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Entrevista: Javier Solo




“Escribo porque tengo una historia que contar” 

Por: Javier González 

Javier Solo anda inmerso en una vorágine de trabajo constante, un proceso donde las viejas composiciones revisitadas se entremezclan con canciones nuevas. Eps dan pasos a largas duraciones. Y donde el único factor común es que este inquieto catalán sigue teniendo el gusto de tirar de su extensa agenda para que en cada uno de sus proyectos le acompañen amigos y compañeros de profesión con objeto de enriquecer sus temas. 

Nos sentamos a charlar con Javier para que sea él quien nos explique la frenética actividad en la que anda sumido últimamente y nos cuente un proyecto de lo más ambicioso que verá la luz en apenas unos meses. 

¿Cómo va todo en estos momentos tan crudos? 

Javier: Está coyuntura pandémica me ha permitido tener tiempo para organizarme y repasar mis quince años de trayectoria. He podido editar el libro-disco “Cuando mi vida es un cancionero, tu cara es un poema”, donde repaso mi trayectoria musical, incluyendo actuaciones en directo y rarezas. También he podido editar el Ep acústico “La Revolución de los corazones sin planchar”, contando con Ricardo Marín a las guitarras, precisamente por el episodio que tenemos. Él estaba de gira con Manolo García, algo que se suspendió por las circunstancias sabidas, así que me ayudo a producir las guitarras. Todo eso se ha hecho mientras no hemos podido girar. Y también hemos comenzado a preparar “Un Buzo en América”, álbum que sacaremos en Febrero del año que viene y del que hemos adelantado “La Madre que la Trajo” con Jenny and The Mexicats. En Septiembre saldrá otro adelanto donde nos hemos acompañado de Los Daniels, otra banda mexicana. 

No te ha faltado actividad entonces. 

Javier: Estábamos presentando “Un Buzo en el Espacio”, un Ep que produjo Dani Ferrer de Love of Lesbian, y tocó bajar de la furgoneta. Hablé con mi representante, Natalia Deleite, y dijimos que haríamos un Lp “Un Buzo en América” para irnos allí de gira en cuanto fuera posible. Ese el objetivo de este Lp. Hay grandes colaboradores como Reincidentes, Los Daniels y Jenny and The Mexicats, entre otros que no se pueden desvelar todavía. 

La apuesta parece bastante potente.

Javier: Después de “Un Buzo en el Espacio” que era salir de nuestra de nuestra zona confort para aumentarla al infinito, pensamos que había que apostar más yendo al otro lado Atlántico. Pensamos en Carlos Narea para la producción, que es uno de los grandes del rock estatal e internacional, y que ha trabajado en ambos lados del charco. Estamos preparando el Lp que tendrá arreglos de guitarra con Osvi Greco. Tenemos ganas de que en 2022 lo podamos presentar en los escenarios.

Hace unos meses vio la luz un Ep acústico “La Revolución de los Corazones sin Planchar”, ¿cómo ha funcionado?

Javier: Sí, meses atrás presentamos el Ep. Quería sacar las canciones tal y como se materializan con solo una guitarra. Plasmar la idea del amor y desamor con solo una guitarra, tal y como vienen al mundo. He contado con Ricardo a la guitarra y producción. De ese Ep, tendremos dos o tres canciones que van a formar parte del Lp también. Está la colaboración de Fernando Madina y está “Mis Maneras de Ser”, “Amores en la Cola del Paro” y “Corazones sin Planchar”. De hecho, de esas tres canciones daremos la oportunidad de que la gente pueda hacer sus versiones, será un certamen para que la gente pueda formar parte de “Un Buzo en América”.

¿Tiene algo de suicidio sacar un disco de estas características hoy en día? 

Javier: Lo que está claro es que no he podido dejar de crear durante este tiempo. Hay grupos que han guardado discos en el cajón, creo que habrá mucho overbooking en un futuro próximo. Tenía la necesidad de repasar mis quince años de trayectoria y mostrar cómo nacen las canciones con guitarra y voz. Después de este trabajo que ha tenido mucho éxito en plataformas, dos o tres canciones, tendrán la oportunidad de entrar en “Un Buzo en América”. 

Presentar las canciones así es una forma de darle importancia al mensaje, sin revestir de sonidos edulcorantes. 

Javier: Escribo porque tengo una historia que contar, yo no escribo para vender canciones. No es mi modus operandi. Empecé a escribir con catorce años y a tocar con una guitarra que me regaló mi hermano. A la hora de empezar a tocar en escenarios fui tardío, con casi treinta, pero lo de contar qué me pasaba empezó antes. Me considero escritor de canciones. Es importante ver cómo se visten. Cada historia merece un ropaje. En “La Madre que la Trajo” hemos acertado, es algo que me paso en mi ciudad, en Tarrasa, donde tiraron mi esperanza por el balcón. Hice una canción irónica donde hemos contado con un grupo que le han dado una fusión con su ritmo que ha hecho que el tema crezca mucho.

¿Cómo surgió la idea de colaborar con Jenny and The Mexicats? 

Javier: Surgió a través de Natalia, mi mánager, ella conocía al grupo de hace dos o tres años, la última que tocaron en Madrid. Tuvo la oportunidad de conocerlos. Creo que les alquiló su piso. Fue ella la que escuchó la maqueta de la canción y dijo “les iría bien”. Me recordaron a los inicios de Mano Negra, obviamente mezclan otros tipos de ritmos latinos, pero sí que me recordaron. Creo que Natalia tuvo un gran acierto. Hemos quedado en estos días aprovechando que Pantera y David andan por aquí para comer porque tenemos alguna sorpresa que tampoco se puede contar. 

¿Qué aporta Fernando en su colaboración? 

Javier: Ha sido un lujazo. “Lunáticos en Marte”, necesitaba ese carácter, rabia y amor que aporta Fernando Madina. No nos conocíamos personalmente. Ahora no hay día que pase que no nos dejemos un mensaje. Estoy agradecido y contento de que haya accedido. Le pasó la canción Carlos Narea y le gustó, la quiso cantar. Ahí empezó todo. 

Has hablado de Los Daniels y de otras colaboraciones que no han trascendido. 

Javier: La de Los Daniels, que ya ha trascendido. Hemos grabado “Héroes y Villanos” que vendrá bien el 12 de Octubre. Se habla de ídolos que tenemos centenarios que quizás deban pasar a la historia, vamos a dejarlo ahí. “Campo de Minas” de la suya. Y hay un par de colaboradores más, puede que uno sea de un país de allí. Y otro puede ser que sea de España. 

Por cierto, ¿es buen momento para los duetos? Yo veo el formato agotado por abuso… 

Javier: Te entiendo y es culpa de las plataformas. Se aúnan fuerzas y se escuchan duetos impensables. Hay cosas que fuerzan las compañías. Yo empecé hace quince años y nunca iba sola. Había una propuesta que era “Vivos y Directos en ruta”, éramos seis o siete que íbamos juntos. Va en mi ADN. En mi primer disco en solitario, colaboran más de cuarenta personas que van desde amigos de Tarrasa hasta Lichis y Litus, amigas y amigos. Siempre he aprovechado las sinergias que te brinda la música, por encima de plataformas y compañías. Estoy fuera de eso. Soy bastante independiente. “Lunáticos en Marte” ha sido un lujo de colaboraciones. Y tenemos la intención de irnos al otro lado del Océano para dar grandeza a las canciones y lograr mezclar proyectos distintos. Hay que aprovechar esas colaboraciones. 

De lo que no hay duda es que tienes muchos y buenos amigos en el gremio… 

Javier: Llevo muchos años montando un festival solidario, ya que colaboro con una escuela de Senegal que coordina Ferran Sans. He conocido a referentes personales como Daniel Higiénico, le llamé para ver si quería colaborar en una de las primeras ediciones. Es un gremio muy solidario y acogedor. Formar parte de él es un orgullo. El festival me ha permitido tener grandes amigos del panorama. 

En otra entrevista que concediste a mi amigo y compañero Kepa Arbizu, decías que en primer lugar tu referente era Loquillo y ahora lo era Daniel Higiénico. 

Javier: “A por Ellos que son Pocos y Cobardes” llegó a mis manos en 1988, cuando tenía trece años. Entones yo escuchaba la música que había en los arrabales de las grandes ciudades metropolitanas. Cuando llegó el rock and roll me contaminó. Ahora escucho otra música. Cuando toqué por primera vez en el “Cross Road” de Tarrasa, donde conocí a Lichis, un amigo me dijo que me parecía a él. Creía que no lo conocía, había escuchado alguna canción y me puse a investigar más a fondo. Me encantó y tenemos buena amistad desde entonces. 

Cataluña, tierra de música. 

Javier: Tenemos muchas músicas y mucha fusión como en las grandes urbes europeas. Yo al vivir muy cerca, en Terrasa, he descubierto grandes músicos y tendencias que se dan allí y en el extrarradio. 

¿Cómo ves la posibilidad de dar conciertos los próximos meses? 

Javier: Nosotros este año 2021 decidimos no hacer conciertos porque había que posponer todo conforme se iban anunciando. Vamos a preparar una gira internacional de cara al 2022, ya tenemos fechas cerradas. Tenemos acordados ciertos compromisos, en México y en España. Seguimos cerrando fechas. Espero que todo se normalice y poder subir al escenario durante dos o tres años sin parar.

Centroamérica y Sudamérica, por idioma y cultura se presentan como dos plazas interesantes para la música en castellano. 

Javier: Creo que sí. Estamos hablando con mi agencia que “La Madre que la Trajo” estaba sonando en muchos países: México, Argentina y Chile, algo que es muy buena señal. Allí en México los grupos españoles se quieren mucho. “La Madre que la Trajo” está teniendo muy buena acogida. 

¿Qué le pedirías al futuro? 

Javier: Le pediría como dicen las miss “la paz en el mundo”. Me hace gracia. La gente se ríe cuando dicen eso. Yo pienso: “si es lo único coherente que han dicho”. Al futuro le pido que haya paz mundial y mucha música.