Por: Skar P.D.
En ocasiones las portadas de los discos hablan, en realidad hay una gran cantidad de portadas que mandan mensajes más o menos explícitos, pero hay otras que hablan. La portada del segundo álbum de The Empty Hearts, con su inconfundible sabor a sixtie, no puede ser más explícita acerca de la música de la que es contenedora.
El segundo álbum se llama así, "The Second Album", descartando ninguna pretensión. Cuando una banda la forman tipos suficientemente curtidos, incluso en el éxito, solo por el placer de ser una banda, descártese cualquier atisbo de pretensión. Y por supuesto no esperes ninguna sorpresa o fuego de artificio porque, para empezar, tampoco se pretende.
La banda formada por iniciativa de Andy Babiuk (The Chesterfield Kings), y que engloba a Clem Burke (Blondie), Wally Palmar (Romantics) y Elliot Easton (Cars), es todo un supergrupo sin ninguna pretensión o más bien solo una, como bien explica Andy Babiuk: "Somos amigos desde hace mucho, muchos años de relación, de coincidir en giras y llego un momento en que pensamos que sería divertido juntarnos y hacer canciones al estilo de la música que nos influenció cuando éramos adolescentes, ya sabes Beatles, Kinks, la British Invasion, o la escena jangle americana con Byrds a la cabeza y el garage punk de los 70. La banda no interferirá con las actividades principales de los miembros así que la premisa es divertirse". Un supergrupo sin pretensiones, vaya oxímoron.
Hace seis años del lanzamiento de su disco homónimo y la banda que debe su nombre a otro ilustre como Steven Van Zandt han encontrado tiempo para escribir esta segunda entrega publicada en Wicked Cool Records, el sello del guitarrista del "Boss" y producida por otro ilustre veterano, Ed Stasium (Ramones, Talking Heads). O sea que es un disco hecho por veteranos, por ilustres veteranos, y con suficiente caudal de experiencias acumuladas como para que la palabra veterano no admita ninguna connotación peyorativa.
Con todos estos condicionantes, portada incluida, que los primeros acordes de Coat-Tyler suenen a Stones, a rock´n´roll en estado puro, a fiesta, entra dentro de lo previsible. "Eres solo otro manipulador", dicen en los coros, por cierto, y esta será otra constante a lo largo del disco, perfectamente armonizados en las voces.
La nostalgia por un tiempo pasado se refleja en "Remember Days Like These", balada de tiempo clásica deudora de The Byrds y con Ringo Starr a la batería a sugerencia de Wally Palmer. "Clem Burke es uno de los mejores baterías que hay ¿por qué me necesitáis? preguntó Ringo a Andy y la respuesta fue clara "porque no toca como tú". Ni más ni menos que un Beatle involucrado, y es que no hay edad para divertirse. De la falta de pretensiones ya hemos hablado, y el "gracias Ringo" audible al final de la canción lo hace evidente.
Que "Well Look At You" suene a soul, sección de vientos mediante, no puede sonar sorprendente habida cuenta de las influencias citadas como referentes, y el power popero estribillo "sé que eres demasiado buena para ser verdad" enriquece el desarrollo de la canción. El blues toma carta de naturaleza, armónica incluida, en "Jonathan Harker's Journal" para contarnos una historia de vampiros sin citarlos siquiera. Andy Babiuk así se lo indicó a Wally Palmer: "hagamos una canción sobre Drácula pero si nombrarlo". Pero, a pesar del aterrador comienzo. no suena ni sombría ni inquietante en absoluto, más bien es el tono burlón el que predomina, y por si acaso la refrescante y rocanrolera "Sometimes Shit Happens For A Reason" y la energética "The Best I Can" nos recuerdan la capacidad de tejer armonías fluorescentes propias del bagaje musical de los componentes de The Empty Hearts que además, como no podía ser de otra manera, son autores al alimón de todas las canciones.
"If I Could Chnge Your Mind" tira de oficio en acordes y armonías que resultan absolutamente reconocibles en los sonidos americanos, de esos que se estilan por Jersey Shore, al igual que los coros de "Come On I Try It", que bien pudiera parecer que están extraídos de un descarte de la Electric Ligh Orchestra. Y bien es sabido que los descartes de determinadas bandas perfectamente pudieran ser las caras A de los singles de otras. El influjo de las melodías de la ELO y por consiguiente la ascendencia beatle no es anecdótico, y es muy visible en la balada "The World as We KnowIt Moves On", y como la participación de un Beatle no es solo testimonial, "The Haunting Of The Tin Soldier" y el corte de cierre "Indigo Dusk Of the Night", sobre todo esta última, bien pudiera ser que tuvieran su inspiración entresacada del álbum blanco de los de Liverpool.
"Death By Insomnia" suena a revisión actualizada de Alice Cooper, hasta en el titulo, y los sonidos punk de la "cuasi" premonitoria "The World´s Gone Insane" parecen hacer un guiño a la actualidad. En realidad surgió de un riff que Easton presentó a la banda y se construyó antes de la pandemia ¡quién lo iba a decir! "Este caos nos está afectando a ti y a mí". El mundo se ha vuelto loco sin duda y así lo repiten en los coros.
“Queríamos hacer un álbum como los que realmente capturaron nuestra imaginación cuando estábamos empezando” dicen para presentar este "The Second Album", y suena exactamente a eso, al menos esa es la intención, y si bien es verdad que quizás adolezca de momentos de suprema inspiración, The Empty Hearts han facturado un disco de texturas clásicas y de música amable y fiable compuesta por un grupo de amigos con la intención de pasárselo bien, porque desde luego no se ha grabado pensando en un éxito masivo, tan solo en ofrecer un puñado de canciones con la suficiente credibilidad como para que sea apreciado. Grabado por un grupo de amigos con un pasado y unas influencias comunes y con el suficiente talento como para saber el terreno que pisan. "Somos la última banda de rock en pie" lo dicho: un supergrupo.