Por: Jon Bilbao
Siempre he visto a Willie Nelson como un ser que se encuentra en paz con la vida, que tira con lo que hay y que trata de extraer lo bueno cuando aún se puede. Alguien que corta la leña de cara al invierno y que riega su jardín cuando toca regarlo. Hay una frase que canta Nelson en su nuevo álbum que creo que define con acierto su propia situación actual: “Tengo un millón de amigos, no me siento viejo en absoluto, no tengo nada que perder, ni siquiera la tristeza, solo estoy tonteando”.
Este extracto pertenece al country swing “Just Bummin Around”, un original de Pete Graves y uno de los dos temas rítmicos de “First Rose Of Spring”, el nuevo lanzamiento del tejano junto a su inseparable productor y co-escritor Buddy Cannon. La otra muestra está en la cabalgadora “I´m The Only Hell My Mama Ever Raised”, grabada por primera vez por el peligroso Johnny Paycheck y registrada para esta ocasión con gran ímpetu y credibilidad.
Aunque lo que realmente predomina en el álbum número setenta de Willie son las baladas. La armónica de Mickey Raphael (que lleva en el grupo de Willie unos cuarenta y cinco años) crea una inevitable sensación de familiaridad y logra que disfrutemos a la vez de nuevas sensaciones. Es como escuchar distintas canciones en el mismo salón. La gran variedad de músicos que participan, sumados al conocimiento que en los últimos tiempos ha adquirido el prodcutor Buddy Cannon en cuanto a la particular sonoridad de la voz y la “Trigger” de Nelson, posibilitan que los ropajes de estas canciones queden bien de talla e incluso sumen elegancia.
Este es un trabajo rebosante de emoción, ya que a lo largo de las once canciones se realiza un viaje en el que se observa el amor correspondido, el amor perdido, y sobre todo, la perspectiva ya cercana de lo ineludible: la muerte. En sus últimos discos Nelson ya se había centrado en el tema de la mortalidad, pero es en este último en el que la práctica totalidad de las letras giran en torno a tan fascinante e irremediable asunto.
Dos son composiciones del tándem Nelson-Canon, la preciosa y evocadora “Blue Star” y la irónica aunque realista “Love Just Laughed”, y el resto está formado por versiones bien escogidas que encajan casi siempre en la temática vital del álbum. Con su herida steel guitar, “I´ll Break Out Again Tonight” suena de lo más country, mientras que la propia “First Rose Of Spring” viene acompañada por una armónica que acuna. “Don´t Let The Old Man In” , que trata el tema de no comportarse como se supone que debe comportarse un anciano, sino como uno se siente, suena del todo acertada y se trata de una canción que escribió y grabó el popular Toby Keith para la película de Clint Eastwood, "The Mule" (2018).
Hay dos baladas que destacan sobre el conjunto, "Stealing Home" y "Our Song". La primera es una sentida interpretación de una composición a seis manos (Marla Cannon-Goodman, Casey Beathard y Don Sampson) y la segunda, con su alternancia de acordes mayores y menores y su remarcado mensaje amoroso suena en voz de Nelson a puro clasicismo; la escribió el eficiente Chris Stapleton expresamente para él, una de sus mayores influencias musicales. "We Are The Cowboys", compuesta en su momento por el gran Billy Joe Shaver, quizá desentone líricamente junto al resto de canciones, pero musicalmente encaja a la perfección. Cierra el álbum la nostálgica "Yesterday When I Was Young", una adaptación de "Hier Encore", original de Charles Aznavour y popularizada en Estados Unidos por el músico de country Roy Clark. La mirada hacia atrás que supone esta canción queda perfectamente acompañada por unas cuerdas que tienen una sutil aunque imponente presencia.
"First Rose Of Spring" es un trabajo destacado dentro de los ya notables últimos álbumes del tejano octogenario, y eso, en una carrera de más de seis décadas es una auténtica anomalía y nos ofrece además la posibilidad de creer en lo imposible. ¡Ah! la magia del arte. Y de la vida.