Entrevista: Cloaca


"A nosotros lo que nos gusta es tocar, y para eso hicimos la banda”

Por: Sergio Iglesias

Cuando ya parecía que nada llegado desde el extraño (por decirlo suavemente) 2020 podía sorprendernos, desde Galicia llega el debut de Cloaca, dúo formado por dos apasionados del garaje, el punk y el fuzz. Tras un primer EP publicado en 2018, Cloaca regresan con “Vertido tóxico”, su primer disco largo, editado en vinilo y a tres bandas por Freeky Dicky Records, Sweet Grooves Records y La Familia Revolución. Para hablar de esta peculiar mini banda, hemos charlado con su batería, Rata Ray.    

“Vertido tóxico”, primer álbum después de una maqueta que ya era un pepinazo, ¿cómo ha sido la evolución del grupo desde aquellos inicios?

Rata Ray: No tiene nada que ver una historia con otra. El primer EP fue una grabación muy express y muy urgente, estábamos haciendo nuestros primeros temas y estaba todo muy verde. Pero un colega que empezaba a montarse su home estudio y nunca había grabado nada, quiso empezar a practicar con nosotros y fue todo casi sin tener ni idea de lo que estábamos haciendo; es una grabación muy precaria y, en cambio, este disco ya lo planteamos de una manera diferente, porque queríamos hacer algo bien hecho y grabar en las mejores condiciones posibles.

¿Esas condiciones os las ofrecían en La Cortina Roja?

Rata Ray: Sí, Meju (Fernando Mejuto) y Gabi (Gabriel Suárez) han hecho un currazo en el estudio. Nos decidimos a trabajar con ellos porque están bastante acostumbrados a grabar bandas que no son el cuarteto estándar de guitarra bajo batería y voz, y a buscar sonido con otras piezas más dispares. También tienen mucha experiencia con dúos como las Bala, un grupo de aquí de A coruña que es otro rollo diferente al nuestro, casi metal y es acojonante el sonido que consiguieron sacar. Al principio barajamos muchas posibilidades y todas pasaban por irse fuera pero, al final, dijimos que para qué nos íbamos a ir por ahí, teniendo La Cortina roja aquí, que son unos estudios de la hostia.

La edición del vinilo la habéis realizado a tres bandas entre Freeky Dicky Records, Sweet Grove y La Familia Revolución  ¿qué relación había entre estos tres entes? 

Rata Ray: Yo llevo Freeky Dicky con otro compañero y a Sweet Groove les conocimos a raíz de grabar el primer EP que subimos a bandcamp; lo cierto es que no teníamos intención de publicarlo, pero se puso en contacto con nosotros Rafa, que dijo que le había molado y nos dijo que, si queríamos editarlo, ellos querían participar, así que tiramos para adelante con ello, es un  tío cojonudo y esperamos seguir habiendo cosas con ellos en el futuro. Y La Familia Revolución es un poco el culpable de este disco, porque llevábamos tiempo con ganas de grabarlo y estábamos con dudas, porque queríamos hacer algo con buena calidad, así que, cuando apareció Luis y vimos que estaba interesado, eso fue el empujón que necesitábamos para hacerlo, porque nosotros solos con Feeky Records no podíamos… así hemos compuesto esa liga del mal (risas). La verdad es que estamos muy contentos con todos ellos.

En cuanto al sonido de “Vertido tóxico”, se está hablando mucho de las referencias a los Stooges, los Cramps e incluso a Parálisis Permanente, pero hay dos temas como “Doña Furia” y “Paralizado” que llaman la atención por salirse de esos parámetros…

Rata Ray: Sí, “Paralizado” todavía nos sorprende a nosotros mismos porque parecemos los Turbonegro o algo así, una historia que no pretendíamos. Pero tanto a Keko (Bento Carroña) como a mí nos ha molado siempre el metal clásico británico de finales de los 70 y por eso pienso que fueron saliendo así las cosas. En cuanto a “Doña Furia”, ya nos encaja más, porque cuando empezamos a tocar juntos, Keko andaba con su rollo cantautor, que sale por todos lados en “Doña Furia”, ese rollo Nick Cave que acaba evolucionando a Morricone… una cosa muy extraña.

En el resto de temas sí que seguís esa línea más cruda, sucia y garagera que vimos en la maqueta…

Rata Ray: Bueno, a nosotros nos cuesta poner etiquetas a lo que hacemos. Usamos cosas como “garage” para definirnos, pero tampoco creo que sea lo que hacemos, aunque sea lo que más nos mola a los dos. Cuando empezamos a tocar el rollo acústico, como te hablaba antes, a los dos segundos yo estaba dejando el bajo para coger la batería y él dejando la acústica para coger la eléctrica, porque es lo que nos salía y al final acabamos haciendo un rollo más punk que garagero.

Supongo que el hecho de ser una banda de sólo dos miembros será una ventaja a la hora de trabajar ¿no?

Rata Ray: De hecho, no nos planteamos complicar la fórmula porque es muy sencilla, los dos encajamos muy bien tocando, los temas salen solos y no hay terceros que interfieran; y, a la hora de tocar, cogemos los bártulos, los metemos en la Berlingo y tiramos millas los dos. Como he dicho en alguna otra ocasión, no tenemos ni que hacer un grupo de whatsapp (risas).

¿Cómo trabajáis habitualmente el tema de la composición?   

Rata Ray: Va por temas. Tengo que decir que lo de Keko es increíble, es un tío que escupe canciones, es una cosa brutal y es imposible casi planificar una grabación porque, cada vez que te juntas con él, acabas preparando temas nuevos, de hecho, en el disco se acabó colando algún tema que había surgido una semana antes de la grabación. Pero, en general, hay canciones que surgen en el momento que haces un riff y son las que más nos gustan, pero también hay otras que  vienen medio enfiladas y en el local se les aplica un “Phil Spector” (risas).

Otro de los puntos fuertes del disco son las letras. ¿Quién se encarga de la parte lírica de las canciones? 

Rata Ray: Eso sí que es tema de Keko, yo ahí trato de no meterme más que para hacer alguna corrección de estilo que me encaje más con el bombo. Pero es que, como te decía antes, Keko escupe canciones… a veces estamos empezando con un riff que acabamos de sacar y el cabrón ya está cantando por encima la letra con su estrofa, su estribillo… yo para eso soy un negado (risas).

Estaba claro que el disco tenía que salir en vinilo sí o sí, algo que parece que cada vez es más habitual en muchos sellos ¿no?  

Rata Ray: Sí, nosotros como Cloaca lo tenemos claro, y como Freeky Dicky es el motivo por el que acabamos montando el sello en su momento. En nuestro entorno, veíamos bandas que teníamos cerca y que estaban haciendo cosas guapas para acabar subiéndolas en su momento a MySpace y luego a Bandcamp o Spotify y no acababan en un disco; para nosotros, esas grabaciones no existen hasta que las puedes manejar en la mano, y ahí nos metimos para intentar hacer ver a la gente que íbamos a tratar con respeto las cosas que grabaran y, para nosotros, el respeto, precisamente, está en el vinilo. 

¿Está siendo duro no poder presentar el disco en directo? 

Rata Ray: Pues sí, porque es para lo que hicimos Cloaca… al final, grabas porque hay que hacerlo y el disco es la tarjeta de visita obligatoria de la banda, pero a nosotros lo que nos gusta es tocar y para eso hicimos la banda. Pero bueno, ahora estamos a la espera. Llevábamos muchos meses sin tocar y la semana pasada dimos un bolo y estábamos casi como cuando empezábamos porque, después de tanto tiempo, desaprendes cosas (risas). Es rarísimo porque sacas un disco para tener la excusa de poder salir a presentarlo, y ahora nos encontramos con el disco fresco y sin poder tener conciertos, es extrañísimo y no sabes qué va a pasar porque los discos se mueven tocando. AC/DC sacan un disco, lo ponen en tiendas y se agota, no necesitan hacer bolos para venderlos, porque ya hicieron el trabajo previamente, pero nosotros necesitamos pasear el disco por ahí, porque los discos se venden en caliente. Y como discográfica editamos discos para que las bandas tengan material para llevar por ahí y que no tengan que andar adelantando la pasta, y por eso es complicado ver todo parado. 

¿Para cuándo crees que empezarán a moverse las cosas? 

Quiero ser optimista y espero que para verano del año que viene se reactive el tema de festivales y cosas que se puedan hacer con media normalidad al aire libre y, a lo mejor, para el otoño o el invierno, podemos estar en los garitos, que es donde nosotros queremos estar.