Por: Txema Mañeru
Vengo siguiendo al inquieto, poético y muy personal Juamba d’Estroso desde que comenzara ya hace una década aproximadamente. Cuenta con 4 discos hasta la fecha bajo el nombre de Lõbison. Además tiene otro más que recomendable bajo el nombre de Falso Cabaret y con el título de “Para Muchas Amigas Mías”. Discos como “Perro Amor” o el anterior y precioso “Solo” estuvieron en bastantes de las listas más prestigiosas con lo mejor del año.
Ahora acaba de entregarnos el que quizás sea su disco más personal y también el más desnudo hasta la fecha. Sí, concebido en plena pandemia y dedicado a una alma gemela y buen amigo como es Rafael Barrio. Es evidente que ambos tienen musical y literariamente mucho en común, igual que a ambos les encantan, y se nota, artistas como Tom Waits, Nick Cave, Red House Painters, The Durutti Column, Jacques Brel, Lou Reed, Scott Walker, Leonard Cohen o Paolo Conte. Magníficas referencias todas ellas y muy difíciles de acercarse a sus mundos tan particulares y especiales.
Juamba se ha encargado de las trabajadas letras, de toda la música y ha puesto su personal y grave voz en la estela de Tom Waits, Mark Kozelek o el ya citado Paolo Conte. Solo ha contado con la presencia del Nord-Hammond de Fernando Zambrano en dos de los diez temas. Pero eso sí, siempre muy unido al universo femenino, y a la mujer en general, ha contado hasta con 7 voces femeninas en más de la mitad de las canciones. En concreto se trata de Elena Setién, Ana Béjar, María Guadaña, Mónica Navarro (Alondra Galopa), Mati Pando (Tilde) y Laura Arias (Detergente Líquido). Además hay espacio para la voz masculina , la de Ale Castillo, en el goloso bonus final.
En su día compartió escudería (la añorada Green Ufos), gustos y referencias con el francés Alexandre Lacaze (L’Avalanch), a quien le rinde homenaje en la preciosa "Golosondrina", con el buen dueto de la citada Laura Arias. Antes abre el sólo con la confesional "Si Buceo No Muero", con protagonismo para su piano y voz y unos aires claramente cercanos a Paolo Conte. El Slow-sadcore se filtra en temas como "Estancia Desastre" (con una destacada Mónica Navarro y el teclado de Zambrano) o en "Ya Me Tengo Valiente", a dúo, ahora, con Elena Setién y con una buena exhibición a las 6 cuerdas en el estilo de Vini Reilly y sus The Durutti Column. Una historia valiente al igual que la de una "Docilidad Fingida", más pausado aún y con mucho sentimiento en su voz, aumentado con la entrada de otra alama gemela como es María Guadaña y sumado a los buenos momentos aportados por el Nord-Hammond de Zambrano.
No van a faltar por supuesto sus acercamientos a su adorada chanson, como en "La Pose" (ese acordeón o melódica) o en esa ya citada "Golosondrina", en homenaje a Lacaze. Buenos punteos tendrán lugar en "Lázara", en compañía de Ana Béjar, siendo la convidada en "Frontón de Luna" Mati Pando, propiciando de nuevo parsimonia en un emocionante slow-core cargado de tristeza. La misma que le embarga en el cierre con el bonus "Ya Valiente". En este caso con un Ale Castillo que lo borda y que justifica la presencia de su voz masculina en un disco, otra vez más, muy femenino. Un disco espartano en su concepción y de puro, pero muy orgánico y personal, lo-fi. Baja fidelidad pero altas cotas emocionales. Seguro que remando con estas canciones volverá a estar alto en algunas prestigiosas listas de los trabajos más destacados del año. ¡Ojalá que lo pueda presentar en directo porque puede ser una catarsis emocional!