Supercrush: “SODO pop”


Por: Skar P.D.

Normalmente a la hora de confeccionar el orden en que van a ir las canciones en un disco se tiende a que la intro, el riff inicial, o la canción en si misma sea lo suficientemente impactante como para llamar la atención y crear la necesidad de continuar escuchando. Esa es la teoría al menos y desde luego no siempre se consigue el objetivo perseguido. Luego hay francotiradores que, en su condición de tales, hacen saltar en añicos esta teoría.

Este es el primer larga duración de Supercrush, (tienen uno previo pero es una compilación de singles llamada "Never Let You Drift Away"), que está concebido como tal y ese impacto supuestamente pretendido viene en formato de declaración de intenciones en los primeros versos de la primera canción, "Get It Right", que abre el mismo: "He tocado estos acordes un millón de veces...porque hay una melodía perfecta que todavía no he encontrado". 

Toda una declaración de intenciones que deja muy claro lo que te vas a encontrar después, o al menos el sentido de su esfuerzo compositivo, y no, no son escoceses revindicando el pacto firmado con el diablo que les permiten encontrar una y otra vez la melodía perfecta. O son todo lo escoceses que se puede ser en Seattle, entonces todo cobra sentido.

Deudores de ese power pop desarrollado por grupos como Posies o Velvet Crash que sobrevivieron al desgarro del grunge incorporando la suciedad en las guitarras mientras eran capaces de mantener las estructuras melódicas "escocesas" de Eugenius o de los mismísimos Teenage Fan Club, la banda formada por Mark Palm (voz, guitarra), con un pasado variopinto que va desde el metal al dream pop, Phil Jones (bajo) y Allen Trainer (batería), han puesto al día y renovado ese espíritu que impregnó de ensoñación la confluencia entre el grunge, el shoegaze y el jangle, y que fue seña de identidad del power pop de principios de los 90.

"Get It Right" plagada de armonías convincentes y acordes ensoñadores abre el disco de una forma sustancialmente optimista, "dame tiempo porque todavía lo estoy intentando". "On The Telephone" suena tan evocadora que la ruptura sentimental que relata te la imaginas desde un teléfono de esos en los que había que introducir un dedo en el número deseado y hacer girar una ruedecita. Mucho más romántico y con menos uso de datos. Y, cómo no, tras la ruptura viene el periodo en el que te sientes la persona más desgraciada del mundo y "I Didn't Know (We Were Saying Goodbye)" y su introspectiva asunción de la realidad lo evoca como solo las melodías shoegaze son capaces de hacer.

"Be Kind To Me" invita a dar palmas en su petición nada disimulada de atención ("se amable conmigo"),  todo ello rodeado de efervescentes guitarras y tintineantes gotas de piano y los acordes de guitarra con los que empieza la esperanzadora tristeza de "Have You Called Him By My Name?". ¿Lo has llamado por mi nombre cuando estabas haciendo el amor?" quizás te recuerdan a Nacha Pop, pero esto es solo un reflejo entendible desde un punto de vista hispano, porque la sutileza del pedal steel no deja lugar a dudas.

El break de batería hace bailable la psicodélica "Parallel Lines", shoegaze rítmico, porque si hay algo evidente es que Supercrush se mueve como pez en el agua en los territorios limítrofes de sus influencias. O como las guitarras de "I Can't Stop (Loving You)" que configuran un power pop de manual en la línea del "Temporary High" de Nick Piunti, y cuando cantan "que tonto soy por pensar en ti" es como si cayera confeti del cielo. O sea power pop.

Los aromas más lennonianos (de Lennon) dejan paso al tema más emparentado con el rock'n'roll de todo el disco, y el desarrollo dialogado de los coros realzan esa impresión más allá de la estructura que hace que "Grace" parezca sacada del "Thirteen" de Teenage Fan Club. "Fair-Weather Fool" es una balada simplemente emocionante, y cuando Supercrush se ponen en modo balada hacen gala de una profunda intensidad, de esas que te atenazan el estómago, como las sensaciones que produce la guitarra profundamente herida que entra hacia el final de la canción. "When I'm Gone" es un resumen sentimental del disco, "no me lo tengas en cuenta cuando me haya ido", todo ello en formato acústico, y las guitarras y el órgano se fusionan para ponerle banda sonora a tu decisión.

"SODO pop" ha sido mezclado por Justin Pizzoferrato, quien ha trabajado con Pixies, Sonic Youth y Dinosaur Jr, y el caso es que, casualidad o no, el espíritu de J. Mascis se desliza a través de algunas guitarras a lo largo de él, y eso en un disco notable en su concepción y en su resolución es un plus de calidad. Buscando la melodía perfecta escribía y cantaba Mark Palm en su declaración de principios inicial, y melodías intensas y cálidas, de esas que bordean las lágrimas, abundan en el muy prometedor debut de Supercrush. Todas envueltas en unos esquemas sonoros que resuelven a la perfección la imbricación entre el power pop y el shoegaze que vio sus orígenes en la última década del siglo XX y cuyo espíritu, Supercrush, se encargan de mantener vivo. Claro que bien es sabido que los espíritus no mueren cuando existen melodías, armonías y acordes que se encargan de alimentarlos