“Volver a los conciertos es recuperar un trocito de normalidad”
Por: Javier González
Como siempre por estas fechas vuelve a cobrar vida en la Costa del Sol, Marenostrum, una propuesta ecléctica que ha logrado resistir a estos tiempos oscuros para la música en directo. El año pasado reformaron su propuesta, a sabiendas que económicamente la edición sería deficitaria, no dudaron en jugar la partida con las reglas que impuso la pandemia, logrando sacar adelante con sobresaliente acierto un festival que ya no solo es referente por su puesta en escena, sino que también lo es por el compromiso con la cultura y todos aquellos que la rodean, a los que apoyaron en un verano tan complicado como el pasado.
Este año su cartel nos pone los dientes largos con noches de pop y rock, donde habrá hueco para ver entre otros a Califato ¾ y a Derby Motoreta´s Burrito Kachimba, en un marco incomparable, con la satisfacción añadida para todos aquellos que nos acerquemos a verlo de saber que no jugamos en terreno hostil, sino que estamos apoyando la causa de un festival que se la juega por la música en vivo, tal y como nos cuenta una vez más Rodrigo Romero, concejal del ayuntamiento de Fuengirola encargado de organizar la cita.
¿Qué valoración se hace desde el ayuntamiento de una edición tan complicada como la del año pasado? ¿Y cómo va todo de cara a los últimos retoques para este año?
Rodrigo: El año pasado nos quedó un festival fantástico. A día de hoy, tanto a nivel general como Marenostrum y Fuengirola, la cosa está controlada, aunque eso no debe hacer que nos relajemos porque si algo ha demostrado el virus es que es pendular. La ciudadanía ha sido responsable que es lo único que puede salvarnos de males mayores. Esta situación sigue siendo compleja a la hora de organizar un verano ya que sigue habiendo incertidumbre, poder dar certezas a los visitantes, compradores de entradas, promotores y artistas es complejo. Estamos trabajando en base a una serie de criterios concretos que creemos son los concretos.
¿A nivel económico imagino que la última edición debió ser todo un suicidio?
Rodrigo: Fue un suicidio asistido que estaba y entraba dentro de los cálculos. El año pasado fue una edición limitada que quedó como la más bonita de todas. También fue la más agradecida porque tanto artistas como público disfrutaron de manera diferente por la distancia de seguridad, pero sí que existió la sensación de acercarse a disfrutar algo parecido a lo que teníamos antes. Era un trocito de normalidad que todos queríamos tener. Económicamente no fue rentable, pero queríamos mantener la marca viva en una edición que iba a ser la mejor con unos nombres fantásticos en el cartel. No queríamos perder la relación con el verano y era una responsabilidad con el sector. Para nosotros lo fácil hubiera sido no hacer nada, no había riesgos, problemas ni perdidas, pero te das cuenta que hay gente en su casa, pasando hambre. Hay camareros, riders, conductores, azafatas, distribuidores y todos los que nos sirven. También técnicos y estructuristas, no quiero dejarme a nadie. Estaban todos en casa sin trabajar. Había que generar movimiento para minimizar un verano parado sobre todos ellos.
¿En qué momento comenzáis a planificar la edición de este año? ¿Hubo dudas sobre si hacer un gran formato, o quizás algo de nuevo más reducido?
Rodrigo: Nosotros tuvimos claro que no iban a poder celebrarse grandes eventos pese a que los artistas confirmados iban a querer venir. Sabiendo los ritmos de vacunación y la dificultad de tener a toda la gente vacunada, que será cuando volvamos a la calle sin miedo. Era claro que no iba a haber aforos de 18.000 personas, por lo que empezamos a trabajar con los mejores del sector para diseñar un plan de aforo medio. El mismo está presentado a la junta para que nos den su valoración con la intención de meter hasta seis mil personas, es algo muy ambicioso, que vistas las cosas autorizadas hasta ahora, creo que es más seguro que lo que se ha visto en otros ámbitos. Hemos ido a lo seguro. Recinto con distancia y público sentado. Hay un espacio muy amplio. De no poder llegarse, siempre podremos hacer el formato 3.200 que está garantizado que se pueda hacer. Creo que todo está muy estudiado con todas las medidas que nos garantizaron un éxito y una edición segura. El mínimo será 3200 pero luchamos para que en temporada alta se autoricen aforos mayores, en base a lo que hace todo el mundo sabe, que es lo que nosotros comentamos con la consejera de Cultura de la Junta de Andalucía con test previos antes de acceder al recinto.
El cartel es variopinto, desde la música comercial hasta el heavy, pasando por bandas emergentes del movimiento indie, otras consolidadas y propuestas rockeras que son las que más ponen nuestros dientes largos. ¿Marenostrum sigue llevando el eclecticismo por bandera?
Rodrigo: Hay una norma que no queremos romper nunca. Que al menos todo el mundo tenga una fecha a la que quiera ir. Hay jazz, flamenco, gente consolidada y emergente, tratando que haya mucha variedad. También propuestas que no suelen aparecer en todos los carteles como Califato 3/4 y Derby Motoreta´s Burrito Kachimba, que son buenísimos, pero no son para masas. Tienen un repertorio brutal pero no atraen al gran público. Tienen un público fiel que hay que atender. El programa anfitrión de la Junta de Andalucía va a traer unos conciertos que serán delicatessen. Hay de todo y para todo el mundo.
El cierre vendrá de la mano de un caramelito llamado Cosquín Rock, donde el rock en castellano de ambos lados del Atlántico se dará la mano.
Rodrigo: Espero que sea el gran cierre a un año que queremos sea memorable. A la espera del cierre de aforo, los nombres son fantásticos, ya tengo ganas de poder anunciarlos. Es una colaboración con Pepe Matarile y con José Palazo, el promotor del Cosquín en Argentina. Este hermanamiento de gente hispanohablante es precioso. Es el festival de referencia de la música en español y que su sede sea Fuengirola es un lujo, queremos que se haga realidad con un cartel a la altura del buen nombre del festival.
Ya me imagino en la ladera del castillo, disfrutando de los Derby.
Rodrigo: Los Derby van a ser de las noches más divertidas del festival. Están como cabras hartas de papeles. Van a ser un puntazo.
Si el año pasado vuestra propuesta fue un ejercicio de valentía, este ya no sé ni cómo catalogarlo…
Rodrigo: Es el festival más extenso de todos los organizados, nos vamos a setenta noches de conciertos. Se trata de dinamizar la economía local. No pueden venir nombres internacionales como otros años, se harán muchos conciertos con aforos controlados. Queremos mover la economía, que todo el mundo trabaje y fomentar los viajes de personas con ganas de ver los directos que hemos programado. Tenemos mucha ilusión.