Por: Javier González
Qué ganas había de rematar este amargo 2020 con un puñado de canciones cantadas en castellano de soberbio rock and roll. Si encima las mismas vienen envueltas en una suave cadencia arrastrada puramente lourridiana y chuleta, tan cheli que seguramente contarán con el beneplácito de vocalistas como Toño Martín, Josele Santiago y Jaime Urrutia, el disfrute aumenta exponencialmente. Porque no nos vamos a engañar a nadie diciendo que Los Vandela y los apenas cinco cortes de “Elvis X-Terminador”, están más que emparentados con la mejor tradición del rock and roll capitalino.
Y es que en estos meses tan oscuros para nuestra música se agradece especialmente la aparición de un proyecto valiente, rockero y evocador como el de Los Vandela, quienes son capaces de reclamar tu atención desde la inicial “Algo Salvaje”, emocional e impactante, con referencias a su ciudad, Madrid, y a la mítica El Sol, epicentro del underground capitalino, muy en la onda “Como un Huracán” de los genios de La Elipa, por su capacidad para tocar corazones, hasta en la forma de arrancar notas a la guitarra y de cantar parece asomar la sombra de Pepe Risi, pasando por el tema titular, “Elvis X-Terminador”, una pullita melódica a la música sin alma que se pinchaba antaño en nuestra ciudad, con referencias al rey con un wah-wah poderosísimo que unido a una portentosa base rítmica nos regala un trallazo, revistiendo su sonido de sucio ambiente sureño en “Bandidos”, demostrando que su paleta estilística es más amplia de lo que en principio pudiera parecer porque aquí han facturado su particular “Dead Flowers” .
Si de chulería se trata el tema debemos hablar de “Chicos Fáciles”, donde se nos aparece el la figura de Chencho Fernández en su “La Fosa de las Marianas”, en un corte acelerado, provocativo y vacilón, donde el rock, el punk y la herencia glam se dan la mano para mezclar a las New York Dolls y a Las Muñecas de la Calle Feria, cerrando su primera referencia con “El Androide Fantasma”, otra canción acalorada y vitaminada, rasgada, sucia pero de preciosa melodía oculta con la que cerramos el círculo de cinco maravillosas composiciones de rock sincero.
La primera aproximación a Los Vandela, por cierto, precioso nombre de clara ascensión Motown, se nos ha hecho corta y maravillosa a partes iguales. No solo nos gusta su propuesta por la sabía aplicación de las referencias de bandas seminales que son pura referencia para nosotros- léase Burning, Lou Reed, New York Dolls, Rolling Stones, Elvis, etc…-, sino también porque desprenden un aroma a rock puro, chulo y de amplias miras. Confiamos en que su proyecto se asiente y desde ya los recomendamos como una de las grandes revelaciones del año que se va. Por favor, que pase la maldita pandemia ya porque tenemos ganas de ver cómo se lo hacen en directo estos chulapos de tugurio.