Por: Txema Mañeru
Desde luego que estamos ante un “Gran Vicio” del trompetista israelí, Avishai Cohen. Sin duda alguna, uno de los mejores y más avanzados trompetistas en lo que llevamos de milenio. Hace ya cuatro años se estrenó como líder absoluto en solitario con un magistral “Into The Silence”, que se ha convertido ya en un disco clásico del gran sello alemán ECM Records, que sigue siendo el mejor sello de jazz europeo de todos los tiempos, pero como su nombre indica, y reza su actual publicidad, son ya algo más de 50 años editando “Música Contemporánea”. Y lo están celebrando como mejor saben. Por ejemplo presentándonos otras maravillas de Cohen, ahora en proyecto grupal, de nuevo, como en este “Big Vicious”. , pero también en dos fantásticos discos en los que participa de manera primordial el gran bajista Steve Swallow. Protagonista total en “Swallow Tales” junto a John Scofield y Bill Stewart, y con destacada presencia en lo último de Carla Bley, “Life Goes On”, con Andy Sheppard. Además otros destacados álbumes publicados por el sello son el “Arctic Riff” del Marcin Wasilewski Trio junto a Joe Lovano, o el “Angular Blues” de Wolfgang Muthspiel, Scott Colley y Brian Blade.
Sumado a todo eso, y como puedes comprobar en www.ecmrecords.com, se han reeditado a menos de 10 euros 50 de sus discos más históricos y emblemáticos entre sus ya más de 1600 referencias. Arrancando por ese legendario “Return To Forever” de Chick Corea y siguiendo por el mejor disco de piano jazz de la historia, “The Köln Concert”, de Keith Jarrett. Una lista de artistas a las que e suman los nombres de Pat Metheny, Egberto Gismonti, Jan Garbarek, Arvo Part, Charlie Haden, Paul Motian, Brad Mehldau u otros más cercanos en el tiempo con trabajos ya clásicos como Vijay Iver, Gary Peacock, John Abercrombie, Anouar Brahem o el precioso “Small Town” del hábil y sensible guitarrista Bill Frisell.
Pero volviendo al destacado “Big Vicious”, que es el nuevo disco y también proyecto junto a Uzi Ramirez (guitarra), Yonatan Albalak (guitarra y bajo), Aviv Cohen (batería) y Ziv Ravitz (batería y samplings); Avishai añade múltiples efectos al característico sonido de su trompeta y también algún sintetizador. Avishai ha tocado en la Mingus Big Band y en Mingus Dinasty. Ha acompañado como músico al pianista Kenny Werner o al saxofonista Mark Turner. Como músico de sesión tiene participaciones tan variadas como las de Red Hot Chili Peppers o Keren Ann. Estamos, por tanto, ante un músico muy completo, pero también ante una formación y a unos instrumentos muy distintos a los del mágico “Into The Silence”. Eso sí, los resultados son igual o más satisfactorios y firman grupalmente varios temas (con humildad y justicia). De hecho ya llevan unos cuantos conciertos realmente satisfactorios que han pasado también por nuestro país. Además su sonido va mucho más allá del jazz, ya que tiene cabida la música ambient, el trip-hop, la improvisación y los ramalazos rock y pop. Incluso hasta nos sorprenden con una feliz adaptación de Beethoven, un "Moonlight Sonata" que es una gozada melódica con guiños al "Gracias a la Vida" y al "Adagio" de Albinoni. Igualmente nos cautiva con la fascinante "Teardrop" de Massive Attack y llevándola un paso más allá. Aquí destacan esos citados efectos, los samplings y su sintetizador. Para derramar alguna lágrima más con el citado clásico.
Antes arrancan con la joya grupal ‘"Honey Fountain", un intimista y envolvente inicio. Sí, queda claro que le gustan proyectos como Massive Attack o Portishead. En solitario firma un destacado "Hidden Chamber" con emocionantes voces grabadas en el final tras una trompeta con claros ecos a Miles Davis. El mismo Cohen firma la rockera "King Kutner" con guitarras destacadas que me recuerdan al "All Along The Watchtower" en las manos de Hendrix. Guitarras que en "The Things You Tell Me" tienen un toque a las del "Here Comes The Sun" de George Harrison. Ya hacia el gran final la banda firma una melodía preciosa con destacado bajo de Albalak en "The Cow & The Calf" y rematan con una tierna y mágica "Intent", de Cohen en solitario, para embelesar. ¡Consagración total de un grande del nuevo milenio que ya era una realidad total!