Por: Sergio Iglesias
“Ninguna ola” es el título del nuevo trabajo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A), un disco en el que la banda burgalesa apuesta por añadir nuevos sonidos a su repertorio. Para ello, han trabajado con el prestigioso productor Raül Refree, quien ha aportado ese punto de vista externo que todo grupo necesita a la hora de abordar este tipo de cambios. Nacho Mur, guitarrista de la banda, nos cuenta en esta entrevista cómo ha sido la (larga) gestación del nuevo álbum.
La primera es inevitable, ¿cómo habéis vivido la MODA esta pandemia?
Nacho Mur: Bueno, han sido tiempos muy difíciles para todos, yo creo que esto es algo tan transversal que no puedo hablar sólo de nuestro tema, que es la música, porque ha sido algo nuevo para todos: no poder ver a tu familia, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo… han sido tiempos raros y complicados.
Respecto al grupo, tuvimos la suerte de que, cuando empezó todo, ya teníamos el disco prácticamente acabado, nos pilló el estallido en Portugal, grabando el último tema que nos quedaba y disfrutando la grabación como nunca, en un estudio increíble. Allí las cosas no estaban tan mal, pero nos empezaron a llegar noticias desde casa y ya un día vimos que se empezaba a poner la cosa muy complicada y allí también tuvieron que cerrar todo de un día para otro. Así que nos tuvimos que volver sin acabar el disco y luego en verano, cuando pudimos salir de nuevo, nos fuimos a grabar a Garate el tema que nos faltaba.
Pero, dentro de la locura que ha sido todo esto para cualquier persona, sobre todo teníamos la incertidumbre de no saber cuándo íbamos a volver a tocar y de no saber si nuestro oficio se iba a ir definitivamente al garete porque, como bien sabes, el sector está muy mal. La idea era grabar el disco, descansar un par de meses y arrancar la gira a tope, pero esto nos ha obligado a estar en casa, ha sido un frenazo en seco para nosotros, que nos encanta meternos en la furgoneta y patearnos el país.
Hablando ya del disco, en esta ocasión habéis grabado con Raül Refree. ¿Qué buscabais en un productor tan alejado, a priori, de lo que habitualmente hacéis?
Nacho Mur: Siempre decimos que los discos son como el reflejo de lo que está haciendo el grupo cuando está trabajando y cuando lo graba. Nosotros estamos todo el día en el local o escuchando nueva música y descubriendo cosas y, como en cualquier persona, van cambiando nuestras inquietudes; en este momento estamos buscando la energía y la emoción en un lugar que no sea sólo tocar todos a la vez y a tope.
Así que, cuando empezamos a trabajar estas canciones, ya vimos que muchos temas iban por ahí y, pensando quién nos podía producir el disco, se nos vino a la cabeza Raül, vimos que era la persona idónea para esto, porque nos encanta el trabajo que ha hecho con un montón de artistas y, sobre todo, porque busca la esencia en desnudar la canción y no inflarlo con instrumentaciones innecesarias. La verdad es que ha sido un trabajo muy duro para llegar al punto intermedio entre su visión y la nuestra, pero estamos muy muy contentos con el resultado.
Resulta paradójico que digas que Raül busca la simplicidad de la canción cuando, habitualmente, en sus producciones hay mucho sintes, loops, samplers…
Nacho Mur: No sé si la palabra es “simple”… lo que Raül hace es buscar que haya pocos elementos y que todo suene muy grande, buscando la esencia desde el minimalismo y hay algo que nos conecta con él, aparte de las referencias comunes que manejamos con él por su pasado punk y “hardcoreta”. Pero lo que dices es cierto, el uso de esos elementos es muy habitual en sus producciones porque Raül es un productor muy talentoso y los usa como herramientas para llegar a ese resultado que quiere.
¿Ha influido mucho en el sonido final de “Ninguna ola”?
Nacho Mur: Ha influido todo lo que tiene que influir un productor en un grupo. También hay que darse cuenta de que nosotros somos siete, somos bastante “puñeteros” trabajando y damos muchas vueltas a las canciones, así que todo el rato es un trabajo de tira y afloja…
Pero, contestando a tu pregunta, sin duda que se nota la mano de Raül en el disco, y sin él, el resultado no sería así, pero tampoco lo sería si no lleváramos las cosas tan claras como las llevábamos antes de estar con él… lo que sí es cierto es que él nos ha empujado a grabar en directo y tocando todos a la vez, algo que ya hicimos también con Steve Albini y que hemos repetido con Raül y que creo que ha sido un acierto total.
¿Sentíais algún tipo de presión por ese cambio que estabais llevando a cabo?
Nacho Mur: Es que nosotros no lo sentimos como un cambio tan radical… está claro que hay cambio ¿eh? eso no se puede negar, pero para nosotros, como llevamos escuchando las canciones tanto tiempo, tampoco ha sido tan diferente; entiendo que, si pasas de escuchar las canciones del primer disco a escuchar “Ninguna ola”, el cambio es fuerte, pero para nosotros ha sido un trabajo de dos años, así que ha sido un proceso muy gradual.
Lo que pasa es que esta evolución la hemos visto como algo natural, porque no nos gusta repetirnos ni copiarnos a nosotros mismos.
¿Y cómo han recibido el disco los fans de la banda?
Nacho Mur: Pues, si te digo la verdad, con los singles sí que había más miedo porque nos escribía la gente diciendo que había demasiado cambio, pero cuando ha salido el disco, la acogida ha sido increíble, mucho mejor de lo que pensábamos, y vemos que a la gente le han emocionado las canciones.
Como te digo, nosotros lo hemos visto como algo natural y nuestra idea no era decir “vamos a romper con todo lo que hemos hecho hasta ahora…” y por eso hay temas que podrían estar en “Salvavida” como pueden ser “Barcos hundiéndose” o “Memorial”, por ejemplo. Pero la gente ha recibido también muy bien temas diferentes como “Un bombo y una caja” o “Conduciendo y llorando”.
Al final, en la música, al igual que en cualquier otro trabajo, siempre hay que buscar la motivación para seguir con esto, y por eso hemos disfrutado tanto y estamos orgullosos de lo que hemos hecho… eso no quiere decir que lo próximo que hagamos vaya a ser así, puede que el siguiente disco sea de punk o canciones super directas de country… en cada momento se buscan cosas diferentes.
De nuevo, habéis decidido autoeditar el disco vosotros mismos, ¿es fundamental para vosotros mantener esa libertad en todos los aspectos?
Nacho Mur: Aunque no sabemos si es la mejor, ésta es la única manera que conocemos de trabajar. Sí que es verdad que tenemos libertad absoluta, pero también somos conscientes de que tiene cosas no tan buenas, ya que nos tenemos que encargar nosotros de todo y emplear muchas horas en ello, pero ahora estamos felices haciendo las cosas así, con gente cercana o gente a la que admiramos.
Me comentabas que ya teníais todo listo antes de que empezara la pandemia, lo que parece increíble leyendo alguna de las letras del disco…
Nacho Mur: Eso nos lo han dicho bastante. Lo grande de la música es que, cuando lees las letras de cualquier canción, siempre tiendes a hacerlas tuyas, así que es verdad que hay ciertas letras de este disco que, leídas en la situación actual, parece como que tienen otro sentido. Dentro de la nostalgia que siempre hay en las letras de la MODA, que está claro que nunca hemos sido la alegría de la huerta, sí que creo que hay más luz y romanticismo que nunca… no lo vemos tan oscuro en cuanto a letras como otros.
Al final, el ser humano es muy complejo y todas esas emociones las vivimos casi a diario, y por eso no nos gusta sólo hablar de fiesta o de ir a la playa que, por otra parte, está muy bien y ya hay grupos que lo hacen estupendamente.
Siguiendo con las letras, me ha parecido muy curiosa la contraposición entre “Conduciendo y llorando” y “Banderas sin color”, que deja bien claro que vosotros seguís siendo de ciudad pequeña ¿no?
Nacho Mur: Totalmente, en “Conduciendo y llorando” se habla de cómo influyen esas grandes urbes en las personas, vemos cómo vive la gente en ellas o como nos sentimos cuando vamos allí a hacer promoción o a tocar y hacemos esa reflexión. Y por otro lado, nuestra base sigue estando en Burgos, que es nuestra casa y sigue marcando parte de las letras del grupo.
En “Barcos hundiéndose” hacéis una reflexión sobre esa cultura facilona que está tan de moda hoy en día…
Nacho Mur: En ese tema hay dos cosas: por un lado, lo que tú comentas, ya que a nosotros no nos gusta esa música y esa cultura superficial, de usar y tirar y de no decir nada y, por otro lado, también se habla de la debilidad de la industria; con todo lo que ha pasado se ha demostrado que las cosas en la cultura no estaban bien porque, en cuanto ha llegado un soplo de aire, se ha derrumbado todo. Es un tema complicado que tenemos que solucionar y parece que ahora hay muchas asociaciones trabajando juntas para ver si esto sale adelante.
Precisamente, esa falta de unidad ha sido históricamente uno de los grandes problemas de la cultura, al menos aquí ¿no?
Nacho Mur: Sin duda, siempre ha habido una falta de organización, cada sector iba a lo suyo: los técnicos por un lado, los músicos por otro, los promotores por otro… así que ahora nos hemos dado cuenta de todo esto y, por sacar algo positivo, sólo espero que salgamos reforzados en cuanto a ser conscientes de lo frágil que es nuestra industria. A ver si salimos más unidos y, a poder ser, sindicados y organizados, como en cualquier otra industria, porque hay muchas familias que viven de esto.
¿No crees que, aparte de todo lo que estamos hablando, también hay un problema político, en el sentido de que ningún gobierno se ha preocupado nunca por la cultura?
Nacho Mur: Por supuesto. Este problema tiene también un aspecto político claro, en cuanto a que estamos huérfanos de las autoridades en cualquier gobierno, y eso es algo que se ve claramente desde hace mucho tiempo.
Para terminar, ¿cómo ves el futuro inmediato?
Nacho Mur: Nosotros queremos tocar todo lo que se pueda, donde se pueda y como se pueda, cumpliendo las normas que haya que cumplir en cada momento, por supuesto. Somos un grupo de carretera y de tocar, y estoy seguro de que este año que empieza lo vamos a hacer. Espero que se vaya normalizando todo y que volvamos a trabajar, también por la preocupación que tengo por mis compañeros y amigos. Este año se ha visto que la cultura es más necesaria que nunca como se ha demostrado en este confinamiento, así que ahora no se nos puede dejar tirados.