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"Nosotros abrimos caminos, pero no podemos evitar ser nosotros mismos."
Por: Pepe Nave
Los discos en que artistas invitados suelen versionar o remezclar canciones del músico anfitrión suelen adolecer de cierta indulgencia y cierto aire de homenaje celebratorio más nostálgico y adulador que otra cosa. Quizás por lo reciente de las canciones versionadas o por lo variada y apropiada selección de invitados, no es el caso de "Detrás del Espejo: Variaciones y Ecos", en donde la mayoría de las versiones son sorprendentes y tienen sentido al margen de las versiones originales. Para contarnos el proceso, que ha conllevado mucho más trabajo del que muchos puedan pensar, hablamos por teléfono con Rafa Mallo, batería del grupo, que nos atendió muy amablemente.
Ha pasado un año de vuestro anterior trabajo y nos habéis sorprendido con la salida de este nuevo álbum, con un concepto novedoso, una relectura de las canciones de Triángulo de Amor Bizarro (Mushroom Pillow, 2020) por otros artistas. ¿Cómo se os ocurrió la idea de hacerlo así, un álbum completo revisitado por otros?
Rafa Mallo: En el disco anterior ya surgió una colaboración con Ariadna de Los Punsetes como segunda voz en una canción y en algún momento anterior nos surgió este tipo de idea de darle nuestras canciones a otros artistas, pero en la dinámica habitual de grabación conciertos, etc., no había tiempo de llevarlo a cabo. El parón ocasionado por la pandemia hizo que nos pusiésemos a trabajar en ello, ya que no podíamos volcar nuestra energía en tocar, ni siquiera en ensayar, pues aunque vivimos todos en Galicia, estamos en sitios diferentes. Este proyecto en cambio se podía hacer desde la distancia. Como no podíamos hacer evolucionar las canciones en directo, se las dimos a otra gente para que ellos lo hiciesen por nosotros. Y el resultado fue un regalo porque fue ver evolucionar las canciones en manera distinta a como lo hubiésemos hecho nosotros, ya que son estilos que en muchos casos no trabajamos. Entonces es poder ver como podría ser algo en ese momento en que estábamos totalmente atados.
Sorprende la misma lectura de los nombres de los artistas participantes, algunos más afines en cuanto a ser músicos de indie-rock (Carolina Durante, Jota PLanetas, Sr. Chinarro) pero otros bastante alejados en cuanto a sonido, Erik Urano, Boyanka Kostova. del mundo del trap o música urbana o Esplendor Geométrico y Miguel Prado del noise industrial. ¿Los nombres se os iban ocurriendo y contactabais con ellos a ver si les apetecía participar o fue una gestión del sello discográfico?
Rafa Mallo: Empezamos a hablar y a comentarlo con artistas amigos nuestros, pero también con artistas que no conocíamos personalmente pero que respetamos mucho su obra e hiciesen lo que hiciesen nos iba a gustar. Con los que no conocíamos contactamos vía redes sociales o por medio de amigos comunes. Fue todo bastante natural. El sello nos apoyó mucho en el sentido en que esto era una idea un tanto peregrina y nos dieron espacio y nos animaron a ello. Como la lista de artistas que nos gustan podía ser infinita también hubo un trabajo de pensar quien puede hacer algo que no te esperas. Incluso hay gente de los que te hubieras esperado una cosa y te hicieron otra como Sr Chinarro con Fukushima, que además la tituló como Vandellós una central nuclear española, así que para los artistas también fue una oportunidad de cuando te dan algo ya hecho, pues probar otras cosas.
¿Les habéis dado alguna pauta a los artistas al pasarle las pistas de las canciones?
Rafa Mallo: No, no le dimos a nadie ninguna premisa, salvo que hiciese cada uno lo que le apeteciese hacer, o hacer un remix, o poner solo la voz, o grabar la canción entera, cambiar la letra, llevarla a su terreno, en general hacer la canción que quisiesen hacer. Quizás con algunos sí que hubo de por medio una conversación previa o cuando ya había varias canciones pilladas comentarles cuales estaban libres para que se cubriera todo el disco. Por ejemplo, Boyanka Kostova que son de aquí, aparte de hacer No Eres Tú en gallego, Non Eres Ti, trataron de coger las ideas que había en la canción y llevarlas a su lenguaje, ese tipo de ideas se nos hacen interesantes porque nosotros no podríamos hacer una canción de hip hop o de trap, ellos sí.
Desde luego tiene pinta de que no, ya que aparte del cambio más o menos radical de sonido según la canción, algunos artistas han cambiado hasta las letras, incorporando partes nuevas como Erik Urano, o adaptándola a su geografía como Soleá o incluso cambiando el título como Vandellós que es la versión de Fukushima que hace Señor Chinarro. ¿En algún momento os habéis echado las manos a la cabeza en plan “se le ha ido la olla a éste”? Al fin y al cabo, el disco sale a vuestro nombre.
Rafa Mallo: No, para nada, teníamos confianza absoluta en ellos. Por ejemplo, la versión de Esplendor Geométrico (Syf, paga) es la hostia porque es Esplendor Geométrico. Miguel Prado excompañero nuestro en el grupo, dio una vuelta a la canción (Calígula 2025+Canción de la Fama dimethyl remix) que es casi irreconocible, juntó dos canciones del disco en una, e incorporó unas texturas y unos sonidos increíbles. Es como encontrar cosas que parece que no están. O Aries con Acosadoras que la lleva a un mundo al que tú no habías accedido.
Carlos Hernández ha realizado la producción y ajustes de lo nuevo y lo existente ¿no? Vosotros, los 4 músicos del grupo ¿habéis tenido alguna participación en este proceso? ¿Algún retoque sobre lo grabado el año pasado? ¿Algún overdub?
Rafa Mallo: Como Carlos fue el productor del disco anterior del que provienen las versiones (triángulodeamorbizarro, Mushroom Pillow, 2020) y que además es amigo nuestro y nos conocemos muy bien, pensamos en él para que nos ayudara con el proceso y coordinara la parte técnica, igualar todo, trabajo de máster y mezcla. Incluso grabando él directamente la versión de algunos grupos como Biznaga (Calígula 2025), Menta (Folía de las Apariciones) o Carolina Durante (Vixilantes del Espejo). O la versión de ASMR de Soleá Morente que ella grabó en el estudio de su padre en Granada, nos la envió, Rodrigo metió una guitarra que no estaba y Carlos se encargó de mezclarlo. Así que nosotros en cuanto a tocar, solo ha sido esta parte de guitarra de Rodrigo en ASMR que te comentaba.
Ahora que mencionamos a Carlos Hernández hay un hilo muy interesante en Twitter, donde él mismo, salía al paso de alguna crítica a la versión de Vigilantes del Espejo en cuanto a que era como un karaoke. Carlos explica que ha sido la más complicada ya que grabó todas las pistas de guitarra, bajo, batería y voz de los madrileños y lo mezclaba y ajustaba en tempo, sincronización y sonido con lo vuestro. Un trabajo de artesanía casi.
Rafa Mallo: Sí, eso es una cosa que pasa muchas veces, la gente no sabe, no tiene porqué saber, como es el proceso de plasmar una canción. La idea era grabar a todo el grupo de Carolina y mantener al mismo tiempo nuestra grabación, poniendo a cada grupo a un lado de la mezcla, creo que nosotros en el derecho y ellos en el izquierdo. Tenía que evitar que fuese un desmadre, lo hizo demasiado bien y la gente no se dio cuenta, pero está llena de detalles que no son de la canción original. La voz se nota más porque está en el centro y es muy distinta a la de Rodrigo. Carlos es un tío que se curra mucho las producciones y es muy modesto pero esta vez ante los comentarios, creo que fue como “a ver chicos esto tenía su complicación no me vengáis con esas” y desarrolló el hilo con los entresijos que está muy bien.
Aunque vosotros partiendo de un sonido muy vuestro, pero dentro del rock de guitarras, la distorsión noise etc., habíais ido probando cosas en cuanto a sonido (quizás vuestro anterior disco era el que más cambios recogía, lo industrial de Ruptura, el dub de Fukushima, los interludios instrumentales), obviamente no habíais llegado tan lejos en cuanto a cambios como con este disco por medio de otros artistas. ¿Es quizás una forma de probar músicas que solo con vuestro concurso no sería posible por vuestra inercia e idiosincrasia como banda?
A veces los fans son más conservadores con el sonido que las propias bandas.
Rafa Mallo: Todo el mundo trabaja con las expectativas, pero nosotros no tenemos queja, creo que nuestros seguidores se han ido adaptando a todo lo que hemos ido haciendo. Además, a nosotros tiene que convencernos mucho lo que hacemos, desechamos mucho material y cuando llegamos a la grabación ya no hay otra forma de hacer la canción. Cuando hemos incorporado algún cambio lo hemos hecho nuestro y todo el mundo tiene esa sensación de “a ver por dónde van” y no hay tanto lugar para la decepción.
Repetís tras muchos años con el mítico Peter Kember aka Sonic Boom, que os produjo un par de canciones hace casi diez años y que se llegó a comentar que quizás os iba a producir un disco completo, no sé si Victoria Mística, pero no llegó a término, se especuló con que no os habíais entendido bien, pero con esta remezcla de Fukushima (quizás es la que más se acerque a esta denominación al mantener la pista de voz original), parece que no quedaron rencores.
Rafa Mallo: No, con él tuvimos la suerte de grabar un par de canciones hace muchos años, porque además es un artista que nos flipa tanto con su obra como Sonic Boom, Spectrum o con Spacemen 3, como con las producciones que ha hecho a bandas como MGMT, Panda Bear, ahora con Beach House, etc. Fue una oportunidad para conocernos, para ver cómo trabajaba él en el estudio y desde entonces tenemos cierta relación que lo hace más cercano y que nos gusta. Y como además ahora vive en Sintra, en Portugal, y hacía tanto tiempo que no trabajábamos con él, se nos ocurrió hablar con él y encantado. Aquello que comentabas, lo de hacer el disco entero con él era una idea que estaba en el aire, pero al final preferimos hacerlo en casa, lo grabamos allí y después trabajamos con Manny Nieto otro artista, productor que lo mezcló en California desde la distancia, ya que lo conocimos personalmente más tarde en EEUU la última vez que estuvimos.
Otra de las canciones más transformadas, como hemos comentado lleva la firma de un excompañero de banda, Miguel Prado, con el que he tú mismo has compartido otros proyectos.
Rafa Mallo: Con él nos conocemos de toda la vida, de antes de formar Triángulo que estábamos todos en varios grupos en A Coruña, en un lugar que se llamaba El Taller Electrónico, una especie de local ensayo, lugar de encuentro de jóvenes artistas. Miguel estaba en un grupo conmigo y también estaba en Triángulo. En aquel momento ensayábamos y salíamos por ahí todos juntos. Al final, él tomó otro camino, ahora vive en Bristol y tiene un grupo de música más experimental, noise, de libre improvisación con una chica marroquí, Dali de Saint Paul, la banda se llama Harrga.
¿Te hubieras animado a remezclar alguna a tu nombre si no hubieran sido todas para invitados?
Rafa Mallo: Ufff… yo soy batería y eso más o menos lo voy cubriendo, pero el aspecto técnico para mí es imposible, Zippo (teclados, segunda guitarra de TAB) sí que podría, igual si me pusiese con él o con Rodrigo que controlan más, podría aportar algo, pero para este disco lo interesante era la visión externa que comentábamos.
Recientemente habéis vuelto a los escenarios ¿se ha filtrado algo de estas versiones a vuestro directo? O lo habéis retomado en el punto donde os quedasteis con TAB el álbum. ¿Crees que os influirá a la hora de componer nuevas canciones?
Rafa Mallo: Pues ahora mismo todo es un poco difícil en directo, con las medidas de la pandemia, suspensiones, etc., quizás si salen más cosas y se estabiliza todo un poco, pueda haber en directo alguna colaboración puntual de alguno de los artistas invitados. En cuanto a cambios introducidos por nosotros, siempre lo hemos hecho, cambiamos intensidad, sonoridad cuando nos aburrimos de tocarla siempre igual. Respecto a nuevas composiciones no lo sé, siempre hacemos lo que nos apetece hacer en el momento y se verá a lo largo de este año que aun esperamos tocar bastante en directo.
Por cierto, he visto alguna imagen de vuestras últimas actuaciones en que se ve a Isa bailando y sin tocar su instrumento. Había una actuación en playback en la TVG en que Rodrigo hacía lo propio. Antes tenían en el escenario una actitud menos extrovertida y de frontman, como ocurre con muchas músicos y cantantes provenientes del shoegazing el indie noise. ¿Ves que se están soltando en esos menesteres?
Rafa Mallo: Ese momento de Isa es en Fukushima, en la que no toca el bajo, más que esconderse es que en las demás debe tocar el instrumento y así es mucho más difícil. Lo de Rodrigo fue en playback en la televisión y al no tocar la guitarra pudo estar ahí bailando Estoy seguro que no tienen problema los dos en saltar por el escenario si solo tuvieran que cantar.
Por cierto, que tendríais ganas de volver a tocar tras este período sin conciertos y ¿quizás hasta sin ensayos? Supongo que esperando que se anime la contratación, ya estáis en el Primavera Sound 2022 y a recuperar el tiempo perdido supongo…
Rafa Mallo: Claro, ten en cuenta que sacamos el anterior disco junto la semana antes del confinamiento y se nos cancelaron todos los conciertos que teníamos programados. Luego además hubo muchos intentos por organizar conciertos y con el cambio de las medidas se venían abajo en el último momento pese al esfuerzo de promotores y todos lo cual era una pérdida de energía importante. En Bilbao por ejemplo se nos cayó un concierto dos días antes por los cambios de la situación. Ahora, ten en cuenta que el Primavera estamos hablando de 2022, pero mientras, van saliendo cosas y lo veo como positivo, la gente se intenta adaptar, nadie quiere correr para que no volvamos atrás y si tenemos que tocar el doble en aforos más reducidos bienvenido sea porque llevamos tiempo sin tocar.
Hace falta que aguanten las salas de conciertos que han sufrido mucho con escasa ayuda, también los festivales pero quizás éstos tienen más apoyo institucional.
Rafa Mallo: En España, en general, todo lo que son las salas, los propios grupos y los trabajadores del sector ya no veníamos de una situación buena para que todo el mundo pueda trabajar bien y eso le afectó a mucha gente luego a la hora de recibir ayudas. Es un sector que no se le valora como motor económico pero somos mucha gente viviendo de esto. Hay gente que piensa que si uno es músico es porque puede, porque no necesita ganarse la vida y eso no es así.
En cuanto a las salas, algunos festivales más grandes quizás tengan más músculo, pero me preocupa la base, los locales pequeños y medianos. Como grupo nos afecta mucho, si lo que había ya era escaso, no somos Inglaterra a nivel de salas y programación de conciertos, y se cierran más salas, cada vez habrá menos oportunidades de tocar en muchos sitios. Y digo esto no solo como músico, sino como público, tendremos menos ocasión de ver a otras bandas.
También como son lugares de reunión de la gente a la que le gusta la música, hay peligro de que haya un corte para los más jóvenes que al no tener esos sitios donde acudir no se vean envueltos en el mundo de la música. Tampoco me gusta ser demasiado “ombliguista” porque sé que es un momento muy difícil para todos, para todas las industrias y todo el mundo.
En definitiva, ahora mismo prefiero centrarme en el trabajo que tenemos por delante, hay que volver y construir desde el trabajo.
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