“Llegado este momento quiero seguir teniendo satisfacción por hacer música nueva”
Por: Javier González
Hablar de Phil Manzanera es hacerlo de un mito del rock británico. Ilustre miembro de Roxy Music, ese ecosistema convertido en histórica banda donde el talento y la elegancia eran mayúsculas en cada uno de sus miembros; sobra decir que su sonido le debe mucho a nuestro protagonista pues él era encargado de aportar guitarras experimentales, limpias, certeras, capaces de dotar de calor y sensibilidad al envoltorio “arty” que tanto les definió.
Su carrera en solitario está plagada de interesantes trabajos, alejados del gran público por convicción, e inmersos en la búsqueda del compromiso por hacer canciones rotundas y perfectas, algo que vuelve a conseguir en “Caught by the Heart”, un Ep y posterior disco grabado junto a Tim Finn, ex Crowded House, que verá la luz en tan solo unos días.
Nos lanzamos a la aventura de contactar con Phil quien dio un rotundo “sí” ante nuestra propuesta de entrevista, para dejarnos conocer a un tipo sencillo, afable y cercano, alejado de los tópicos sobre lo que debe ser un mito del rock; regalándonos un rato más que inolvidable donde hablamos de sus producciones, los amigos internacionalmente famosos que conserva y donde por encima de todo nos impartió un clinic sobre lo que es la vida y lo que debe ser una carrera musical íntegra.
Hoy subimos al escalón más alto del éxito para firmar la que probablemente sea una gran entrevistas el culpable de hacer el sueño real se llama Phil Manzanera, uno de nuestros guitarristas favoritos de siempre. No está nada mal, pero que nada mal.
¿Cómo estás Phil? ¿Qué tal estás llevando toda esta situación?
Phil: La verdad es que todo esto me ha dado mucho tiempo para poder enfocarme en mi música. Es un juego donde hay escaleras y culebras, uno sube y luego baja, cada semana la cosa cambia. Decidimos venir a nuestra casa de campo a las afueras de Londres. Nos mudamos por lo que se suponía serían unas semanas, pues bien, ya llevamos un año. Justo en ese momento me mandó un e-mail un amigo de Nueva Zelanda, Tim Finn, que estuvo en Crowded House con su hermano Neil Finn, al que conozco desde hace 45 años. Me preguntó si tenía alguna música que estuviera pendiente de escribir una letra, le dije que por supuesto y llevamos un año trabajando de manera conjunta. Es un auténtico genio. Piensa que hay doce horas de diferencias entre Inglaterra y Nueva Zelanda, cuando le mando una melodía de madrugada, me levanto por la mañana y tiene la canción con letra y cantada. Tenemos un total de 23 canciones, la idea es que el 18 de Junio salga un Ep, “Caught by the Heart”, con cuatro canciones y en Agosto el disco que tendrá diez bajo el mismo título. Ya tenemos la web montada y hay un video hecho con un iphone en el que salimos ambos. Estamos listos, somos independientes y fuertes.
Quería agradecer tu disponibilidad a hablar con nosotros… Eres un mito del rock internacional y para concretar esta charla contigo, no he necesitado de más que ponerme en contacto contigo. ¿Eres consciente de que en España esto nunca podría haber sido así?
Phil: Hace ya mucho tiempo que no tengo mánager. Me gusta ser un ser humano no una estrella.
Naciste en Londres, de padre británico y madre colombiana, una interesante mezcla vital. ¿Hasta qué punto ese hecho marco tu afán experimentador en lo musical?
Phil: Aprendí a tocar la guitarra en La Habana en 1957 con seis años, mi madre empezó a tomar clases de guitarra para acompañar canciones cantadas en castellano, todas muy conocidas, pero ninguna de flamenco. Era un niño, pero solía decirle que me dejara tocar. De hecho, tengo la guitarra aquí. Así aprendí de pequeño, mi madre era de Barranquilla, muy costera, tenía mucho ritmo y le gustaba la cumbia. Fue lo que me inspiro ya que era pequeño. Un año más tarde surgió Elvis Presley, imagínate. Luego nos fuimos a vivir a Venezuela, tengo más de sesenta primos en Colombia, una familia enorme. La onda sudamericana, la salsa y la cumbia me entró antes del rock and roll, así fue.
Atendiendo a lo que dices, “Corroncho”, uno de tus trabajos en solitario, quizás defina bien todo tu sentir musical, aunque esa forma de tocar repleta de calor y sentimiento siempre me ha parecido presente en Roxy Music.
Phil: Exacto. En los primeros 25 años de mi carrera, nadie me preguntó por mis raíces sudamericanas. Todos estaban interesados en el rock inglés, americano y algo de Alemania. El resto del mundo despertó a la música de otros países mucho más tarde, quizás en Inglaterra fue con la llegada de Buenavista Social Club. De pronto empezaron a preguntarme por la vida en Cuba durante la revolución. “Corroncho” está hecho con amigos de Colombia. El título viene de una cosa divertida, ya que los de Bogotá llaman a los de la costa corronchos, es un pescado muy feo, fíjate que si será feo que al pescarlo lo tiran al mar. Decidimos llamarlo así humorísticamente. Al editarse en Colombia fue como un escándalo que apareció en primera plana. Estábamos poniendo luz en una situación ridícula. Los de la costa llaman a los de Bogotá de otra forma que es políticamente incorrecta también. Todo es humorístico. La tradición de mucha música en Sudamérica tiene un toque de humor.
De un lado tienes sangre latina y contrapuesto a eso, tienes todo ese aire “polite” británico. ¿Cómo conviven en un niño esas dicotomías?
Phil: No era muy difícil. Los niños que de pequeños aprendemos dos lenguajes al menos, tenemos mucha más capacidad de entender diversas culturas. Es una dualidad que siempre he tenido. Madre colombiana y festiva, padre inglés muy serio. Crecí viendo a mi madre bailando y moviéndose, mientras le decía a mi padre que moviera el culo. Entonces llevo eso en mi código genético. La cosa clave es que me encanta la música. No me importa de dónde viene ni el país de origen. Lo aprecio. Es algo que me ha guiado durante toda la vida. Me da igual de donde venga la música.
¿Qué recuerdas de tus primeros escarceos en el mundo del rock?
Phil: En 1967 tenía apenas 16 años. Era un momento clave de mi vida donde llegan Hendrix, The Beatles, The Rolling, The Grateful Dead y toda una música increíble que me influye enormemente. En aquel período conocí a dos músicos que fueron fundamentales para dedicarme a esto. Uno era Robert Wyatt, ya estaba en Soft Machine, lo más avantgarde de Londres. Mi padre murió en Venezuela cuando tenía quince años, así que mi madre nos trajo de regreso al cumplir 16. Recuerdo que le dije que quería ser rockero, pero ella no me entendía. Mi hermano le dijo a mi madre que tenía un amigo que tenía un conjunto profesional, quedamos para almorzar y le preguntamos qué tenía que hacer para ser un músico profesional. El músico era David Gilmour. Le conozco desde aquella época, cuando él entra a formar parte de Pink Floyd, se fueron a Abbey Road y grabaron “Saucerful of Secrets”, allí estaba Syd Barret. Conociendo a dos personas que eran músicos profesionales, de dos conjuntos de moda, estaba emocionado porque vi que eso era una carrera. Estaba cerca de alguien famoso es importante para alguien joven, acercarme a alguien que había tenido éxito para pensar que yo también podía conseguirlo. Es importante tener un ejemplo para la gente joven.
¿Cómo entraste a formar parte de Roxy Music? ¿Qué recuerdos tienes de aquel primer ensayo, debió ser como entrar en otra dimensión?
Phil: En el periódico vi un anuncio que decía “Se busca guitarrista”. Lo vi en Melody Maker, donde al final venían anuncios, de hecho, lo guardo en casa todavía. Fui a verles, pensé: “wow”. Eran mayores que yo, cuatro o cinco años. Tenían cuenta de banco, un coche y pensé que eran adultos. Me encontré hablando con ellos de pronto, nos caímos muy bien. Poco a poco me fueron diciendo “venga mezcla sonidos”, y yo les dije que no sabía que iba a salir. Empecé a hacerlo. Al pasar unas horas me preguntaron si quería ser parte del conjunto. Tenía 21 años recién cumplidos, no sabía qué iba a ser de mi vida. Dos días después estaba tocando con ellos en un pub, una semana más tarde habíamos firmado nuestro primer contrato discográfico. Cuatro semanas después estábamos grabando nuestro primer disco y otras cuatro semanas después éramos número cuatro en Inglaterra. Ahora han pasado cincuenta años casi y aquí estoy. Algo paso. No sé si fue el destino. Estuve en el lugar apropiado en el momento oportuno. Sabía que eran interesantes. Sabía que iban a tener éxito. Tuvieron suerte de haberme encontrado también. Cada día alguien nos decía que le gustaba lo que hacíamos. Les encantaba. En ese momento uno quiere grabar un disco, girar, ir poco a poco. La ambición era ser músico profesional.
Roxy Music siguen siendo una banda adelantada a su tiempo, elegante, experimental… ¿Cómo de complicado era ser siempre innovador?
Phil: Tenía un ejemplo muy bueno de verdad. Eran más mayores, habían estudiado en la universidad arte, tenían amigos diseñadores y les rodeaba un mundo muy concreto. Todo era nuevo para mí al principio. Iba poco a poco, aprendí rápido. Tenía una idea de estilo que vino de mi padre. Ellos eran súper cool, con amigos súper cool que te decían qué ponerte. Es complicado tener todo eso en una idea conceptual. Eramos un equipo de amigos que supusimos la nueva generación, que después tuvo mucha influencia en fotografía, arte y diseño de ropa. Cada tres o cinco años surgen jóvenes que quieren echar fuera a los viejos y romper con todo. Nosotros éramos los nuevos junto a David Bowie, sentíamos que nos tocaba a nosotros.
“En la música si no tomas riesgos, no va a pasar nada interesante”
Siempre se os relacionó con el Glam Rock, pero para mí Roxy Music trasciende cualquier género.
Phil: Tienes razón. Más allá del género, Roxy Music ha funcionado por la música. Hemos cambiado de imagen y de estilo muchas veces. Tras un año en que todo el mundo vestía de licra, cambiamos. En unos meses salimos a tocar en trajes y Bryan con un esmoquin. Decían que era diferente. El público tiende a imitarte. Vienen vestidos de glam y nosotros buscando la diferencia. Hay que llevar al público contigo y cambiar. Si no se toman riesgos, nada interesante va a pasar.
“Roxy Music seguimos siendo una familia, mantenemos el contacto. Sería duro no hablarnos habiendo hecho historia”
“Stranded”, “Flesh and Blood”, “Avalon”, tres discos que son números uno en los Uk Charts. ¿Cuántos pueden presumir de algo similar?
Phil: A lo mejor más de los que creemos (Risas). Estamos muy contentos de haber tenido éxito y claro, como todas las bandas, tras muchas giras, empezamos a pelearnos por cosas concretas. Al final paramos en los años ochenta, en el año 1983. A día de hoy seguimos siendo como una familia loca. Somos hermanos y tíos en el fondo. Todavía nos vemos, hablamos por email y mantenemos el contacto. Bryan Ferry y David Gilmour viven cerca de aquí. Seguimos en contacto todos. Es bonito tenerles como amigos, menos mal, por otra parte, sino sería una tragedia. Hacer historia y no hablarnos sería duro. Todavía seguimos aquí todos, tocaremos madera, trabajando, haciendo música. Es lindo.
“Te unes a una banda para ser libre y no ser preso de contratos”
Discos míticos, giras internacionales. ¿Se llega a cansar uno de todo eso?
Phil: Hace unos años Brian Eno dijo una cosa divertida: “Sabía que era momento de dejar la banda cuando en el escenario estaba pensando en la lavadora y no en la actuación”. Es cierto. A veces no te importa cuánta gente hay. Llega el tiempo de parar y hacer otras cosas. Da igual si no es de éxito. Como músico, si eres verdadero, no debes matarte en giras interminables. Hay que mantener la creatividad, componiendo y grabando. Gozando de las pequeñas cosas y viviendo tu vida. No puedes ser esclavo de promotores y mánagers. Te unes a una banda para ser libre y no ser preso de contratos.
“El problema de la música solo se soluciona con leyes del gobierno más justas”
Precisamente eso hiciste tú, buscar la libertad real.
Phil: Por eso soy independiente. Si quiero lanzar un disco, lo hago. Lo que estoy preparando saldrá en plataformas y tenemos todo el control. No hay que pedir a nadie sacar un disco. Tienes que organizar tu vida para que tengas y mantengas tu libertad. Para la gente joven y los músicos jóvenes es difícil. El streaming no paga suficiente para pagarte tu vida y tus facturas, hay que ganar dinero. Para los músicos es un problema que solo se puede solucionar con leyes del gobierno más justas. Lo que es complicado para los conjuntos a día de hoy es no poder girar, ni vender camisetas, que les dan más dinero que la propia música. Es un problema que ojalá se vaya a resolver, va a costar tiempo. Nosotros tenemos un catálogo y no es tanto problema. Menos mal que estáis en el mercado común porque los pendejos de aquí se fueron. No tendrán ventajas de las leyes de copyright. En su día estuve en Bruselas luchando por estos asuntos.
¿La producción de tus nuevas canciones la has realizado en Gallery Studios que son de tu propiedad?
Phil: Estoy en mi casa de las afueras, como hemos comentado antes, y los estudios están en Londres. Por las cuarentenas nadie puede juntarse en los estudios. En el disco han participado músicos de Colombia, Estados Unidos y Nueva Zelanda, mandando pistas para acá y para allá. Los músicos encontramos formas de trabajar, nadie nos va a parar.
En España eres recordado no solo como miembro de Roxy Music, también como productor de Héroes del Silencio. Por cierto, participas en el documental estrenado semanas atrás que está siendo todo un éxito.
Phil: Me encanta. Son muy simpáticos estos cuatro amigos. Su viaje de Zaragoza hasta donde están ahora es muy interesante. Muy pocos grupos han conseguido tener su éxito en el extranjero. Italia, Alemania, México, Sudamérica. Estoy muy orgulloso de ser parte de su historia.
“Junto a Héroes del Silencio aprendí sobre cómo escribir rock en español”
Personalmente me apetece más preguntarte por tu producción a Gabinete Caligari en “Cien Mil Vueltas”.
Phil: Vinieron a Londres y lo pasamos muy bien. Eran gente muy buena y simpática. Me encantaba trabajar con ellos. Eran parte del management de Pito, junto a Héroes y otras grandes bandas. Formamos una gran familia con todos ellos, era todo muy social. Tenía mucho cariño hacia todos ellos. Estaba asombrado de tanto talento. Por primera vez trabajando con letras en castellano, después de todo lo hecho en inglés. Aprendí sobre cómo escribir rock en español. Es gente buenísima con talento. Aquí en ese período solo hablaban de bandas sajonas. Yo siempre andaba defendiéndoles, pero cómo aquí no entienden castellano, no prestan atención. En Alemania el sonido total de Héroes encantó. Se veían como rock stars. Para mí fue un mundo nuevo a descubrir, desde que empecé en el año 88 adelante y después con los discos de Bunbury.
También eres amigo de Quimi Portet.
Phil: Sí, otro que también me encanta y es amigo. Es un genio. La pena es que no le entiendo. Le digo “me encanta, pero no entiendo nada”. Tiene mucho humor. Es un tío increíble.
“La labor del productor es conceptual, no solamente dedicarte a la mesa de mezclas”
¿Dónde te encuentras más cómodo grabando para ti o siendo quien lleva las riendas del sonido de discos de otros?
Phil: Hubo un periodo en que hacía mucha producción, ahora ya no. Con David Gilmour trabajé diez años, aunque él jamás necesitó de productor. Lo pasamos muy bien, pero luego me centré en mi música. Cuando eres productor el trabajo es de ellos, tú solo debes ayudarles con las mejores ideas. Tú haces sugerencias, luego lo defienden ellos. Nosotros damos la opción, pensamos conceptualmente, no solo es dedicarte a la mesa de mezclas.
¿Qué tal vecino es Bryan Ferry?
Phil: A veces me dice cosas. Este año le he visto mucho. He trabajado en sus discos en solitario y tengo muy buena relación con él. A veces me habla de alguna tienda cercana donde tienen buen atún. Me da consejos de ese tipo. Una vez le vi en la cafetería tomando café, relajadamente. Está trabajando en algo nuevo. Sé que ha suspendido conciertos este año debido a la pandemia, pero tiene canciones nuevas y fantásticas. Ojalá las saque. Seguro que será pronto.
Me dijeron que Brian Eno tiene casa en Galicia, Bryan Ferry ha girado mucho por aquí últimamente. Es curiosa esa relación vuestra con España.
Phil: Ni idea, no lo sabía. Sé que a Brian le encanta España. No creo que tenga casa. Sé que tiene varias propiedades en Inglaterra. Ojalá que tenga casa allí. Es un lugar fantástico y él es rico (Risas).
Ya hemos hablado de que tienes nuevo disco que verá la luz de manera inminente. ¿En qué más discos andas trabajando?
Phil: Estoy haciendo cincuenta mil cosas a la vez. Ando preparando un disco instrumental con Andy Mackay, “Roxymphony”. También ando preparando un disco de versiones de Roxy Music cantando en castellano, tengo varios artistas que han sido producidos por mí que han hecho demos para ver cómo quedarían los temas. Verá la luz en 2022 que es un año de aniversario para nosotros, cumpliremos cincuenta años desde nuestro debut. Se han brindado gente como Andrea de Aterciopelados, Draco Rosa y Enrique Bunbury. Vamos a ver cómo sale porque es complicado. Un sabor latino pero Roxy.
Eres un mito, tu nombre va ligado a temas míticos como “Over You”, por no citar otros muchos. ¿Qué valoración haces de lo conseguido?
Phil: Nunca miro atrás, siempre miro para adelante. Es cierto que por ejemplo el otro día hice una entrevista, saqué el primer disco, miré la portada, pensé que estaba bien. Si miras atrás, no haces nada nuevo. Estoy orgulloso del pasado, pero estoy interesado en lo que hay para sacar nuevo. Siempre quise ser músico para salir a conocer gente nueva, conversar musicalmente, viajar, cosa que ahora no se puede, aunque está el zoom para por lo menos vernos. Sigo haciéndolo, es lo que me interesa y no me importa el éxito. Estoy contento. Llegado a este momento quiero tener satisfacción por hacer música buena, porque no es fácil. De diez intentos, sale una bonita. Eso para un músico nunca es suficiente.
Phil, por mi parte es todo. No quiero despedirme sin agradecerte tu tiempo y disponibilidad. Espero no haberte preguntado por lo mismo de siempre. Un abrazo y mil gracias.
Phil: Tranquilo, ha sido una charla interesante. No me ha parecido algo periodístico. Además, hemos hablado del nuevo proyecto, de cuya entrevista tienes la exclusiva en España y de otras cosas de futuro. Un fuerte abrazo.