Por: Javier González
Creo que lo primero que comenté a los chicos de Varry Brava el día que les conocí en una cafetería de Madrid hace ya unos pocos años fue: “Sois unos horteras de cojones, pero moláis”. Me miraron y se rieron con sinceridad, antes de dar comienzo a una charla en la que mostraron que lo suyo, más allá del hedonismo y una pose excesiva, iba muy en serio. Valga esta anécdota personal para demostrar algo: Los Varry lo han tenido clarinete desde primera hora.
Siempre confiaron en un pop cargado de reminiscencias ochenteras y bailongas, abrazando sin dudas un credo festivo que les ha llevado hasta un éxito que personalmente creo ya han conseguido.
Pues bien, me temo que “Hortera” no es sino una nueva vuelta de tuerca a todo su imaginario, con la particularidad de que ahora se les percibe desde el título con las mismas ganas de beberse las noches una vez más, pero sobre todo decididos a no tomarse demasiado en serio ni a ellos mismos, nunca lo han hecho, ni a las posibles críticas negativas, las cuales sorprendentemente aparecieron de manera excesiva con alguno de los singles de adelanto. Y es que bastantes duros están siendo los tiempos como para encima perder una sonrisa que los murcianos siempre han llevado estampada en la cara y que seguro seguirán llevando debajo de las mascarillas.
En “Hortera” hay juego, amagos y riesgo, como decimos la canción titular y “Loco”, sobre todo esta última, han hecho que más de uno se haya rasgado las vestiduras en redes sociales, pero también los elementos habituales que con matices pequeños siguen siendo altamente disfrutables para todos aquellos “Horteras” que un día brindamos atención al trío.
En el haber del álbum debemos situar trallazos como “Luces de Neón”; con todo el espíritu que siempre pedimos a los Varry, perfecta para cualquier madrugada loca, “Molar”, con ese ataque a la moral bienpensante, “Mi Mejor Momento”, con esos teclados tan reconocibles y esos aromas tan deudores del techno pop de bandas como Glamour, los aromas dub de “Ciervos”, retomando la fiebre ochentera en “Ritos Exóticos”, con alusión al “Yo quiero Verte Danzar” incluida, y “PlisDonGou”, donde el turno es para Double You, además de Sonia y Selena, dos referentes claros para los Varry Brava, y el habitual cierre calmado que supone “Kit Kat”.
Entre surcos de disfrute y noches de playa, retumban las notas del nuevo trabajo de Varry Brava, donde abrazan su condición “Hortera”, algo que siempre han hecho y de lo que nunca han renegado. Canciones divertidas y festivas, en las que sin embargo quien rebusque encontrará un ataque a la rectitud, a las normas impuestas y a cierta corrección impostada, dibujando por momentos el que quizás sea su álbum más romántico.
Con sus premisas de siempre, pero regalando pequeños arranques y experimentación novedosas, quién sabe si con un punto de sorna o convencidos de ellas al cien por cien, los Varry Brava siguen presentando su eterna candidatura para convertirse en el mainstream bien entendido dentro del ámbito pop que todo país de bien merece. Tarde o temprano acabarán por conseguirlo, insisto, si no lo han conseguido ya. Entre tú y yo, "Acho qué buenos siguen siendo estos bandarras".