una predisposición acojonante. Ha sido mi disco más rápido, lo ensayamos tres días en Santander, se grabó en cuatro días y dejamos tres días para meter las voces. Quisimos mantener la esencia del directo, basada en una banda maravillosa de seis músicos, donde no hay recordings, por eso suena coherente, ya que la instrumentación es la misma en todos los temas. 

Es un disco reconocible, donde los nuevos arreglos no rompen el esquema de las canciones y le dan toda la frescura del mundo, donde muestras todas tus caras: la más rockera, la más folk y la más pop que conviven y se dan la mano en cortes que entre sí a veces tienen más de treinta años de diferencia. 

Mikel: Sí, efectivamente tengo muchas caras y afortunadamente he ido mostrándolas en distintos discos. Ya la selección de invitados se ve que es bastante variada y que no es nada homogénea, hay gente que viene de mundos muy distintos y que hacen cosas variadas. Maika Makovski no tiene nada que ver con Amaia, ni la trayectoria de Andrés Calamaro tiene mucho que ver con la de Ángel Stanich. Son mundos distintos que conviven bien y todos se han adaptado. Está mal que yo lo diga, pero creo que la inmensa mayoría de las versiones han mejorado, algo que es complicado, ya que en un disco de estas características las versiones originales ganan a las nuevas. Aquí creo que el trabajo de Ricky y la banda ha sido maravilloso. Los cantantes han hecho suyas las canciones, oyes a Coque Malla cantando “A un Minuto de Ti” y te da la sensación de ser una canción suya. Creo que todos se han integrado muy bien, imagino que han elegido canciones que se les adecuan, ya que creo que nadie suena forzado, no hay impostación. Suena creíble y auténtico. Es algo que me perseguía… que un disco de estas características sonara creíble. Es el mejor piropo a este disco, aunque me lo esté soltando yo mismo. 

Debo confesar que cuando leí que tu nuevo disco sería de duetos pensé que sería otra basura, creo que estamos algo hartos de dueto. Entiendo que ahora hay mucha más cercanía y contacto entre artistas, pero la cosa está tan sobada que ya huele. Afortunadamente el resultado final me ha encantado. 

Mikel: Odio los discos de duetos. Hay excesos de duetos. Alguno me gusta, por ejemplo, Dion tiene uno maravillo. Todos recordamos con horror el disco de duetos de Sinatra, mira que yo soy fan, pero se veía que todo era forzado, colaboradores metidos con calzador y canciones donde no había química. Aquí no hay nada forzado, la compañía no ha dicho nada al respecto, los invitados los he elegido yo. Creo que ese plus de credibilidad y de honestidad hace que el producto sea mejor. Este comentario tuyo me lo ha hecho más de un crítico, “no me gustan los discos de duetos y este me ha gustado”. Creo que hay sobredosis y algunos son muy flojos, en parte porque el resultado no supera el original. Si los arreglos o el invitado no están para mejorar, no tiene ningún sentido hacerlo. Muchos discos de estos se hacen para levantar carreras que se están cayendo, no es mi caso. Estoy en un momento súper dulce. La trilogía gaditana con Paco Loco me ha dado mucho rédito y alegrías. Esto es una celebración, un regalo que me hago a mí mismo. Es un paréntesis, un punto de inflexión que me viene muy bien para meditar sobre mi futuro. Es importante porque este disco se hace por amor y ganas, no por necesidad, que es por lo que se hacen la mayoría de discos de duetos. 

Abres fuego con “Veneno” un fenomenal mano a mano con Bunbury, donde quiero pensar que haces un guiño al gran Rafael Berrio, quizás el gran ausente de toda la obra. 

Mikel: Rafa es una figura ausente, ya que hubiera estado en este trabajo. Hay dos figuras ausentes, Rafa y Pau Donés. Ninguno está porque ambos murieron antes de la grabación del disco. Ambos hubieran estado. La ausencia de Rafa se ha podido subsanar con tres temas que escribimos juntos. Estoy palpando que las tres de Rafa están entre las favoritas de todo el mundo. Seguro que Rafa en el cielo estará encantado. Creo que hemos conseguido hacer de tres temas pequeños: “Intacto”, un tema muy menor, “Veneno”, que era un tema que funcionaba muy bien en directo, los muy fans le tenían cariño, y “Sé Libre Sé Mía”, directamente no existía. Las tres se han convertido en tres hits: “Veneno”, abre el disco, “Intacto”, está entre las mejores si no es la mejor, y “Sé Libre Sé Mía”, creo que es la gran escondida. 

“Sé Libre Sé Mía” la haces con la genial Miren de Tulsa, donde os marcáis uno de los hits del álbum. 

Mikel: Miren está excepcional. Es muy difícil cantarla. Es una canción que escribimos y grabamos los dos, cada uno en su disco. Era complicada de hacer. La de mi disco, “Eléctrica PKWY”, no me gusta nada, nunca la toqué en directo, pasó sin pena ni gloria. Llegó Miren y me dijo que la quería hacer, se atrevió con ella, que no es nada fácil. Recuerdo repartirnos la letra y había una estrofa que no podía, tenía más silabas que su puta madre. Ella lo hace excepcional. Esa canción no ha sido adelanto, se quedó a las puertas. Acabará siendo adelanto, ha quedado redonda. 

Te vas a reír, la he oído y la conexión Fuenterrabía-Donosti os ha quedado Mocedades y me encanta. 

Mikel: Puede ser. En el disco hay múltiples influencias. Están las canciones que beben de la americana: “Esos Ojos Negros”, “Quién se Acuerda de Ti”, “A Tientas”, luego las ochenteras en las que Ricky quería fomentar la sombra de War on Drugs, “Cicatrices”, “En Algún Lugar”, y luego lo folkie con “Veneno” y alguna que tú has dicho. 

“En Algún Lugar” es increíble, qué bonito lo que hace Víctor de Rufus T. Firefly, sin embargo, me gusta menos que se baje el tono de la canción para que cante Santi. 

Mikel: Santi Balmes puso como condición bajar un tono la canción, vaya por delante, por eso está en Re menor y no en Mi menor. Esta era una canción plato fuerte del disco, sin duda, estaba grabada y ya la andábamos mezclando, pero no me convencía el solo de guitarra que teníamos. Fernando Macaya me dijo que si queríamos la volvería a grabar en Santander. Y de pronto se me iluminó el cerebro y dije, “coño, Víctor”. Le dije que me sabía fatal llamarle para solucionar el marrón y que quería que le diera una vuelta al tema. Al día siguiente me mandó el solo de guitarras y un mundo de teclados. Quitamos las eléctricas y los teclados que teníamos y de pronto la canción se hizo single. Queríamos mantener el toque ochentero, Ricky es muy fan de la original, aunque Víctor sin quitárselo, la ha traído a la actualidad. Me encanta además que se mojara, podría haberme dicho, “haberme llamado antes” y no lo hizo. Es un grande como artista y persona. A Santi le gusta cantar en su tono, es algo normal, ocurre mucho con las chicas que haya que bajarlas, con Amaia bajamos cuatro tonos en “Esos Ojos Negros”, 

Qué bueno escuchar a Diego en “Quién se Acuerda de Ti”. Qué bueno escucharos de nuevo, juntos, brindando el concepto de una amistad eterna. 

Mikel: Diego fue el único de todos que la grabó en su casa, mandó guitarra y voz. En el disco la arrancamos como nos la mandó él. Me gusta mucho cómo ha quedado. Para mí era prioritario y fundamental que estuviera, sin Diego, este disco no hubiera tenido sentido. No lo hubiera hecho sin su apoyo moral. Un trabajo que se apoya tanto en Duncan Dhu, necesitaba tener el consentimiento de Diego. Cuando nació la idea se lo dije y le pareció muy bien. Y me encantó cuando dijo que iba a colaborar y además con una canción que no es de Duncan Dhu. No le veía en la canción, en un tema britpop, muy Oasis y alegre. Me dijo que sí, que ya lo vería. Cuando me la mandó, efectivamente, lo vi. Está preciosa, maravillosa. 

“Rozando la Eternidad” con Ángel Stanich, suena genial, aunque creo que increíble la labor la de empastar voces tan dispares.

Mikel: Me alegra que me digas eso. Ángel, o se ama o se odia, no hay término medio. Yo lo amo. Me encanta. De todas las canciones, de la única que me han hablado mal es de esa. A mí me parece que hace una genialidad como en casi todo lo que hace. Está magnífico. Soy muy fan. Desde que ha salido es mi artista de referencia. Es parte de la nueva horda. Ángel, los Rufus, Viva Suecia, gente que escucho a menudo. Hay gente que me ha dicho que cómo no he llamado a gente de mi generación: Revolver, Los Secretos. 

Personalmente he echado de menos a Lapido y Loquillo. 

Mikel: Con Lapido he tenido menos relación, el Loco podría haber estado perfectamente, también Tarque… podía hacer otro disco con muchas otras colaboraciones ahora. En este caso fue lo que surgió. Luego, a disco grabado, han salido muchos nombres, pero con esa generación ya he trabajado, he hecho cosas e incluso el homenaje a Duncan Dhu. Me apetecía probar con gente nueva que admiro muchísimo, creo que son el futuro y el presente de nuestra música. Me lleve una alegría terrible al ver el respeto que me tenían. Estaba convencido que me dirían que no y se apuntaron todos. Y me encantó las cosas que me dijeron. Xoel me dijo que aprendió a tocar la guitarra con “Cien Gaviotas”. 

En “Si te Vas” le escucho de nuevo muy Deluxe, me encanta cómo entra al corte. 

Mikel: Xoel canta mucho, es muy lírico. Tiene poesía en su voz. La canción le lleva a la etapa de Deluxe totalmente. 

¿Qué nos puedes adelantar de la gira del disco y de si habrá oportunidad de reunir a todos los invitados e invitadas en un regalazo de una noche? 

Mikel: Va a haber una gira “Amigos de Guardia” que debía haber sido en 2020, con una banda que no es la que ha grabado, ya que todos están con compromisos, aunque va a ser el mismo concepto para reproducirlo. Comienza el 9 de Enero en el Donosti. No habrá invitados como norma, aunque quizás alguno se sume a cantar, no hay nada programado todavía. Habrá un fin de gira con el mayor número de invitados posibles y así cerrar el disco con la idea original. Nos encantaría poder hacerlo con el público delante. Este año he hecho una gira pandémica, con un repertorio para gente sentada y con mascarillas. La cerramos en Madrid hace unas semanas, ya con “Amigos de Guardia” editado, fue en formato trio-acústico. Me encanta porque es Duncan Dhu en sus orígenes, además ha funcionado muy bien. He hecho casi cincuenta conciertos con casi todo vendido. Eso sí, este año era más sencillo hacer “sold outs”. He disfrutado muchísimo, me encanta la formación trio. Es un preludio a “Amigos de Guardia”, aunque la formación no tiene nada que ver. 

“No sé con quién voy a hacer el disco nuevo, al paso que voy va a ser como “El Salmón”” 

Estás en un gran momento de forma y hasta tenido muchos meses para hacer nuevas canciones. ¿Cuándo te volverás a acercar a ver a Paco Loco y grabar nuevo material? 

Mikel: Con Paco he estado dos veces este verano e incluso hemos tocado con él. Se subió en El Puerto, jodiendo para bien el formato acústico que llevábamos. Cuando sube, deja de ser acústico. Entró con la electricidad y fue maravilloso. Ha seguido todo el proceso. No sé con quién voy a hacer el disco nuevo, quizás sea él, podría ser tranquilamente. Al paso que voy va a ser como “El Salmón”, tengo canciones por un tubo. Quiero grabar en verano del año que viene. Quizás haga un triple, ya que lo de vender discos ya da igual, no se venden. Me gusta lo que estoy escribiendo y me lo estoy tomando con calma. Me da miedo volver a Paco, tengo un recuerdo inmejorable de lo facturado y no quiero echar por tierra el mito. Me ha gustado trabajar con Ricky también. No sé, podría probar cosas nuevas. También me gustaría que Bunbury me produjese. Diego en una cena, varios vinos más tarde, me dijo que me produciría un disco. Quizás el siguiente trabajo tenga canciones muy producidas, otras no tanto, y sea un álbum coral con varios productores. Me tienta hacer algo muy disperso.