“Nos vamos a quedar sin humanidad en el arte”
Por: Javier González
Últimamente la figura de Paco Loco se ha revestido de actualidad, si hace unos meses llegaba a las librerías “Loco 2, Cómo llevar un estudio de grabación y no morir en el intento”, el segundo volumen de su ejemplar trayectoria como genial productor, debemos sumarle el estreno del documental que le tiene como protagonista, “Viva el Noise”, donde se pone en relieve a una de las figuras capitales de la música underground de este país.
Tras estudiar ambas obras con detalle, conociendo de antemano su trayectoria a los mandos de tantas grabaciones, es fácil darse cuenta que Paco es todo un personaje: bonachón, anárquico, imprevisible, exhibicionista, marido de Muni y dotado de un humor particularísimo, pero por encima de todo se nos muestra a un tipo de una enorme personalidad y talento, a las que suma una bondad y talento que le hace ser uno de esos nombres respetados, uno de esos de los que nadie habla mal en toda la industria, algo harto complicado en el sector.
Con sobredosis de “Pacoloquismo” en el cuerpo, nos ponemos en contacto con él, quien desde su refugio en El Puerto de Santa María nos da las pautas para sobrevivir en esto del mundillo alternativo tras casi cuatro décadas en activo. Una suerte de Luis XIV con todo el derecho a proclamar que “El indie soy yo”. Razón no le falta y es que ahora que la etiqueta se ha echado a perder y ha sido prostituida, mucho nos tememos que Paco es uno de los pocos que puede usarla con total impunidad.
Músico, productor y escritor de libros. Paco, ¿te has convertido en un hombre del renacimiento o ya lo eras?
Paco: Digo que soy “ex-critor” con x, ya que no creo que vaya a escribir nada más. He llegado a todo lo que he hecho en mi vida por casualidad. Músico tenía claro desde pequeño que me gustaba, lo de productor fue más por necesidad y casualidad. Y lo de escritor fue totalmente por casualidad, ya no por necesidad. Me siento muy cómodo con el rollo este de escribir, me cuesta un montón, la verdad, pero cuando lo hago, como a la gente parece que le gusta, me resulta bastante gratificante.
A lo largo del libro comentas que esta segunda obra, “Loco 2, Cómo llevar un estudio de grabación y no morir en el intento”, llegó por petición expresa de tus editores. ¿Lo tuviste claro desde el inicio o hubo dudas?
Paco: Al terminar el primero fantaseamos con la idea de hacer otro. Ocurre que no tengo mucha autoestima personal, con el tiempo a uno el ego se le va bajando, es como un libido que desaparece. Les decía “no soy escritor, no creo que pueda dar más de lo que di en el primer libro”. Tengo la teoría de que los que nos dedicamos a la música algo alternativa, un tanto underground, tenemos la necesidad de estar creando y hacer cosas nuevas. En definitiva, me horrorizaba hacer un libro igual que el anterior, aunque básicamente este es igual, pero les decía que había que hacer algo diferente y de ficción con idea que fuera distinto. Mis amigos y Muni, mi mujer, me decían que no iba a salir bien, que hacer algo así era un “embolao”. Cuando finalmente llamaron de la editorial, les dije que sí, me costó bastante. No sé si estoy preparado para el tercero.
La gente que ha grabado contigo comenta que cada día de grabación suele deparar un sinfín de anécdotas curiosas… ¿ha sido complicado hacer una selección de textos ante tanta vivencia?
Paco: Los es porque este es un mundo pequeño, llega un momento en que se acaban las temáticas: afinar, guitarras, bajos… digamos que cuando estoy haciendo mis paseos matutinos, me hago una nota mental en el cerebro y digo voy a hablar sobre esto. No, aquí no, me siento frente al papel y a ver qué surge. Este año en el Monkey Week hice varias entrevistas a gente, al hacerlas las preparaba con tiempo y escribía lo que iba a preguntar. Yo no soy escritor, no soy ni músico realmente, no tengo estrategias. Un buen amigo, Falsarius, que murió hace poco, fue quien hizo la serie cómica de “Goomer”, me decía: ¿Tú cómo lo haces?. Yo le contestaba, “yo escribo sobre lo que se me ocurre”. No hago un planteamiento previo. Tengo una especie de escritura automática, se me ocurre algo y lo escribo, sin más.
Te entiendo, salvando las distancias, me ocurre lo mismo.
Paco: A mí lo que me interesa, igual que en el documental, “Viva el Noise”, es que la gente me reconozca. Me gusta cuando alguien lee el libro y dice, “creía estar contigo al lado”. Me interesa ser sincero y no tratar de ser quien no soy.
Debo felicitarte por el concepto del libro. Es un pozo de anécdotas, un manual de cómo es una grabación, hecho para conocedores del medio, pero a la vez divertido, desenfadado y hasta vacilón.
Paco: Te diré que a mucha gente a la que le gusta la música como escuchante, que no son críticos ni gente del audio, les parece interesante y entretenido. Son libros hechos para el novio/a del músico/a. No soy nada técnico. El rollo técnico no va conmigo, siempre fui mal estudiante e impaciente. Muchos amigos míos técnicos flipan con que haga discos.
¿Por qué motivo lo trasladas al año 2048? ¿Y por qué esa trama de los asesinatos en las discográficas de fondo?
Paco: Básicamente quería montar una ficción, más que nada por ser una continuidad del otro libro. Irónicamente hacia donde va el mundo de la grabación no me interesa nada. Si me he planteado dejar mi trabajo alguna vez, que han sido pocas, es porque no me gusta el cariz que van tomando las nuevas grabaciones. Me gustaba jugar con la idea de qué va a ser en el 2048. No habrá músicos ni grabadores, todo serán hologramas. Es un aviso a navegantes de que esto va a acabar fatal. Aquí hablo de lo que era un estudio de grabación y lo explico. Es una manera de rebelión ante lo que está ocurriendo ahora. No se trata de ser de la vieja escuela o de la nueva, el rollo de quitar humanidad a las cosas no creo que sea viejo ni moderno. No concibo que la gente en unos años ni toque ni componga, que sea el algoritmo quien diga que la melodía gustará. Nos vamos a quedar sin humanidad en el arte, siempre y cuando lo que yo haga sea considerado arte; es lo que va a diferenciar a unas personas de otras, si no seremos todas iguales, algo que es muy aburrido.
Me gusta la selección de grabaciones de discos que recoges, aunque hay uno que fue el paradigma de todo lo malo que puede suceder, me refiero al de La Habitación Roja. ¿Cómo se mantiene la calma en una situación así?
Paco: Realmente te das cuenta de lo ocurrido al escribir sobre ello, al hacerlo, vas tirando adelante. Lo primero que les salió mal fue la espantada del productor inicial, finalmente que tuve que ser yo. A la larga creo que ganaron más que cualquier otra cosa. Puede sonar chovinista, pero se dieron cuenta que trabajar conmigo les gustaba, luego hemos dos discos más juntos. Ocurrieron más cosas que no cuento en el libro. Recuerdo que para más fatalidad al venir a visitarme se dejaron los discos en el tren y más tarde Jorge se realmente puso malo. Son gente luchadora, capaz de sortear ciertas cosas, al final hicieron un disco muy chulo, así lo reconocisteis en prensa, cosa que para un grupo que lleva tantos años te gratifica. A mí me ha pasado con ellos y con Mikel Erentxun, gente de trayectoria larga a la que se les reconoce haber hecho conmigo discos que están entre lo mejor de su discografía, es algo que me gusta mucho.
“Si escribes algo y a ti te emociona, es fácil que guste mucho más que algo hecho solo para triunfar”
La frescura y sinceridad que muestran las chicas de Hinds es brutal, esa naturalidad a la hora de hablar de su desconocimiento de las labores de producción.
Paco: Trabajé en dos discos con Hinds, en aquel momento me parecía que confiaban mucho en ellas mismas. Tenían claro lo que querían hacer y lo que tenían que hacer. Tenían ilusión y sonaban frescas, cosa que me imagino que será igual ahora. Al encontrarte gente así, es fácil trabajar. La ilusión es muy importante, sobre todo si trabajas para ti, si te gusta a ti y estás convencido, gustará a los demás. Si buscas que solo le guste a la gente, seguramente no les gustará. Si escribes algo y a ti te emociona, siendo honrado y sincero con tu trabajo, es fácil que les guste mucho más que algo hecho solo para triunfar.
Una de las cosas que más me gusta de tu forma de trabajar es que muestras la misma actitud de trabajo con bandas noveles y veteranas, un mismo trato, ajeno a los clasismos. Sé que debería ser lo normal, aunque sospecho que no todo el mundo actúa así.
Paco: La regla número uno en el estudio es que todos somos iguales. Me da igual que sean Los Pedales, The Posies o Bunbury, me gusta tratar a todo el mundo con respeto. Me encuentro cómodo con los grupos emergentes, tienen una inocencia que el resto no siempre tienen. Tienen ilusión. Me gusta trabajar con gente que son más mainstream como Enrique o Mikel, siempre graban sus discos como si fuera el primero, sin clichés ni encorsetados. Me gustan los grupos que empiezan porque tienen menos miedo a las cosas, aunque cada vez son más mayores en la media de edad cuando vienen. Hacen música sin saber dónde van a llegar, ya que les gusta. Vienen utilizando sus vacaciones, no se van por ahí, se vienen a grabar a El Puerto a gastarse el dinero. No creo que haya nada más puro y romántico que usar tus vacaciones para grabar. Es amor a la música, simplemente.
Me has matado con incluir posters tuyos en el libro…
Paco: Lo de los posters fue cosa de la editorial, querían hacer algo diferente. Me parece bien, casi nada suele parecerme mal. (Risas)
¿Qué es más complicado vivir de la música, producir o llevar un montón de años en este mundillo y que nadie pueda hablar mal de ti?
Paco: Alguien habrá…la mayoría hablan bien. Me trato de portar bien con todo el mundo, trabajo mucho y hago trabajar mucho, si ellos arriman el hombro, yo también. Tratamos que aquí no les falta de nada, les damos de comer. Cada vez estoy más tenso en el nivel de trabajo, no me relajo. Al venir a grabar un grupo que les cuesta sacar el dinero muchísimo, cuando les tienes que cobrar, se te cae el alma a los pies. Ven tu esfuerzo y lo agradecen.
Se te ve buen tío, la verdad, es algo que se ve a las claras en el documental “Viva el Noise”.
Paco: La gente que no me conoce dice que soy borde y raro, si hablas con gente que ha estado conmigo más tiempo, te dirán que no es así. En Gijón decían que era raro porque no salir a tomar copas.
¿Qué futuro le auguras a la música con todo lo que está sucediendo actualmente?
Paco: En el mundo en que yo me muevo, en el underground y del romanticismo, hay gente joven interesante. En lo mainstream tengo mis dudas, ya que se ha perdido la escala humana. Siempre hubo trucos para mejorar lo grabado, pero estamos llegando a un punto donde hay programas que eligen todo por ti. Para mí lo inteligente es que seamos distintos, la nueva inteligencia artificial, me parece un poco tonta.
¿Habrá trilogía sobre las andanzas literarias de Paco Loco y su estudio de grabación?
Paco: Si me lo preguntas hace un año, te hubiera dicho que sí. Ahora no lo sé. Estoy pensando en hacer otro, aunque no tanto de discos y música. Había pensado hacer uno tipo, “Paco Loco 3: como cerrar un estudio de grabación”. Me apetecería hacer uno que hablara de grabar con aparatos antiguos. Una trilogía de pasado, presente y futuro.
Mil gracias, Paco, nos seguiremos viendo en la trinchera del underground.
Paco: Hace un año estuve con Fran Fernández de Australian Blonde, recuerdo que Ana, su mujer, decía que el rock se convertiría en algo tipo jazz, para gente especializada, algo que en aquel momento me pareció espeluznante. Días atrás pensé que lo mismo molaría dedicarse a una música muy selecta que solo escuche gente guay.
Seremos gente “cool” en un futuro cercano entonces.
Paco: Mejor eso que ser "el rebaño".