“Hemos creado un sonido emocional que es lo realmente complicado”
Por: Javier González
Fotografía: Noemi Elías
Madee es una de esas referencias especiales dentro de nuestra música, siempre han vivido alejados de los ritmos marcados por la industria, dejando de lado incesante bombardeo mediático que lanza al olvido lo que ayer vio la luz como novedad.
Algo que han reflejado muy a las claras en toda su trayectoria, midiendo los tiempos, respetándose, para dar vida a obras como su reciente “Eternity Mingled with the Sea”, un trabajo que rompe casi tres lustros sin larga duración en el mercado, donde muestran un estado de madurez pleno para entregar un disco repleto de ambientación, emociones y textos profundos e hirientes que dejan huella en el oyente.
Semanas atrás contactamos con Pep Masiques con quien mantuvimos una interesante charla en la que nos habló de la actualidad de esa joya secreta que siguen siendo Madee.
Vuelve Madee con un largo, después de casi tres lustros de silencio, al menos en lo que a un disco de larga duración se refiere. ¿Qué circunstancias han hecho posible tal colección de canciones?
Pep: Hemos grabado este disco a raíz de la pandemia y el confinamiento, surgió la idea de enviarnos unas canciones y ver qué podía pasar. También surge de la necesidad de estar tocando muchos años juntos, dejándolo por cosas de la vida, porque las cosas se enfrían. De momento está funcionando muy bien.
En 2014 hubo un amago de vuelta con el single, “Age of Ruin”.
Pep: Fue un amago, la verdad. Todavía estábamos con Lluís, el batería, que estaba entre sí y el no. A la hora de hacer el disco dijo que no se podía comprometer a más. A raíz de aquello entró Antonio, que es discípulo de Lluís, ya que le daba clases de pequeño. Se desbloqueó toda la situación y empezamos a trabajar.
Parece curioso que precisamente hayáis decidido hacerlo este año con todo lo que ha pasado recientemente y lo fuerte que viene este verano. ¿Estamos ante una apuesta decidida por sacar adelante unas composiciones rotundas que tenían que ver la luz sí o sí?
Pep: Exacto. Empezamos con un “por qué no” y las composiciones fueron surgiendo durante la pandemia. Trabajamos desde casa, nos mandamos archivos y el resultado es este disco. Tal es así que ya tenemos el siguiente álbum, lo vamos a grabar durante el mes de Abril para sacarlo en Septiembre. 2021 verá dos discos nuestros. Tenemos un tercero a medio grabar. Vamos a recuperar el tiempo perdido.
Habrá quien vea éste movimiento como un suicidio comercial, pero parece que eso no es algo que haya preocupado nunca a la banda. ¿Creéis que es precisamente ese hecho el que eleva el nivel general de vuestros trabajos y el que os convierte en una banda de culto?
Pep: Nunca nos ha preocupado el tema comercial, no sé si lo del tema del culto va por ahí. Hemos hecho lo que nos ha apetecido. Nunca le hemos dado más vueltas de las necesarias a las cosas. Todos tenemos nuestros ingresos, no vivimos de Madee, algo que nos permite poder hacer lo que nos apetezca. Sabemos que quizás este año no vayamos a hacer conciertos. No nos apetece hacerlos con distancia ni mascara. El disco está concebido de manera conceptual, para escucharlo entero como se hacía antes. Y lo mismo pensamos con los conciertos. El tema comercial no nos va a preocupar a estas alturas. Nosotros no hacemos música para todos los públicos ni para grandes masas. Hacemos lo que nos gusta. Estamos teniendo muy buena crítica. Estamos encantadísimos.
Para las letras volvéis a contar con Mark Swanson. ¿Qué aporta al universo musical de la banda?
Pep: Ha sido una pieza clave en todo este proceso. Hemos podido trabajar las canciones de una manera no hecha antes. Al tener una maqueta previa, Ramón cogía un poema de Mark para adaptarlo. Todo ha sido muy rápido. Los poemas de Mark nos gustan mucho y encajan a la perfección. Es un punto a favor. Ya que cantamos en inglés, el hecho de que escriba las letras da un mayor sentido al trabajo.
Todos sois veteranos de la escena, en muchos casos como Ramón con carreras asentadas y que cuentan con el respaldo del público. Sin embargo, se sigue percibiendo fuerza, ganas y energía en las canciones de este “Eternity Mingled with the Sea”. ¿Cuál es el secreto?
Pep: Creo que el secreto es ser una banda que lleva tocando desde los catorce años, hablo del núcleo inicial. Somos personas que llevamos tocando treinta años juntos. Imagina la conexión que hay, las cosas suelen salir bastante solas. No tenemos que forzar nada, la cosa fluye. Es algo muy interesante.
Habláis de un trabajo coral, más que nunca, pese a la distancia impuesta. ¿A qué se ha debido este hecho?
Pep: La forma de trabajar es grabar una base, en mi caso de un bajo, que le pasaba a Ramón, quien metía las guitarras, y él a Marc que metía los teclados. Es una forma de trabajar diferente, pero hecha por todos. Hay unas canciones potentes y cañeras y otras con un tempo más suave que son debidas a la edad que tenemos. Trabajar de esta manera, en tu casa, con un ambiente más tranquilo, saca este tipo de composiciones.
¿Qué suele llegar primero la melodía, un arreglo o bien una letra de Mark Swanson?
Pep: No hay una fórmula concreta. A veces un riff de guitarra. Quizás lo último sea añadir la melodía, cuando esta sale, Ramón, añade la voz. Es de lo poco positivo que puedo sacar de la pandemia, encontrar una forma de trabajo como esta.
Estáis hablando de un disco centrado en la madurez.
Pep: A mí no me desagrada que se hable de madurez, estoy a gusto siendo más maduro. También es verdad, no tenemos veinte años. Estamos más sosegados y vemos las cosas desde otro punto de vista. Estamos dando caña igual y hay Madee para rato. Tenemos muchas ganas de hacer directos. Es una cosa que encontramos a faltar. Apetece coger la furgoneta con los colegas y pasarlo bien.
En “Hunting Party” abordáis una temática como es el bullying.
Pep: Las letras de Mark son bastante críticas, tocan temas durillos. Son experiencias personales que tuvo por lo que todo tiene más sentido. Esta habla de niños que sufrieron abusos y es la visión que puede tener un niño acerca de lo que le ocurre. Son canciones donde a pesar de la dureza, acaban por ser positivas y con perspectivas de mejora.
Hay cortes como “Blanchard Avenue Blues” que es pura new wave y otros como “Feelings of Inadequacy” que se acercan más a The Cure, sin embargo hay un hilo común ya que el disco transmite una sensación introspectiva, de incertidumbre y casi siniestra, fruto de las ambientaciones.
Pep: Hemos mamado mucha música de The Cure, aquí se nota. Nos encanta. Toda esa onda siempre la llevamos encima puesta. No sabes por qué, pero esas influencias te acaban saliendo al componer, sin ser premeditado. Sale lo que sale. Es lo bonito. Somos músicos, pero no somos virtuosos. Nos movemos más por sensibilidad y odio que por las partituras. A la hora de componer sale lo que nos sale de manera intuitiva.
“Like Spider Bite in Spring” traen ramalazos de Fugazi o David Bowie.
Pep: Sí, también nos gustan claro. Es lo que te decía que nos gusta mucho la música de los ochenta y noventa. Escuchamos mucha música, luego sale lo que sale.
En la nota de prensa se habla de “Emo maduro”, no sé hasta qué punto os representas las etiquetas.
Pep: No sé, la gente busca etiquetas para saber qué es lo que encierra un disco. No sé qué decirte. Es música emocional, sin duda. Al final, el resultado está ahí. No hace falta etiquetar. Creo que llevamos bastante tiempo y también hemos creado un sonido personal que es lo difícil. Buscar lo que te caracteriza y es personal.
Hay una edición de trescientas copias del disco y cien que incluyen un tote bag de regalo.
Pep: Hay una edición de trescientas copias, a los cien primeros les regalamos un tote bag. Estamos planteando hacer una edición en cd, pero no sabemos si finalmente saldrá. Hay que valorar si merece la pena. A día de hoy la venta de cd´s no sé si es muy interesante. Poder escucharlo en cualquier plataforma ha matado el formato.
¿Qué planes manejáis a corto plazo?
Pep: Tenemos fecha de estudio para el mes de Abril, donde grabaremos el sexto álbum. La idea es hacer conciertos en 2022, este año no lo vemos claro. Quizás hagamos la presentación de dos discos de manera conjunta. Veremos a ver qué pasa.