Por:Txema Mañeru
Todavía recuerdo hace casi 7 años los sendos debuts de Selwyn Birchwood y Jarekus Singleton. Entonces dijimos que en Alligator estaban también al tanto de los nuevos fenómenos jóvenes que surgían en el mundo del blues. Dos pedazo de discos como “Don’t Call No Ambulance” y “Refuse To Lose” nos hicieron vaticinar grandes futuros para ambos y que no serían los únicos discos para el legendario sello . Acertamos de pleno.
Este mismo año lo corroborará Singleton y Birchwood lo ha vuelto a hacer con este "Living In A Burning House" (Alligator Records / Discmedi), que es ya su tercer disco para el sello y, a nuestro juicio, el mejor y más completo hasta la fecha. Ya entonces destacamos del de Florida su claro feeling Hendrix, además de su dominio de la lap steel guitar. Hablábamos además de que estaba al frente de una auténtica banda, destacando especialmente el trabajo de su saxofonista y flautista Regi Oliver, protagonista en muchos momentos del disco, donde su saxo barítono parecía un trombón, tarea que repite una vez más en este nuevo y esperado disco.
Estamos hablando de un hombre ganador del prestigioso International Blues Challenge y del premio Albert King. De hecho le han llovido comparaciones con este último y hasta con Buddy Guy. Pero todo se lo ha labrado a base de composiciones propias originales y con bastantes destellos de modernidad, incluso colaborando en su disco debut Joe Louis Walker con su slide guitar y J Harman con su armónica. Ahora vuelve a encandilarnos a base de temas propios sabiamente producidos por el prestigioso hombre de la casa y ganador del Grammy, Tom Hambridge, que además pone unas logradas voces en destacados temas como la casi hard-rock "Revelation" o "Searching For My Tribe". Algo que también hace CeCe Teneal en una "One More Time" que es un pedazo de tema lento y uno de esos momentos en los que destaca mucho el saxo barítono de Oliver, además del órgano. Aún va ir más allá la colaboración vocal solista de la gran Diunna Greenleaf en "Mama Knows Best". Protagonismo que no hay que olvdad, además de para sus guitarras, para la cruda y sentida voz del propio Selwyn que por momentos puede recordarnos a las de Tom Waits o Howlin’ Wolf.
La calidad y entrega son generalizadas en el álbum, pero sí queríamos destacar algunos otros momentos concretos. Es el caso de la incendiaria apertura puro Jimi Hendrix de "I’d Climb Mountains", en la que trepa alto el habitual saxo barítono de Oliver. Gran voz y fantásticos punteos entre Buddy Guy y Son Seals en tema titular. Tampoco faltan canciones en las que pega fuego a su lap steel. Es el caso del boogie salvaje, a lo ZZ Top o George Thorogood & The Destroyers, titulado "Freaks Come Out At Night" o de "Rock Bottom". Una fantástica despedida confesional supone un oscuro lento como "My Happy Place", que va mucho más allá del blues con acústica y voz gracias a la entrada de los vientos. Un tema que puede cautivar por igual a un seguidor de Ben Harper que a otro de los Tindersticks más clásicos. Dice escribir y cantar de lo que sabe, y por lo viso parece que cada vez sabe más…