Por: Skar P.D.
Al amanecer del veintiséis de abril de 1999, Adrian Borland se lanzó a las vías del tren en la estación de Wimblendon, al suroeste de Londres. El tren no paró.
Adrian Borland nació el seis de diciembre de 1947 y creció amando la música, fuertemente influenciado por Iggy Pop y, como músico autodidacta, aprendiendo a tocar la guitarra oyendo los discos de Blue Oyster Cult. Hasta aquí no deja de ser una historia convencional si exceptuamos quizás su trágico final, o quizás sin exceptuarlo, porque en la historia de la música, por desgracia, este final tampoco es una excepción.
Hace pocas semanas se comercializó, por primera vez, en formato DVD y subtitulado en cinco idiomas, entre ellos el español, el documental "Walking In The Opposite Direction", pero en realidad el documental se estrenó como tal en el 2016. No es un documental acerca de la música de Adriand Borland en solitario, ni de ninguna de sus bandas, incluida The Sound, aunque es obvio que ésta, la música, juega un papel fundamental. Es un documental sobre ángeles y demonios y de cómo para derrotar a estos es necesario, a veces, el sacrificio de los primeros.
Para la realización del documental, Jean-Paul van Mierlo, admirador y seguidor de la obra de Adrian Borland y de su icónica banda, The Sound, se puso en contacto con el cineasta Marc Waltman para involucrarle en la realización del proyecto "Cuando Jean-Paul me pidió mi opinión sobre su plan para hacer una película sobre su héroe Adrian Borland' pensé: “Ven a visitarme, tomamos una cerveza y luego veremos cómo va”. En ese momento, The Sound no significaba mucho para mí y no albergaba sentimiento alguno respecto al, para mí, casi desconocido Adrian Borland".
Tampoco se ha realizado con un gran presupuesto, de hecho la financiación se consiguió vía crowfunding, la aportación personal del productor y del director y de la venta de algunas viejas guitarras de Adrian cedidas por su padre Bob Borland. Y, claro está, con la conexión emocional necesaria para llevar adelante un proyecto como éste.
La primera parte del documental básicamente se centra en los inicios, cuando con su primera banda, The Outsiders, y con la ayuda de su padre realizaron una grabación casera que se convirtió en el primer disco punk autoeditado de Inglaterra y… The Sound. The Sound fue lo más cercano al éxito que estuvo en su vida, pero a pesar de los reconocimientos de la crítica, a pesar de que "Jeopardy" y "From The Lions Mouth", sus dos primeros discos, hoy en día se reconocen como parte fundamental de la historia ochentera de la new wave, éste nunca llegó. Las presiones de la industria por rediseñar a la banda y convertirles en una especie de Duran Duran no fructificaron y su relación con la discográfica Korova, subsidiaria de la todopoderosa Warner, saltó por los aires con la entrega del considerado anticomercial tercer disco "All Fall Down". Esto es lo último que, desafortunadamente y con una excepción, se escucha de The Sound en el documental. Hubo más discos por supuesto, pero Adrian empezó a acusar los primeros síntomas de una enfermedad que le llevo a intentar matar a sus padres. "Ese día en concreto, a la hora de comer, cuando volví del trabajo a casa, me dijo mucho cuidado papá alguien está planeando asesinarte". Ese otro yo tan difícil de entender y ver para los que no viven esa realidad se empezaba a manifestar.
"Cuando termino de grabar en el estudio fue a la comisaria de Leman Street y pidió a la policía si podían encerrarle esa noche porque no quería ser acusado de asesinato. La policía nos informó. Lo cierto es que intento matarme sobre las 4 de la madrugada, saltó la alarma con un sonido estremecedor, se sentó y se agarró la cabeza con las manos. Era obvio que estaba sufriendo mucho". (Bob Borland)
Es la primera vez que aparece un psiquiátrico en el documental.
"En el hospital rompió el cristal de una ventana y se intentó suicidar cortándose el cuello. No lo consiguió. Le diagnosticaron trastorno esquizoafectivo y la doctora que le trató nos dijo algo así como que nos expresaba sus condolencias por nuestra perdida. Al principio no la entendimos pero más tarde nos explicó que lo haría de nuevo, inevitablemente, y al final conseguiría suicidarse". Adrian Borland ocultó el problema a sus compañeros de The Sound pero...
El siete de noviembre de 1987 en la sala The End de Vitoria, Adrian colapsó y le llevaron de vuelta a casa. Un par de intentos de actuaciones en Holanda descritas en el documental como horribles por el bajista de The Sound, Graham Bailey, acabaron por finiquitar una banda que solo el tiempo, y poco a poco, conseguirá colocar en el lugar que realmente merece.
El documental ahora se traslada a Paises Bajos. Allí The Sound y Adrian Borland tenían un reconocimiento muy superior al de su país de origen, y Adrian, con la ayuda de músicos amigos, intentó reconstruir su vida. Conoce a Resi, que sería el amor de su vida y parece alcanzar cierta estabilidad, pero sus paranoias interiores seguían atormentándole y deja de tomar su medicación ante el convencimiento de que esta afectaba gravemente a su labor como músico. En el documental queda reflejado en la escena en la que un supuesto Adrian se aleja caminando, con una maleta en la mano, por una calle desierta. Suena "Winter" (The Sound – "Shock Of Daylight") como banda sonora y la sensación de pérdida que produce dicha escena es aterradora.
De nuevo ingresa en un psiquiátrico. Esto ocurría durante la grabación de "Brittle Heaven", su segundo disco en solitario, y para ocultarlo a la compañía discográfica, sus compañeros le rescataban del hospital, le llevaban al estudio y luego le devolvían con el fin de dar una apariencia de normalidad. Con eso y con todo "Brittle Heaven" resultó en su disco más optimista, su relación con Resi pareció obrar el milagro.
Sin embargo las depresiones se hicieron cada vez más duraderas y el refugió en el alcohol tampoco ayudaba. Los efectos de su enfermedad se hicieron más evidentes, afectando incluso a su higiene y a su, ya maltrecha, capacidad de distinguir la realidad. Creía oír la voz de Bono de U2 en su canción "Desire" dándole las gracias por su música.
En enero de 1999, de nuevo en Londres, aborda la grabación de un nuevo disco en solitario "Harmony and Destruction". Todo parecía ir bien hasta que de nuevo decide dejar de tomar la medicación ante la creencia de que esta le impediría grabar las voces. Las realidades son interiorizadas hasta convertirlas en una suerte de distopías personales.
Carlo Van Putten, amigo, músico, cantante de The Convent y fundador, junto con Adrian, de White Rose Transmission, habla sobre él al final del documental: "No era un tipo oscuro era divertido pero me di cuenta de que la música podía consumirle por completo. Hacia discos geniales porque podías sentir su decepción en ellos. ¿Por qué su música suena tan brillante y positiva? Adrian me dijo "Carlo tienes que cantar siempre, no importa lo triste que sea la canción, con una sonrisa en la boca, sonríe todo el rato cuando cantes la gente lo notara".
La noche del 25 de abril de 1999 Carlo habló por teléfono con Adrian y al colgar le dijo a su mujer: "Jesús. tiene la voz de un ángel. Nunca le había escuchado hablar tan bonito parecía aliviado. Ahora pienso que estaba aliviado porque al final había tomado la decisión."
"Walking In The Opposite Directión" no es un documental musical. No es un documental acerca de una banda tan grande y tan poco reconocida con The Sound. Es un documental acerca de un hombre atormentado, poseedor de un gran talento, y capaz de transmitir sus emociones, a través de la música, hasta hacer partícipes de ellas a toda su audiencia, de una forma tan especial que a veces resultaba dolorosa. Un hombre que tuvo que elegir entre su vida y su música y, al final, no tuvo dudas acerca de cuál era el camino correcto.
Los que hemos tenido la oportunidad de ver a The Sound en directo jamás podremos olvidar la intensidad emocional, a veces desgarradora, que emanaba del escenario y que te atrapaba hasta mucho tiempo después de la finalización del concierto.
Al principio del documental, su padre fallecido un año después de su estreno en el International Documentary Film Festival Amsterdam, dice: "En la letra de "I Can't Escape Myself" la frase más importante es cuando dice "Cuando estoy a solas estoy con el que más temo" Se está refiriendo no a si mismo sino a otra persona y estaba muy preocupado por esa otra persona" (Bob Borland).
"Si quieres entenderme papá lee mis letras" (Adrian Borland)