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Entrevista: Nat Simons

“Sentía que tenía que decir las cosas de una forma más cruda y visceral” 

Por: Javier González 

El tercer disco de Nat Simons marcará un antes y un después en su carrera, una resurrección vital en toda regla, donde muestra garras de “Felina” con un discurso más crudo y rockero que trae un giro estilístico y argumental en el que sobresalen innegables aromas a glam del siglo XXI y fraseos con mensajes directos que suenan a venganza y reivindicación absoluta. 

Nos pusimos en contacto con ella días antes de que “Felina” estuviera en la calle, con objeto de conocer los secretos de un trabajo de lleno de matices que no hace sino confirmar la grandeza de una creadora de canciones que en este trabajo se nos muestra más ambiciosa y poliédrica que nunca. 

¿En qué has ocupado este año y medio horrible que hemos dejado atrás? 

Nat: La verdad es que tenía todo listo ya que iba a grabar el disco antes de la pandemia. Me vino bien el parón para hacer más canciones, de hecho, muchas las cree en plena pandemia, gracias a ello desarrollé más el contenido del disco. Elaboré un relato sobre las canciones y el personaje que se ha hecho más grande y en cierta manera se ha apoderado de mí de alguna manera, yendo más allá de lo musical. Creo que tener ese tiempo me ha venido muy bien, aunque esto haya sido una mierda para todos a nivel sanitario y económico, también lo ha sido para la música, pero no para el disco, encerrarme en casa, ponerme a leer y ver películas, ha venido genial para mejorar las letras. 

Atrás quedan “Home on High” y “Lights”, dos trabajos que te dieron a conocer y recibieron buenas críticas. ¿Cómo recibiste aquel calor por parte de la gente? 

Nat: Desde el primer disco con emoción ya que no tenía ninguna expectativa, recuerdo que salí en bastantes listas del año, fue un cambio significativo en mi carrera: De no tener nada a un primer disco. Los medios comenzaron a hacerme caso, algo que me posicionó. “Lights”, sin embargo, no tuvo esa repercusión en listas del año, pero para mí es un trabajo que refleja todo lo que no había hecho antes. Culminé el sonido y la personalidad, fue muy bien recibido por el público, ese disco es el que me ha consolidado, me ha llevado de gira, he hecho cosas importantes gracias a él. Creo que mi trayectoria ha ido in crescendo, primero fueron los periodistas y luego el público, pienso que es una cosa que ha ido a más hasta la culminación. Los dos discos junto al Ep han sido una etapa muy importante en mi carrera. 

Aquellos trabajos se mueven en unas coordenadas marcadas por los medios tiempos y un rock-folk que ahora dan la sensación de ser lejanos; se ve un mayor riesgo en los nuevos temas, un claro giro de timón, en busca de una vena rockera llena de rabia punk y quizás menos clásica. 

Nat: En mi naturaleza está la búsqueda constante y el afán de conocer cosas nuevas, soy muy inquieta en ese sentido. Sería raro que sacara otro “Lights”, quién sabe, quizás en unos años vuelva a la americana. Para mí el 2018 fue una etapa de situación personal bastante complicada, de un lado estaba haciendo la gran gira del disco por festivales y pabellones, y de otro tenía un contraste de sensaciones internas muy fuertes que me cambió. Sentí que mi alrededor se desmoronaba y estaba en un lugar complicado donde necesitaba estallar con rabia y tristeza. También el cambiar de idioma ha sido una evolución, el castellano me da la facilidad de hablar todo muy directo, sin pelos en la lengua. Creo que con todo lo que he sentido en 2018 y 2020, viendo el mundo en llamas, no puedo contar las cosas como en “Lights” de una forma más acústica y preciosista, por decirlo de alguna manera. No me sentía así, tenía que decir las cosas de una forma más cruda y visceral, me salía el punk por los poros de la piel. Tenía que ser más directa en mi lengua musical, sentía que no era la misma que escribió “Lights”. 

Claro, es que tras los discos vinieron una serie de canciones donde comenzaste a coquetear con el castellano, hablo de “Segunda Piel”, pero también de las versiones de 091 y Héroes del Silencio. ¿Aquellas canciones tuvieron algo que ver en el cambio de idioma? ¿Qué llegó antes el cambio de idioma a las nuevas canciones? 

Nat: Realmente llegó antes el cambio, ya andaba escribiendo en castellano, de hecho, llevo haciéndolo desde 2018. Venía haciendo otras cosas, en otra onda desde atrás. Las versiones que comentas las hice para que la gente fuera haciendo el oído, a mucha gente le cuesta asumir esos cambios en los artistas. También es cierto que me encanta versionar a grupos tan grandes como 091 y Héroes del Silencio. Al no poder sacar las canciones nuevas, que ya las tenía y me hubiera encantado, dije qué mejor que versionar. También con “Segunda Piel” hice una prueba, es cierto que no es mía, ya que está firmada a medias con gente de Egon Soda, las que ya son mías totalmente son las de “Felina”, ahí sí que soy yo, no hay nadie más. Ahora me voy a dar a conocer como escritora en castellano. Iba soltando lastre para que la gente viera por dónde iban a ir los tiros en un futuro.

Para marcar tantos cambios, se observa una evolución también en la estética, totalmente “Felina”. ¿Había que romper con todo hasta convertirse en una chica guerrera y peligrosa? 

Nat: Eso es. Me lo he tomado de una manera muy amplia, no es solo canciones y música. Este disco tiene mucho trabajo detrás, en lo conceptual y en las imágenes hay muchas referencias. Para plasmar “Felina” quería crear algo nuevo y personal, un conglomerado de muchas referencias cinematográficas, musicales y literarias. Creo que he dado en el clavo después del curro que me he dado, no creo que sea fácil encontrar algo así. 

Otra característica es que te la has jugado, cantando de una forma muy variante y complicada. De hecho, en canciones como “Macabro Plan”, se observan hasta dos o tres registros distintos. 

Nat: Totalmente, es el disco más complicado de cantar. “Extraña Religión” es un tema que para llegar ahí arriba me tuve que poner como una meta. Trato de ser mejor cantante en cada trabajo. En algunas canciones hay muchas subidas y bajadas, no quería canciones que fueran planas, también he querido llevar eso a la forma de componer de este álbum. He investigado más a la hora de componer, no solo ha sido coger la guitarra. He ido más allá. 

“En este disco hay inspiración en el glam y en el rock femenino de los años noventa”

“Televisión” es una invitación a acompañarte en esta nueva aventura, sin temor y sin ataduras, subiendo la temperatura a ritmo de glam moderno. 

Nat: Claro, hay mucha influencia del glam, de figuras como Bowie y Marc Bolan. Me he fijado en sus personajes excesivos y en la sensualidad del glam. Marc Bolan sale en “Televisión” que tiene un rollo “Mambo Sun”, a cuya producción la hemos acercado más del siglo XXI. Otra inspiración es el rock femenino de los años noventa, hay mucho de PJ Harvey como ese discurso más directo y sin miedo, o como dices tú, con garra. Tiene de esos dos mundos. Es lo que quería transmitir. Es el punto en que me sentía a la hora de escribir, entre la sensualidad y el ser directa, ese rollo de riot girls y otras cantantes rockeras de comienzos de los noventa que decían todo sin pelos en la lengua. Me sentía así, por eso creo que ha salido este disco. 

En “Extraña Religión” vemos los ecos del “Learning to Fly” de Tom Petty. ¿Hasta qué punto te has escondido en alguna canción alguna vez? 

Nat: Realmente bastante, lo gracioso es que es un como un disco conceptual en el que hay un personaje que no tiene que estar en todas las canciones que es “Felina”, no es un hilo conductor, aparece cuando saco la garra solamente. Y luego está a su lado la humana que se desmorona. Este disco tiene mucho de qué hablar y se irá contando con el tiempo. “Extraña Religión” es una de las primeras canciones que hice, quería hacer una contestación al Petty de “Learning to Fly”, contando que seguimos igual que él en aquel punto cuando decía que todo había pasado. Es como una inspiración en él que luego hemos llevado a otro lado. Tiene ese rollo más “americana” que se ha ido a otro lado. Es una fusión del resultado de la producción y lo que tenía previamente, cuyo origen estaba entre Tom Petty y Sheryl Crow. 

En “Big Bang”, te ayuda Anni B Swett, acelerando el registro al extremo. 

Nat: La situación ha hecho que la grabación del disco haya sido bastante rara. No se hizo cara a cara, la situación no invitaba a ello. Al final hasta ese aspecto ha tenido sus cosas buenas. Con Anni, hablamos todo por teléfono, no hubo más remedio, y ella grabó en su casa. Casi no pudo hacerlo y me hubiera dado pena, creía que tenía que ser ella. Me encantó cómo se metió en el papel. Nos hemos quedado con la espina de hacerlo cara a cara. Me mando tantas cosas chulas que hubiera sido la bomba vernos cara a cara. Es una tía a la que le gusta experimentar con el sonido. Aún grabando a distancia ha salido algo bueno y muy acertado. 

“Londres” es un corte eminentemente pop, quizás la más Edu Baos, productor del álbum, con esos ambientes rollo Suede. ¿Qué te ha hecho decantarte por él? ¿Qué ha aportado al disco?

Nat: Has pillado muy bien lo Edu Baos. Veníamos de distintos mundos. Creo que es muy buen productor, está en León Benavente que es una banda de rock que conjuga a la perfección con lo moderno y también ha grabado a Tachenko que molan mucho, de los que era miembro, y les grababa muy bien. Necesitaba esa vuelta de tuerca. Pensaba que tenía que ser muy interesante trabajar con alguien que manejara la electrónica y estuviera más metido en ese mundo, quería que trabajara con mis canciones que venían hechas más crudas, meterlas esa onda más bailable. Ha sido interesante trabajar con él, ha habido mucho respeto, él quería un sonido más pop y yo más rockero. Me ha gustado que cites “Londres” que es donde más le dejo meter más mano. Quizás en “Macabro Plan” se ve mi garra de guitarrazos, donde incluso invité a tocar a Igor Paskual. En “Londres” me dejé llevar, me gusta mucho lo que hace Alex Turner en solitario. Realmente hay temas donde se ve su mano y otros donde se ve la mía. Un tema que conjuga ambas es “Big Band”, aunque yo quería un rollo más Billy Idol y Haim. 

“Finale” es un tema de aires góticos y puro glam siglo XXI. ¿Hasta qué punto está vigente la figura de Marc Bolan? ¿Cómo le sienta a tu voz pasear en un Rolls Royce? 

Nat: Esa canción es puro glam, quería escribir sobre un personaje medio de ficción. Me inspira Bolan, hablando de lo excesivo del rock y es algo que conecta con mi gira del 2018, rodeada de gente rockera como Loquillo y sus músicos. Lo he vivido en mis carnes y quería relatarlo como T.Rex. Cogí su frase, la más excesiva del mundo a mi entender, y la usé con aires irónicos. Es curioso crear a “Felina”, mi personaje, con rollo Fausta y Mefistóteles, ella ha vendido el alma por el rock, pero es mentira, no lo ha hecho realmente. Hay mucha inspiración de T. Rex en esta y otras canciones del disco, también en el “Ziggy Stardust”, no solo en la canción también en relato, en las fotos y hasta en las posturas, me ha influido mogollón para “Felina”. 

Se trata de un disco de renacimiento, que busca romper ataduras y de muchas canciones que son mensajes directos y en algunos casos da la sensación que contra alguien concreto, algo patente en “Macabro Plan”. 

Nat: Sí, sí, sí. Es un disco en el que salen a relucir contestaciones, quizás a novios o a gente de la industria que me decía que no hiciera ciertas cosas. Es un puñetazo en la mesa. Aquí estoy yo. Soy una pantera. Por eso digo lo del rock noventero femenino. Necesitaba mensajes directos, salía de una época de estar abajo, de estar triste y renací. Dije os vais a enterar y escribí todo esto. Estuve jodida y volví a ser yo. 

Hace días colgaste en redes un vídeo homenaje a las salas de Madrid, utilizando dicha canción. 

Nat: Es un mensaje simbólico, una forma de decir “estamos en pelotas”. Sentí que alguien como yo, músico, vivía a contracorriente. Fue una forma de hablarle a quien está al lado. Es un mensaje a los míos, hay que estar fuerte que vamos a salir. También he tenido mis momentos de querer escribir algo que me diera fuerza. Nunca me había ocurrido con un tema mío, pero con este sí, para mí es como una terapia psicológica en sí mismo. 

Cierras con “Ley Animal”, sorprendente tema con cierta psicodelia y samplers, rollo trip hop. 

Nat: Es un tema de la onda más “Felina” como “Televisión”, “Ley Animal” o “Finale”, son temas de estar chula. Es como el sumun, es casi una cara b. Nació súper crudo con acordes más oscuros y tratando de hacerlo más inquietante. Al llevárselo a Edu, le metió la psicodelia, ese rollo hip-hop, sinceramente me flipó, le pega ese final tan rompedor. Vuelve a conectar con los noventa. 

En tus directos, ¿Cómo será la convivencia entre las viejas canciones y las nuevas? 

Nat: Creo que hay maneras de trabajarlo, va a ser interesante y estimulante, los temas antiguos se irán a lo nuevo. Habrá temas que no me apetezcan tanto tocarlos, pero en música se puede hacer casi todo. Es lo interesante. “People”, por ejemplo, irá a algo más alternativo, no quiero destrozarlos, aunque Dylan lo hace, a veces vas a verle y no sabes ni qué toca. Es una forma de mantener viva una canción con nuevas evoluciones. Es interesante llevarlo a otro terreno. Todo sonará más acorde a “Felina”, ese será mi reto. También el directo irá acorde y coherente a “Felina”, no tendrá nada que ver con lo anterior. Estoy en un renacimiento. “Finale” hace que comience esa etapa. Es un anagrama “Felina”- “Finale”. Es el final de mi anterior etapa y el comienzo de otra. Trabajar los directos va a ser de lo más interesante.