“Tuve que viajar a mis infiernos más profundos para saber si merecía la pena hacer lo que estaba haciendo”
Por: Javier González
Da la sensación escuchando “Onírica” que Eva Ryjlen tenía ganas de quedarse a gusto. Y mucho nos tememos que lo ha conseguido. Ha sido capaz de ir un paso más allá, abriendo juego con nuevas sonoridades, distintos enfoques en lo que al tratamiento de su voz se refiere, pero sobre todo escribiendo canciones capaces de quemar y emocionar, a veces comedidas y a ratos recuperando la potencia tipo vendaval que caracterizaba a Idealipsticks, sonando convincente y real.
Sin embargo, la principal baza de este “Onírica” es que se trata de una perfecta fotografía de una mujer libre que vive un momento dulce. A nadie se le escapa que durante el confinamiento sufrió un bache relacionado con su ámbito profesional del que ha salido fortalecida, regalándonos un trabajo en el que reflexiona acerca del presente, sus sentimiento vitales y amorosos, en el que nos muestra que la fiera ha salido con ganas de tomar las calles y los escenarios de todo el país.
¿Qué tal va todo, Eva? ¿Cómo ha ido este año tan raro?
Eva: El año pasado me quedé con cara de imbécil, la verdad. Imagino que como todo el mundo, ya que en esto de la pandemia no hay excepciones. A todos nos ha afectado. Por lo menos podemos decir que hemos llegado hasta aquí que no es poco. Además, le he sacado partido al confinamiento, he salido casi con un disco debajo del brazo.
Tras “Violencia Posmoderna” tuviste un momento de duda, creo que pensaste hasta en la retirada. ¿Por qué te ocurrió aquello?
Eva: Creo que más que tras el trabajo fue cuando llegó el confinamiento. Me empecé a plantear cosas, ya que los bolos se empezaron a caer uno tras otro. Tuve un momento largo de encontrarme perdida, ya que mi pasión es la música y es a lo que me dedico. Cuando llega algo que te corta las alas, no eres capaz de ver la salida en caliente. Luego reposas las cosas y las ves de otra manera. Me planteé muchas cosas. Tuve que viajar a mis infiernos más profundos para saber si merecía la pena hacer lo que estaba haciendo.
¿En general crees que es el álbum más personal y reivindicativo de ti como mujer?
Eva: Sí, es un disco muy personal. Está escrito y compuesto en un momento cuanto menos peculiar. Algunas canciones hablan de mi como mujer, otras no tanto, pero sí que hay muchas mujeres que se pueden sentir identificadas con ellas. Realmente no es un trabajo que hable especialmente de feminismo en el sentido amplio de la palabra. Sí es un disco feminista, escrito y compuesto por una mujer muy feminista que habla desde el punto en que vivo y me enfrento a la vida desde ese lugar. Es un disco que seas hombre o mujer te puede llegar de la misma manera.
También creo que es el más reflexivo y reposado de toda tu trayectoria. ¿Estás de acuerdo?
Eva: Puede que el discurso y mi manera de entender las cosas sea mucho más calmada ahora, que no moderada. Mis tripas se siguen removiendo y ardiendo con las mismas cosas, pero ahora tengo la calma para decirlo desde otro lugar. Quizás es un lugar menos encendido, pero mucho más directo.
Hay una primera parte quizás más reconocible y una segunda muy personal e introspectiva. ¿A qué se debe?
Eva: En realidad el orden del disco me ha dado muchos quebraderos de cabeza. Más que el trabajo creativo y de composición. Pretendía que fuera un viaje por emociones y estados de ánimo y de cómo transitamos a través de ellos con nuestras personalidades, las muchas que todos tenemos. Hablo de las muchas personas que habitan en nosotros, todas tienen presencia en las letras y hasta en las formas de cantar. El disco es ecléctico, aunque es bastante conceptual y global. Hay canciones de muchos palos distintos, ha sido algo bastante pensado y meditado para lograr ese viaje que tenía en la cabeza.
Me ha gustado escucharte cantarle al amor, sobre todo porque os he visto a Jave y a ti en privado varias veces, con esa forma tan loca y peculiar que tenéis de tanto de ser como de amaros. ¿Es “Caminar” una canción reflexiva de tu vida y de tu forma de amar?
Eva: Jave y yo nos tiramos todos los trastos a la cabeza al principio, ya luego no nos quedaba nada que tirarnos (Risas). Me encanta que me digas esto. Me emociona muchísimo.
¿Hasta qué punto podemos entender dos canciones como “Criatura Salvaje” y “Bailas” como partes diferenciadas de una misma historia?
Eva: Te voy a decir una cosa, eres la primera persona que dice esto. Sí, son partes diferentes de la misma historia. Sí que lo son. Me voy a guardar los motivos de porqué, pero has dado en el clavo. Te pongo la medallita. No me gusta mucho desvelar las canciones, no por nada, sino porque a cada uno nos puede llegar o afectar de otra forma a mi sentimiento a la hora de escribirla. Me gusta que os quedéis con lo que signifique para vosotros. Creo que así la canción gana todo el sentido.
En “Quiero” te lanzas al pop, con un aroma a Beatles y hasta a la costa oeste americana.
Eva: Desde que la tenía en la cabeza quería que fuera una canción pop. La imaginaba pequeñita al empezar para que fuera evolucionando hasta crecer. Quería que la canción y el mensaje se acompañaran. Estás dando en el clavo en muchas cosas con tus planteamientos. De lo que has dicho no te puedo decir a nada que no.
Es lo que tiene escucharse los discos enteros y varias veces (Risas). En “Arquitecturas Extrañas” te acompañas solo casi de un piano, como si fuera una clave.
Eva: Es una canción con la que dude si tirar para adelante con ella. No sabía si me veía en el registro. Era de mis favoritas, disfrutaba cantándola y tocándola. Era un palo que no había tocado nunca. Un día hablando con Jave me dijo que estaba para probar y experimentar, sin dar cuentas a nadie de lo que hacía. Así que le di la razón y la hice.
“Santuario” es un temazo brutal, que quizás emparenta más con Idealipsticks y con aquel período, pero pienso que rompe un poco el concepto del álbum.
Eva: Es la conexión con Idealipsticks. No creo que rompa el concepto del álbum. Es una parte importante de mí. Este disco es un viaje por estados de ánimo y por las facetas de una persona. En mi también está esa parte que es el enganche con mi etapa anterior. Es un tema que me encanta y tengo ganas de tocarlo en directo.
“La Fiera” es otra bomba, con esos ecos Spectorianos.
Eva: La cabra tira al monte. Tenía que haber algo así. En el disco creo que es la canción más continuista con el disco anterior, aunque con otro contexto y otro ambiente distinto. Es de mis favoritas.
“En este disco tenía claro que iba a muerte a hacer lo que me diera la gana”
También te lanzas al vacío en la faceta interpretativa, hay otra Eva, más comedida y más de susurros.
Eva: Sabes qué ocurre. En el primer disco tuve una toma de contacto con el idioma y en segundo lugar empezaba una etapa en solitario. Para mí fue como pisar de puntillas un terreno desconocido, con respeto, no lo voy a llamar prejuicios, pero sí miedo. En este disco tenía claro que iba a ir a muerte a hacer lo que me diera la gana, aunque jamás me haya arriesgado antes con ciertas cosas, ahora no iba a quedarme con las ganas. Me apetecía dar el cien por cien y así lo hice.
Siempre te has movido en propuestas relativamente minoritarias. ¿Da rabia el hecho de no alcanzar un estatus mayor que creo sería merecido?
Eva: Con la gira de “Violencia Posmoderna” tuvimos momentos muy buenos, había continuación para la gira en 2020. Estaba muy contenta con lo que hacemos, no soy persona que se haga castillos en el aire ni tengo expectativas muy altas. Me considero “working class” de la música y estoy orgullosa de lo que hago. En el momento en que se caen las fechas unas tras otras, ante la imposibilidad de hacer lo que amas y que no ves una luz al final del túnel, sí que es inevitable, si no eres de piedra, caerte. Lo bueno de las caídas es que si te levantas, sales reforzado con un aprendizaje en la mochila. Soy más de aprender de lo que me pasa y colgarme esas medallitas y disfrutar por el camino. Lo que hacemos no es por los demás, es porque a mí me llena el alma. Me llena de felicidad, es mi momento, es para mí. Lo hago de una manera egoísta. Las canciones las hago porque disfruto, igual que tocando en directo y arreglando con la banda. Para mí eso es el éxito, lo que vengas después no depende de mí. No es algo que pueda controlar. La pandemia nos ha enseñado que controlamos menos de lo que creemos.
Entiendo a lo que te refieres, en El Giradiscos llevamos casi trece años haciendo algo similar, pero desde el lado del periodismo.
Eva: Nos llena lo que hacemos, se nota, y sé que lo haces con pasión por la música. Solo hay que oírte hablar de mi disco y es algo que seguro que haces con los de otros artistas.
Háblame del futuro, Eva.
Eva: Cuanto más avanzo en la vida, menos me preocupa el futuro. Abrazar la incertidumbre resulta casi mágico, aunque al principio da miedo. En Mayo hemos presentado el disco en la Sala El Sol. Ahora mismo la banda está como loca por tocar, repasar este disco y el anterior. Aunque los aforos sean reducidos, no se va a notar, el escenario va a estar caliente y el público también. Estamos que nos estamos tocando encima. No te digo más.