Sevilla, Cartuja Center Cite, 17, 18, 19 y 20 de Noviembre de 2021
Por: Javier González
Fotografías: Javier Rosa
Que el Alhambra Monkey Week es un festival distinto al resto no es ningún secreto. Lo es desde sus comienzos y ahora, más que asentado y reconocido dentro del sector, no iba a cambiar una fórmula tan exitosa en lo artístico como atrevida, cuyo lema oficioso “escucha hoy la música de mañana” es toda una declaración de principios que año a año convierten en realidad.
Es un festival que no tiene parangón en el sector por sus ponencias profesionales, radicadas en el precioso Espacio Santa Clara, donde la gente relacionada con el mundo de la música interactúa y pone en relieve los retos a los que se enfrenta la industria; lo es también por su apuesta decidida, basada en proyectos en su mayoría emergentes que recorren el pop y el rock, sin cerrar la puerta a otras propuestas más folk, experimentales y urbanas, descubriendo a ojos de los curiosos la grandeza de proyectos que se escapan de los cauces masivos de consumo.
Pero sobre todo lo es por un ambiente sano, donde las barreras y las fronteras se vienen abajo, en el que una simple mirada sirve para crear proyectos, forjar amistades y demostrar que las relaciones humanas van más allá del frío rigor de los aparatos electrónicos, una filosofía que entronca a la perfección con el trato y las formas de sus organizadores: El Alhambra Monkey Week no es un festival frío y basado únicamente en el hedonismo de acudir a conciertos; aquí hay piel, corazón y pasión por la cultura, algo que se agradece y que te hace sentir al “Mono” en cierta medida como algo tuyo pese a que seas un recién llegado a la fiesta.
Con estas premisas y tras acudir el miércoles a la fiesta de presentación del festival, esperábamos con cierta impaciencia lo que pudiera ocurrir en las jornadas venideras donde había muchas propuestas que descubrir y disfrutar.
Jueves 18 de Noviembre
El arranque del festival fue maravilloso, pudimos vivir en directo la propuesta de La Chica, artista franco-venezolana, quien con el simple acompañamiento de un piano y algún que otro sonido pregrabado, supo llenar de calor el escenario principal del Cartuja Center Cite, mezcla de folk y electrónica con elegantes toques de teclas, donde prevaleció un discurso empoderante, libertario y valiente que defendió con muchas tablas en una perfecta forma de ir cogiendo temperatura antes del plato fuerte de la noche.
Ese momento no era otro que el homenaje a “Mediterráneo”, el mítico disco de Joan Manuel Serrat, donde un conjunto de invitados e invitadas interpretarían sus canciones con el acompañamiento de Los Estanques como banda base. Emocionante desde el comienzo, con la titular “Mediterráneo” sonando en su esplendor, dejándonos momentos para el recuerdo con Anni B Sweet atacando “Lucía” y “Barquito de Papel”, Dani Llamas en las reivindicativas “Pueblo Blanco” y “Vencidos”, Carlangas haciendo de las suyas en “La Mujer que yo Quiero” y María Rodés en “Aquellas Pequeñas Cosas”, y más brutal aún en ciertos momentos sublimes, uno de ello llegó al escuchar a Los Estanques acercarse a “Fiesta” y “Cantares”, y otro, quizás el que más, al aparecer en escena Miguelito García dejarnos literalmente temblando, con la piel de gallina de comienzo a fin, arrancándose con “La Saeta” en el marco de un homenaje totalmente merecido a la que muy probablemente sea la obra cumbre de nuestro pop que definió a la perfección un anónimo asistente a nuestra salida del mismo con la siguiente frase: Solo por esto ha merecido la pena venir. Muy de acuerdo con el sabio desconocido.
Nos retiramos a una hora prudente a descansar, ya que en este caso nuestra presencia en el festival no era meramente informativa, aproveché para acercar a su primer festival a mi pequeño de tan solo cuatro años. En un alarde de conciliación familiar que no va a esconder ni el disfrute personal de hacerlo, ni mucho menos la clara labor de adoctrinamiento que ando realizando. La música cuanto antes y cuanto más cerca, mejor. En general, la cultura.
Viernes 19 de Noviembre
La jornada del viernes se presentaba realmente interesante, con un montón de proyectos novedosos que teníamos ganas de escuchar en vivo. Comenzamos la tarde acercándonos al exterior del recinto con idea de observar la evolución Las Dianas, una de las apuestas de este otoño de Casa Maracas. Un puñado de chicas insultantemente jóvenes que desgranaron su debut, “Lo que te Pide el Cuerpo” sin concesiones, sonaron temas como “Hetero”, “Beef Mac” y “Leggins Rotos”, con los que consiguieron enganchar a un público ansioso de empezar la fiesta con estas maravillosas deslenguadas llenas de frescura y rebeldía.
Minutos más tarde subimos hasta el escenario del Cubo, con objeto de acercarnos a ver a esas Grecas modernistas llamadas Adiós Amores, con sus guitarras a cuestas y sus cachivaches electrónicos de fondo mostraron sus querencias cercanas a Jeannette en temas como “Tu Diana” y “Doce Navajas” y otras tantas canciones intimistas que se clavan como mil demonios, dejándonos con ganas de saber cómo sonará todo plasmado en un único disco y en una sala recogida, ya que lo suyo tiene mucha miga en el mejor sentido del término.
Sin solución de continuidad nos bajamos a rockear al escenario principal, porque las cosas como son, aunque el Alhambra Monkey Week sobresale por su eclecticismo la cabra tira al momento y necesitábamos ya unos latigazos guitarreros. Nos los proporcionaron en primera instancia Unidad y Armonía, una banda de veteranos de la escena donde llaman la atención los nombres de Miguel Martín, ligado a bandas como Los Labios y Lori Meyers, y Popi González, mítico batería de la escena granadina donde destaca su labor al lado de Lapido, mostraron las bondades de su debut, “Un Verano Invencible”, con un potente rock onírico al que conviene escuchar con calma, donde no faltó su hit “Soy una Nube”, en la que llamaron a las chicas de Adiós Amores para que les acompañaran ante la ausencia de las hermanas Morente.
Tras ellos la temperatura continúo subiendo de la mano del gran triunfador de la noche del jueves, al menos en lo que novedades se refiere. Nos referimos a Sarria, el proyecto capitaneado por el malagueño Nacho Sarria que cada vez tiene más pinta de banda, tanto por el sonido y la fuerza que desprenden sobre el escenario como por la hermandad que destilan fuera de las tablas sus componentes.
Arrancaron con “Gitana”, el trallazo con el que se abre su homónimo debut, en el comienzo de un concierto intenso lleno de rock, psicodelia y medios tiempos plagados de detalles rockistas, con un sonido impoluto y una presencia escénica que bien podría hablar de una banda con larga trayectoria. “El Camino”, “L´Occidental”, “Soledad” y “A tu Vera”, de su más reciente Ep, “Canto Breve” y un cierre espectacular en el que hubo tiempo para revisitar a Beatles y Stones, hicieron las delicias de un público que bailó y disfrutó mucho, muchísimo, de un proyecto que va a ser un éxito en directo allá donde vaya.
Más tarde llegó la fiesta absoluta con Mujeres quienes desde el minuto uno rompieron moldes con su garaje urgente y adictivo que puso a bailar al auditorio en una celebración brutal de esa colección de himnos que han logrado facturar. A día de hoy, mucho nos tememos que pocas bandas nacionales pueden presumir de ser tan efectivos en directo. Algo similar ocurrió con Kokoshca quienes demostraron tablas, grandeza y otra colección de temas muy interesante que nos sirvió para retirarnos a una hora relativamente prudente con la sensación de haber disfrutado de un gran día de música.
Nota: Lamentablemente problemas médicos de un familiar cercano presente en el festival, concretamente el niño citado más arriba con un cuadro de gastroenteritis desde el Sábado por la mañana- nos hicieron ausentarnos de la jornada final donde teníamos marcadas en letras doradas las actuaciones de Morreo, Black Lips, Niña Polaca, Tiburona, Chaqueta de Chándal, Viuda, Depresión Sonora, etc… no pudo ser, será a la próxima sin duda. Eso sí queremos dejar claro aquí que disfrutamos tanto entre el Miércoles, Jueves y Viernes que tras haber regresado a casa solamente nos acompaña un gran sabor de boca por lo que vimos y vivimos, y sobre todo por el trato recibido por parte de todo el mundo: Organización, bandas emergentes y consolidadas, compañeros y compañeras de profesión... Gracias a todos/as. Volveremos al Alhambra Monkey Week 2022 y lo haremos en familia, la nuestra, acompañados por el pequeño el año que viene de nuevo, y la que nos hemos encontrado y nos ha brindado su cariño y cercanía al calor de Sevilla. Qué viva el Monkey y su gente.