"Antes, en la calle aprendías y en las barras de los bares te doctorabas"
Por: Kepa Arbizu
Andalucías hay muchas, y a la vez todas ellas comparten un mismo latido. Igualmente, las bandas brotadas de su territorio, antes y ahora, se han dedicado a ofrecer un caleidoscópico reflejo de su tierra. En ella, existe, por supuesto, un subsuelo en el que habitan seres marcados por el rock and roll, las guitarras y una irredenta actitud. A esa población, sin duda, pertenece la banda Zoo!, que tras un par de EPs previos y recorrer ampliamente los escenarios, presentan por un fin un disco largo, de atractivo y rotundo nombre: "Fobia".
Pero que nadie utilice ni dicho título ni su ascendencia rockera para levantar prejuicios , porque si bien es cierto que en su identidad está marcados a fuego todos esos sonidos "callejeros" y rotundos de formaciones como Enemigos, Barricada y Rosendo, lo suyo, siempre cimentado sobre ese hormigón robusto, va más allá, pudiendo observar entre sus temas cómo se cuelan ecos del blues, el funk e incluso el colorista pop.
Hablamos con su batería, y uno de los miembros fundacionales, Alfonso Camacho, sobre un trabajo que pone encima de la mesa el espíritu clásico del rock and roll, el ruido a botellines y las largas, y calurosas, noches de garito en garito...
¿Ha significado para la banda un gran paso editar por fin un disco largo? ¿Entendéis lo anterior como el entrenamiento necesario para llegar hasta aquí?
Alfonso Camacho: Tal y como comenzó Zoo!, esto ha ido siendo un proceso evolutivo total. Desde juntarnos por las tardes a tocar un rato Josemari y yo, en mi garaje, con un montón de temas en bruto, música y letras, hasta llegar a este primer disco, pasando por dos EPs anteriores y encontrar un bajista estable y que aporta tanto como Rubén, todo ha sido una cuestión de tiempo y sudor. Ahora estamos donde queremos estar.
Creo que la entrada de Rubén al bajo os ha añadido colorido a vuestro sonido, ¿cómo valoráis desde dentro dicha aportación?
Alfonso Camacho: Nosotros dos, tanto Josemari como yo, habíamos trabajado con varios bajistas locales que no nos llegaban a gustar. Conocíamos a Rubén de su proyecto Chico Melodrama, y cuando contactamos para comenzar a tocar con nosotros fue un flechazo mutuo, una bocanada de aire fresco.
Llevamos ya un año juntos, tenemos este LP grabado y un montón de conciertos celebrados antes del COVID, y estamos esperando que pase todo esto para seguir haciendo bolos, además de seguir componiendo.
Musicalmente no hay cambios en este disco, con esa base de contundente rock urbano, pero sí que parece que hayáis ido a un terreno más orgánico, más crudo…
Alfonso Camacho: Con este disco hemos buscado plasmar lo que es Zoo! en un escenario. Utilizando el mismo estudio y el mismo ingeniero que en los dos anteriores trabajos, pero con una diferencia clara entre ellos: las bases fueron grabadas completamente en directo. Como si de un ensayo se tratase. Por supuesto que después se doblaron guitarras, voces, percusiones y arreglos, pero no queríamos ocultar el punch del directo en este trabajo.
Y esa "fobia" del título... ¿es el disco una recolección de todas las fobias que os produce lo que os rodea?
Alfonso Camacho: No, ¡qué va!. Cada uno tiene las suyas propias, y si algún día las recopilásemos eso seria un “bestiario” y harían falta unas cuantas enciclopedias de las gordas (Risas). Realmente el titulo surgió después de ver el trabajo artístico que nos hizo Javier “pistoles” Plata para el libreto y la portada, que nos enganchó desde los bocetos.
Hablando de influencias, y dejando de lado las más rockeras, creo que en vuestro sonido se intuye un palpitar de música negra...
Alfonso Camacho: No podemos renegar de las influencias que cada uno ha tenido en su vida, es más, no las negamos y no nos importa que se nos marquen en nuestras canciones. Después, evidentemente, todo pasa por el tamiz de Zoo! para hacerlas nuestras.
Y respecto a ese rock crudo que os define, ¿además de su sonido también compartís esa actitud común: callejera, canalla, de barrio..?
Alfonso Camacho: Cuando has crecido escuchando a los Enemigos o Rosendo, o incluso a Ilegales, eso te marca para siempre. Pero ojo porque también hemos hecho lo propio con Lone Star, Los Salvajes, etc. Esto es rock and roll, es lo que al final nos une.
¿Tenéis la sensación de que el rock and roll se ha ido alejando de la juventud y de la gente de la calle?
Alfonso Camacho: Pero es algo normal... La juventud oye otras cosas. No esperes que le den la razón a sus padres, el día que pase eso se acabó, ya no seremos “chavarines guapetones”.
Llama mucho la atención el lado pop, que os queda genial, dicho de paso, que metéis en algún tema como “Nadie alrededor”, ¿no sois tan duros como aparentáis y también os gustan los coros y las melodías? (Risas)
Alfonso Camacho: Por supuesto. No renegamos de nada en Zoo!, todo tiene cabida siempre que estemos los tres de acuerdo y nos guste. No somos tan selectivos y clasistas. El pop bien hecho también tiene su puntito y nos ha gustado siempre una buena melodía, unos buenos arreglos o unos buenos coros.
Estamos hablando de un disco compuesto por catorce temas propios, cada uno con una historia y una composición distinta, y es que al fin y al cabo eso es Zoo!
Igualmente hay algunos dejes en la forma de cantar, pienso en canciones como “El tablero” o “Buscando el mar”, que me hacen pensar en el flamenco, ¿hay algo de ello en vuestra personalidad musical?
Alfonso Camacho: ¿Aquí en Andalucía hay algún músico que no le guste o que te puede decir que no le ha influido el flamenco? Me parecería muy difícil encontrar alguno, y eso no se puede esconder ni ocultar. Está y punto.
No nos catalogamos ni mucho menos como rock andaluz, no nos vemos en ese lado de la trinchera, pero si como rock hecho en Andalucía.
Una canción como “Buitres” es por un lado lo suficientemente explicita pero también resulta simbólica, ¿hay aludidos concretos tras ella o pretende ser genérica?
Alfonso Camacho: Por supuesto que los hay, y por supuesto que no te voy a decir quiénes son (risas), pero creo que todos tenemos nuestros propios “buitres”. O por lo menos nos los creamos.
En “Club social” cantáis: “no me han vuelto a llamar, me echaron de su club social, no debí de discrepar en la mesa recién puesta ”. ¿Salirse del rebaño también se paga en el mundo de la música?
Alfonso Camacho: Bueno, si salirse del rebaño es no ser indies, ser calvos, viejos y hacer rock and roll en español pues sí, nos hemos salido. Pero es que realmente es lo que nos gustó ya con quince años y es lo que nos gusta hacer ahora mismo. Además ni tenemos compañía, ni manager ni nada de nada. Hacemos lo que nos gusta y los discos los pagamos nosotros, así que pocas explicaciones tenemos que dar a nadie.
Cerráis el disco con “Nos une el rocanrol” , una canción que parece una declaración de intenciones también en cuanto a señalar como alimento de vuestras canciones lo que sucede en la vida cotidiana de la calle...
Alfonso Camacho: Por supuesto, la calle es la que nos ha marcado a toda nuestra generación. Si querías jugar salías a ellaa, porque allí es donde estaban tus colegas, tus amigos. Todo era de verdad. Allí es donde aprendías, y en las barras de los bares donde te doctorabas. Todo era distinto, ni mejor ni peor que ahora, solo diferente.
Si ya el rock and roll estaba en una situación precaria, ahora, con toda la situación que hemos vivido, todavía mucho más, ¿cómo se plantea el futuro una banda como la vuestra?
Alfonso Camacho: Vuelvo a insistir un poco en lo de antes, Zoo! somos tres amigos que se meten en un garaje después de currar y que se beben unas cervezas tocando para ellos mismos.De esa manera hemos conseguido tener tres discos en la calle, producidos económicamente y musicalmente por nosotros mismos, y haciendo bolos cuando nos llaman. Y eso no nos lo podrán quitar. ¡Y estoy seguro de que vendrán tiempos mejores!