Por: Javier González
Huracán Rose es una banda de rock urgente y acelerado capaz de transformar un conjunto de canciones en toda una bofetada sonora. Y es que los vizcaínos han firmado un primer larga duración que bajo el título de “Rara Avis” condensa distintas visiones del rock and roll hasta convertirlas en una sucesión de trallazos escritos a puro fuego, que además nos llegan de la mano de un sello de reciente creación, La Familia Revolución, cuya defensa y difusión de la música underground se está convirtiendo en un interesante ejercicio de romanticismo repleto de mimo.
Atraídos por una propuesta con sabor a vieja escuela y a rock con gancho, contactamos mediante llamada telefónica con Huracán Rose, quienes desde su local de ensayo, minutos antes de romper a sudar, nos cuentan más de cerca porqué motivo son unos “Rara Avis” que bien merecen unas cuantas escuchas.
Vamos a comenzar de la forma habitual en que andamos comenzando las entrevistas estas semanas. ¿Qué tal lleváis toda esta basura de la crisis del coronavirus?
Iker: Bueno con resignación, sobre todo por el hecho de no poder tocar. Algo que para grupos como nosotros es el fin en si mismo. Ahora ya con más ganas porque al menos podemos ensayar y van saliendo cositas. Vemos el final del túnel. Hace unas semanas dimos un concierto para una asociación que hay en Vizcaya, se grabó en video y audio por lo que al menos tenemos un aliciente.
A vosotros os ha debido fastidiar bastante, hace meses vio la luz vuestro primer larga duración “Rara Avis”. ¿Cómo os ha afectado todo esto?
Iker: Buah, nos ha partido por completo. Nos ha pillado con el disco estrenado en Octubre, aunque sí que nos dio tiempo a hacer cinco o seis conciertos, pero había pendiente una decena más de fechas. Los bares y salas donde íbamos a tocar están por la labor de aplazar afortunadamente, pero veremos hasta cuándo tenemos que estar así. Es un año perdido prácticamente. En estos días seguimos haciendo trabajo sucio, preparando canciones pero a veces tenemos la sensación de que el disco se va a quedar un poco olvidado. Esperemos que se vuelva a la normalidad y se puedan hacer los conciertos reubicando fechas.
El disco está editado bajo el paraguas de La Familia Revolución, una discográfica joven que nos consta está tratando de hacer las cosas de forma cuidadosa y bien. ¿De qué manera surgió la posibilidad de grabar con ellos?
Iker: Fue un poco casualidad. En una de las batidas que hacemos para encontrar gente interesada en nuestro trabajo surgió la posibilidad de contactar con Luis de La Familia Revolución, a quien por cierto también le ha pillado todo el tema arrancando. Nosotros teníamos el disco editado, pero le intereso y vimos que tenían ganas y actitud. Al comprobar sus ganas no nos importó llegar a un acuerdo. Le dijimos que si lo quería menear no había problema, así que estamos encantados porque tenemos buen rollo con ellos. La cosa parece que se mueve a pesar de estar la cosa como está, así que nosotros encantados de la vida de tratar con ellos.
¿Sentís que abrís una nueva etapa después de “Canciones Bélicas para Días de Paz”?
Iker: La verdad que sí nos da la sensación de haber centrado algo más el estilo, algo que fue producto del proceso de grabación que se hizo aquí en Bilbao con Martín Guevara de Capsula. Él nos enfocó a través de unas pautas acotando el estilo porque en “Canciones Bélicas” se ve que hay mucha influencia del rock que se hacía en los ochenta y noventa aquí. Mucha gente nos lo ha dicho. Hemos quitado algo de paja y nos quedamos con lo que suena en “Rara Avis”. Luego el hecho de haber contactado con La Familia Revolución está genial para comprobar que lo que hacemos genera interés. Creemos que vamos mejorando ciertas cosas, mientras todo sea así, de puta madre.
Habéis citado a Martin de Capsula en las labores de producción, algo que es todo un lujazo. ¿Cómo surgió la oportunidad de contar con él?
Iker: Cuando nos planteamos grabar “Rara Avis” anduvimos mirando sitios y entre los que teníamos apareció Martín, aparte de que lo tenemos en Bilbao que es muy cómodo. Vimos que no era nuestro estilo musical al cien por cien, pero sí que había grabado bandas de nuestro rollo, así que entendimos que sacaría un buen resultado por ser afín a lo que hacemos. Le mandamos un par de mails para consultar su interés, porque no graba a todo el mundo, le mandamos el disco anterior y un ensayo grabado con lo que hacíamos actualmente. Nos contestó que estaba interesado. Nos vio en un par de ensayos y todo se dio, la experiencia ha sido genial.
Tenemos mucho que rascar en “Rara Avis”, lo primero deciros que os habéis debido quedar a gusto, el disco no da tregua, es una pura descarga de adrenalina…
Iker: Sí, la verdad es que las cosas han ido evolucionando por ahí. Creemos que ha quedado chulo y contundente, pero que no se hace pesado, lo vuelves a escuchar una vez tras otra y no cansa.
Jon: El orden de las canciones estuvo pensado y debatido, la verdad que fue todo un acierto. Pasa en un suspiro. Se hace cíclico y rápido. Es un cañón. El orden está muy bien elegido.
Rock and roll, rockabilly, surf-rock, punk y hasta ciertas dosis de afterpunk en cortes como “La Caja de los Truenos” … ¿Es una buena forma de definir vuestro sonido?
Iker: Yo creo que sí. Va un poco por ahí la cosa. A nosotros nos cuesta ponernos etiquetas, pero cuando nos encajan lo suelen hacer por ahí, citando el sonido de grupos suecos y de la escena de Detroit. Nosotros al final vamos a decir que tocamos lo que nos gusta. Hay cosas más surferas y otros más hard-rock, inclusive.
¿De qué y de quién sois hijos Huracán Rose?
Iker: Al final te puedes encontrar de todo. Estamos mezclados porque escuchamos desde death metal hasta rockabilly, lo que sale es Huracán Rose. De ahí el título del disco, “Rara Avis”, porque éramos los raros del rock en esta zona, donde se ve un repunte del punk-rock y del rock and roll en los últimos años.
De Bilbao me flipan varios proyectos, pero me encantaban Los Carniceros del Norte.
Iker: El grupo de Txarly Usher, que ahora anda con Los Ejemplares.
Musicalmente lo vuestro es la música caliente y beligerante, pero sin panfleto bajo el brazo.
Iker: A lo mejor los mensajes de meterse con la policía y el presidente están muy vistos. Contamos las cosas con caña, pero de otra manera.
Alme: Las letras son más trabajadas, tienen dobles sentidos y metáforas para contar historias variadas.
Quizás os riais pero a mí el disco me ha ganado desde el inicio porque me ha traído a la memoria a Los Enemigos y a Ilegales, “Fuegos Artificiales” es puro “John Wayne” y “Vértigo” se acerca “Soy un Macarra”.
Iker: Nos honran ese tipo de comparaciones porque son gente que son más que nosotros, profesionales de los que aprender. El otro día vi una foto del disco que habían subido a redes y la había colocado con una navaja al lado. Me acuerdo de un comentario durante el proceso de grabación en que decíamos: “Este disco está quedando un poco navajero”.
Jon: Quizás sí puede tener ese toque macarra y callejero cercano a Ilegales.
Alme: También la temática de las letras es callejera, tiene influencias de Burning, Los Enemigos e Ilegales, esas grandes bandas de rock and roll.
En “Amor con Pistolas” recordáis al mítico Johnny Thunders…
Alme: Sí, bueno, es un pequeño homenaje. Hay otro guiño a Ídolos del Extrarradio en una frase que habla del título de su disco. La canción como tal habla de un amor truncado, usa esos detalles para ir enlazando la historia de alguna manera. Queríamos hacer una canción con otro toque.
“Carmín y Mil Cuchillos” es una canción con un componente social, que habla de generación perdida y que cita el “Nací para perder”.
Alme: Sí, eso es. “Carmín y Mil Cuchillos” habla de la generación perdida, de la heroína, con lo que golpeó aquí en el País Vasco, también en Madrid, pero en la margen izquierda nos ha golpeado de cerca.
Vosotros sois parte del rock underground más visceral. ¿Tenéis la esperanza de emerger y logra relativa repercusión?
Alme: Ahí estamos nosotros.
Iker: La esperanza nunca se pierde, si algún día surge la oportunidad, lo intentaríamos claro. Eso seguro. Llevamos años tocando en grupos y al final con Huracán Rose vemos una oportunidad. Es un tipo de banda en la que nunca he estado. Creo que tiene posibilidad de salir y decir algo. El ratillo que le echas de esfuerzo conlleva mucho detrás, hay que hablar con mucha gente para tocar. Hay un trabajo sucio que la gente no conoce pero que hay que hacer. Y nosotros más porque no somos conocimos, tú te lo guisas y te lo comes. Es un trabajo añadido a tus ocho horas de trabajo. Nosotros lo que buscamos es hacer algo que no hayamos hecho, superarnos. Buscamos tener una satisfacción personal no siempre económica.
Alme: Se trata de subir al siguiente escalón. Quieres que la próxima letra y canción sea mejor que la anterior.
Iker: Nos lo tomamos como un hobby serio. En el que hay que invertir tiempo y pasta. Si quieres grabar, hay que rascar para autoeditarlo. Es el hobby de cada uno de nosotros. Otros van a Baqueira a esquiar.
Venís de la zona de Bilbao, un lugar con una tradición y un peso rockero innegable en el estado.
Iker: Hoy en día hay conciertos de gran formato que hay que llenar y se busca centralizar en lugares donde haya audiencia. En Bilbao ocurre durante todo el año. A veces vas a sitios a tocar en Noviembre y no se dan llenos.
¿Creéis que esa escena que tiene tan buena salud puede ayudar a que se os conozca más?
Alme: Igual ayuda.
Jon: Es más fácil sacar un nombre desde Bilbao que desde Aranda de Duero, más que nada porque hay más gente del mundillo que te puede conocer.
Alme: Hay más gente, pero a la vez más bandas luchando por hacerse un hueco. Tiene una parte buena y mala. Quizás una banda que sale de una provincia más pequeña, sin tanta competencia, puede tenerlo más fácil.
Iker: Es un arma de doble filo. Aunque hay un dicho que dice que es difícil ser profeta en tu tierra, aunque si vas a Madrid y vienes de tener tirón en Bilbao, puede ayudarte a hacer más ruido.
¿Qué habéis hecho durante las últimas semanas y qué planteáis para las siguientes?
Iker: En principio hemos hecho un concierto a puerta cerrada.
Alda: El Merkatu es un centro autogestionado de Portugalete, siempre han estado por la cultura en general. Es un espacio que se ha lanzado a grabar conciertos a puerta cerrada. Hace unas semanas grabaron a De Hiedra, una banda de folk de la margen izquierda, a nosotros y en unas semanas llegará el turno de Rabino Arana, otros locales de Portugalete.
Iker: Te ha metido la cuña publicitaria (Risas). En principio seguiremos haciendo canciones nuevas hasta que se pueda tocar en directo con regularidad. Seguimos preparando la vuelta del “Rara Avis”, reubicando las fechas perdidas y con La Familia Revolución se ha cerrado una fecha en Barcelona para Octubre. Tenemos idea de grabar un vinilo con cuatro canciones, a ver si lo podemos sacar antes de ir a Barcelona. Como tenemos esos planes, estamos motivados. A ver si hay suerte y nos vemos pronto por los madriles.
Iker: El último concierto que hicimos antes del confinamiento fue en La Mala de Madrid.
Por cierto, seréis del Athletic, ¿no? Por aquí somos del hermano pequeño… que gana más títulos que el mayor.
Iker: Mejor ser del Atlético de Madrid que del Real Madrid. (Risas)
Aquí no le llamamos así, aquí se le conoce como el Trampas.
Iker: Risas.
El disco está editado bajo el paraguas de La Familia Revolución, una discográfica joven que nos consta está tratando de hacer las cosas de forma cuidadosa y bien. ¿De qué manera surgió la posibilidad de grabar con ellos?
Iker: Fue un poco casualidad. En una de las batidas que hacemos para encontrar gente interesada en nuestro trabajo surgió la posibilidad de contactar con Luis de La Familia Revolución, a quien por cierto también le ha pillado todo el tema arrancando. Nosotros teníamos el disco editado, pero le intereso y vimos que tenían ganas y actitud. Al comprobar sus ganas no nos importó llegar a un acuerdo. Le dijimos que si lo quería menear no había problema, así que estamos encantados porque tenemos buen rollo con ellos. La cosa parece que se mueve a pesar de estar la cosa como está, así que nosotros encantados de la vida de tratar con ellos.
¿Sentís que abrís una nueva etapa después de “Canciones Bélicas para Días de Paz”?
Iker: La verdad que sí nos da la sensación de haber centrado algo más el estilo, algo que fue producto del proceso de grabación que se hizo aquí en Bilbao con Martín Guevara de Capsula. Él nos enfocó a través de unas pautas acotando el estilo porque en “Canciones Bélicas” se ve que hay mucha influencia del rock que se hacía en los ochenta y noventa aquí. Mucha gente nos lo ha dicho. Hemos quitado algo de paja y nos quedamos con lo que suena en “Rara Avis”. Luego el hecho de haber contactado con La Familia Revolución está genial para comprobar que lo que hacemos genera interés. Creemos que vamos mejorando ciertas cosas, mientras todo sea así, de puta madre.
Habéis citado a Martin de Capsula en las labores de producción, algo que es todo un lujazo. ¿Cómo surgió la oportunidad de contar con él?
Iker: Cuando nos planteamos grabar “Rara Avis” anduvimos mirando sitios y entre los que teníamos apareció Martín, aparte de que lo tenemos en Bilbao que es muy cómodo. Vimos que no era nuestro estilo musical al cien por cien, pero sí que había grabado bandas de nuestro rollo, así que entendimos que sacaría un buen resultado por ser afín a lo que hacemos. Le mandamos un par de mails para consultar su interés, porque no graba a todo el mundo, le mandamos el disco anterior y un ensayo grabado con lo que hacíamos actualmente. Nos contestó que estaba interesado. Nos vio en un par de ensayos y todo se dio, la experiencia ha sido genial.
Tenemos mucho que rascar en “Rara Avis”, lo primero deciros que os habéis debido quedar a gusto, el disco no da tregua, es una pura descarga de adrenalina…
Iker: Sí, la verdad es que las cosas han ido evolucionando por ahí. Creemos que ha quedado chulo y contundente, pero que no se hace pesado, lo vuelves a escuchar una vez tras otra y no cansa.
Jon: El orden de las canciones estuvo pensado y debatido, la verdad que fue todo un acierto. Pasa en un suspiro. Se hace cíclico y rápido. Es un cañón. El orden está muy bien elegido.
Rock and roll, rockabilly, surf-rock, punk y hasta ciertas dosis de afterpunk en cortes como “La Caja de los Truenos” … ¿Es una buena forma de definir vuestro sonido?
Iker: Yo creo que sí. Va un poco por ahí la cosa. A nosotros nos cuesta ponernos etiquetas, pero cuando nos encajan lo suelen hacer por ahí, citando el sonido de grupos suecos y de la escena de Detroit. Nosotros al final vamos a decir que tocamos lo que nos gusta. Hay cosas más surferas y otros más hard-rock, inclusive.
¿De qué y de quién sois hijos Huracán Rose?
Iker: Al final te puedes encontrar de todo. Estamos mezclados porque escuchamos desde death metal hasta rockabilly, lo que sale es Huracán Rose. De ahí el título del disco, “Rara Avis”, porque éramos los raros del rock en esta zona, donde se ve un repunte del punk-rock y del rock and roll en los últimos años.
De Bilbao me flipan varios proyectos, pero me encantaban Los Carniceros del Norte.
Iker: El grupo de Txarly Usher, que ahora anda con Los Ejemplares.
Musicalmente lo vuestro es la música caliente y beligerante, pero sin panfleto bajo el brazo.
Iker: A lo mejor los mensajes de meterse con la policía y el presidente están muy vistos. Contamos las cosas con caña, pero de otra manera.
Alme: Las letras son más trabajadas, tienen dobles sentidos y metáforas para contar historias variadas.
Quizás os riais pero a mí el disco me ha ganado desde el inicio porque me ha traído a la memoria a Los Enemigos y a Ilegales, “Fuegos Artificiales” es puro “John Wayne” y “Vértigo” se acerca “Soy un Macarra”.
Iker: Nos honran ese tipo de comparaciones porque son gente que son más que nosotros, profesionales de los que aprender. El otro día vi una foto del disco que habían subido a redes y la había colocado con una navaja al lado. Me acuerdo de un comentario durante el proceso de grabación en que decíamos: “Este disco está quedando un poco navajero”.
Jon: Quizás sí puede tener ese toque macarra y callejero cercano a Ilegales.
Alme: También la temática de las letras es callejera, tiene influencias de Burning, Los Enemigos e Ilegales, esas grandes bandas de rock and roll.
En “Amor con Pistolas” recordáis al mítico Johnny Thunders…
Alme: Sí, bueno, es un pequeño homenaje. Hay otro guiño a Ídolos del Extrarradio en una frase que habla del título de su disco. La canción como tal habla de un amor truncado, usa esos detalles para ir enlazando la historia de alguna manera. Queríamos hacer una canción con otro toque.
“Carmín y Mil Cuchillos” es una canción con un componente social, que habla de generación perdida y que cita el “Nací para perder”.
Alme: Sí, eso es. “Carmín y Mil Cuchillos” habla de la generación perdida, de la heroína, con lo que golpeó aquí en el País Vasco, también en Madrid, pero en la margen izquierda nos ha golpeado de cerca.
Vosotros sois parte del rock underground más visceral. ¿Tenéis la esperanza de emerger y logra relativa repercusión?
Alme: Ahí estamos nosotros.
Iker: La esperanza nunca se pierde, si algún día surge la oportunidad, lo intentaríamos claro. Eso seguro. Llevamos años tocando en grupos y al final con Huracán Rose vemos una oportunidad. Es un tipo de banda en la que nunca he estado. Creo que tiene posibilidad de salir y decir algo. El ratillo que le echas de esfuerzo conlleva mucho detrás, hay que hablar con mucha gente para tocar. Hay un trabajo sucio que la gente no conoce pero que hay que hacer. Y nosotros más porque no somos conocimos, tú te lo guisas y te lo comes. Es un trabajo añadido a tus ocho horas de trabajo. Nosotros lo que buscamos es hacer algo que no hayamos hecho, superarnos. Buscamos tener una satisfacción personal no siempre económica.
Alme: Se trata de subir al siguiente escalón. Quieres que la próxima letra y canción sea mejor que la anterior.
Iker: Nos lo tomamos como un hobby serio. En el que hay que invertir tiempo y pasta. Si quieres grabar, hay que rascar para autoeditarlo. Es el hobby de cada uno de nosotros. Otros van a Baqueira a esquiar.
Venís de la zona de Bilbao, un lugar con una tradición y un peso rockero innegable en el estado.
Iker: Hoy en día hay conciertos de gran formato que hay que llenar y se busca centralizar en lugares donde haya audiencia. En Bilbao ocurre durante todo el año. A veces vas a sitios a tocar en Noviembre y no se dan llenos.
¿Creéis que esa escena que tiene tan buena salud puede ayudar a que se os conozca más?
Alme: Igual ayuda.
Jon: Es más fácil sacar un nombre desde Bilbao que desde Aranda de Duero, más que nada porque hay más gente del mundillo que te puede conocer.
Alme: Hay más gente, pero a la vez más bandas luchando por hacerse un hueco. Tiene una parte buena y mala. Quizás una banda que sale de una provincia más pequeña, sin tanta competencia, puede tenerlo más fácil.
Iker: Es un arma de doble filo. Aunque hay un dicho que dice que es difícil ser profeta en tu tierra, aunque si vas a Madrid y vienes de tener tirón en Bilbao, puede ayudarte a hacer más ruido.
¿Qué habéis hecho durante las últimas semanas y qué planteáis para las siguientes?
Iker: En principio hemos hecho un concierto a puerta cerrada.
Alda: El Merkatu es un centro autogestionado de Portugalete, siempre han estado por la cultura en general. Es un espacio que se ha lanzado a grabar conciertos a puerta cerrada. Hace unas semanas grabaron a De Hiedra, una banda de folk de la margen izquierda, a nosotros y en unas semanas llegará el turno de Rabino Arana, otros locales de Portugalete.
Iker: Te ha metido la cuña publicitaria (Risas). En principio seguiremos haciendo canciones nuevas hasta que se pueda tocar en directo con regularidad. Seguimos preparando la vuelta del “Rara Avis”, reubicando las fechas perdidas y con La Familia Revolución se ha cerrado una fecha en Barcelona para Octubre. Tenemos idea de grabar un vinilo con cuatro canciones, a ver si lo podemos sacar antes de ir a Barcelona. Como tenemos esos planes, estamos motivados. A ver si hay suerte y nos vemos pronto por los madriles.
Iker: El último concierto que hicimos antes del confinamiento fue en La Mala de Madrid.
Por cierto, seréis del Athletic, ¿no? Por aquí somos del hermano pequeño… que gana más títulos que el mayor.
Iker: Mejor ser del Atlético de Madrid que del Real Madrid. (Risas)
Aquí no le llamamos así, aquí se le conoce como el Trampas.
Iker: Risas.