Por: Skar P.D.
The Parson Red Heads es una banda familiar, quiero decir que se encuadra perfectamente en ese universo reducido en que se están convirtiendo los sonidos que se siguen amparando en un cierto clasicismo estético. Una gran familia, sin duda, más por calidad que por cantidad. De esas bandas sobradas de calidad, vaya, pero degustadas en pequeños círculos concéntricos con dificultades para expandirse. Malos tiempos para la lírica.
"Blurred Harmony" fue un salto cuantitativo en la trayectoria de The Parson Red Heads, sin duda. Pero al mismo tiempo que alcanzaron la madurez plasmada en un disco inmaculado también aparecieron las primeras tribulaciones sintetizadas en el abandono de la banda de Sam Fowles, guitarrista y miembro fundador. Todo esto ocurrió en el 2017 casi al mismo tiempo en que comenzó la gestación de este "Lifetime Of Comedy", a la sazón quinto álbum de la banda y que, dadas las circunstancias, tenía que dar respuesta a algunas difíciles preguntas. Por el camino y para matar el gusanillo solo un excelente disco, "Long Distance", facturado en solitario por el líder de la banda Ewan Way con sus amigos de The Phasers con unas canciones, que en sus propias palabras, no encajaban en la filosofía de Parsons Red Heads.
“Replantearse la situación y decidir seguir haciendo nueva música y tocar después de que Sam se fue no fue lo más fácil del mundo”, admite Ewan Way: "No pensamos en abandonar, simplemente pensamos en un replanteamiento pero aun así ha sido difícil asumir que uno de los miembros fundamentales del grupo ya no estaba". Para este disco además de Ewan Way, de Brette Marie Way (batería, voz), Robbie Augspurger (bajo) y Raymond Richards (multinstrumentista, productor), la formación cuenta con un nuevo miembro con la entrada a tiempo completo de Jake Smith, que ya actuaba con ellos como guitarrista para las giras.
"Heaven Knows I'm Trying" abre el disco en una especie de prólogo breve e intimista apoyado en el piano y en la steel guitar de forma exclusiva para dar paso, intro de batería mediante, a "All I Wanted", primer sencillo de adelanto, que por momentos nos recuerda a los Parsons más inspirados del anterior disco. Suena evocadora y optimista con ese final pleno de armonías vocales marca distintiva de la casa.
En "Fall & Be Found" la autorreflexión, que es un sentimiento recurrente a lo largo del disco, se escenifica y también los sentimientos de autoayuda. "No estás solo en esto", cantan en una combinación de pop y folk con referencias casi etéreas y aromas de bandas como los Jayhawks menos countries. "Lifetime of Comedy" no solo proporciona el nombre al disco, además es como un retrato realista, un retrato irónico del entorno creativo, y parece inspirada en la situación mundial de confinamiento: "Puedo sentir que todos mis hábitos están cambiando". También The Parsons Red Heads están cambiando. Come "Along" se apoya en un ritmo de batería de suave persistencia y permite que todos los instrumentos tengan su cuota participativa, es como si los músicos se presentaran y los acordes luminosos de apertura actúen como acelerador emocional y casi que se puedan ver las estrellitas revoloteando al compás de los acordes y de la distorsionada guitarra del final.
Menos psicodélica y con unas melodías más cercanas al power pop que al folk lisérgico "I Never Would Have Changed" vuelve a incidir en las ausencias en el proceso de superación, "Si nunca te hubiera llamado supongo que nunca hubiera cambiado", o la más tradicionalista, tradición de los sonidos pergeñados en su día por The Byrds incluyendo el título, "Turn Around", y su optimista y amigable mensaje: "Estaré ahí para ti". El jangle pop que se adivina a lo largo del disco toma aquí carta de naturaleza.
De la intención, apenas disimulada, de afrontar otras perspectivas a partir de lo ya conocido nace la muy fidedigna "I Found A Reason", y no hay ninguna razón para no sentirse identificado con el mensaje universal transmitido, ese que va adherido a las baladas donde el amor es la inspiración principal: "olo quiero estar contigo"
El sonido de la steel guitar de Raymond Richards tiene un lugar privilegiado a lo largo del disco, pero es en "Warrior" y su inconfundible sabor country donde cobra absoluto protagonismo, y ya es hora de decir que las armonías vocales a cargo del matrimonio Way son de una pulcritud y suavidad que es como si estuvieran tamizadas por un filtro de terciopelo, y esta canción es fiel reflejo de ello.
Que The Parson Red Heads tiene un componente psicodélico que hace que sus raíces folkies parezca que se desarrollan en el espacio resulta evidente cuando en "Dreaming of Another Place" repiten una y otra vez "vamos a vivir de nuevo" y dejan paso a unos desarrollos instrumentales cercanos a los que puedan ofrecer The War On Drugs. Psicodelia de órganos Farfisa y atardeceres cromáticos. "Falling Fading" cierra el álbum, y por tanto la autorreflexión acerca de qué caminos va a tomar ahora la banda incluyendo las dudas que transmiten a modo de expiación por los errores cometidos. Y lo hace con una belleza sobrecogedora en todas y cada una de las notas a través de las cuales parecen pedir perdón. Pero no hay de qué, tan solo son una banda intentando paliar ausencias y salir de cierta confusión. Para reinventarse.
La producción esta vez ha corrido a cargo de Raymond Richards, lo que añade valor al sentimiento participativo de este disco y experiencia, vaya, no en vano ha producido a bandas como Local Natives o Blitzen Trapper. Y la producción es un elemento más a la hora de enjuiciar este nuevo trabajo de The Parsons Red Head, porque ha ensanchado los sonidos desarrollados, las guitarras suenan más ambientales a través de los filtros de eco o de reverberación y en definitiva han ganado en profundidad y exuberancia, como si por primera vez tocaran en tres dimensiones. Los rasgos distintivos de la banda siguen estando presentes, o sea, las melodías cautivadoras, las armonías vocales o la sensación lirica que desprenden las tonalidades por las que transcurren las canciones. Cierto que hay canciones ("All I Wanted", "Turn Around"...), como no podía ser de otra manera, pero a diferencia de anteriores trabajos aquí se resuelven de forma diferente, a modo de paisajes impresionistas adornando hechos simples como un baile o la recolección de la cosecha.
"Lifetime Of Comedy" es un disco de transición, o al menos eso es lo que se desprende de las inspiraciones, dudas e influencias compositivas, que no alcanza las cotas del aclamado "Blurred Harmony", pero que se sustenta en sensaciones positivas de necesidad de reinvención y de apertura de nuevos espacios y, desde luego, atesora la calidad suficiente como para dotar de la estabilidad necesaria a una banda que ha afrontado el reto de recuperar esa sensación y, lo que es mejor, hacernos participes de ello.